Embarazada de mi mejor amigo

Mellizos.

Ya han pasado unos meses desde que volví a Nueva York, Ryder me obligó a ir al ginecólogo para ver cómo estaba el bebé, me estaba vistiendo cuando Paris me llama.

-Becca, estás en tu casa?

-Voy a salir, Ryder quiere que vaya al médico, por qué?

-Para ir a verte, desde que no vienes a clase apenas nos vemos.

-Cuando vuelva te aviso.

-Vale, tengo que decirte algo muy importante.

-Luego hablamos, me tengo que ir.

-Adiós.

-Quien era?

-Paris, que te pasa, cada vez que alguien me llama me preguntas lo mismo.

-No me puedo preocupar por ti, te recuerdo que eres mi novia y la madre de nuestro hijo, sois lo más importante para mí.- Dijo con un tono serio.

-Lo sé, y lo entiendo, pero que me puede pasar por hablar con alguien por teléfono.

-No sé, y si es tu madre diciéndote algo...

-Si fuese mi madre o mi padre o alguien de mi familia no le habría dicho ni hola.- Le interrumpí.

-Bueno, pues si tanto te molesta te pido una disculpa, no tenía que haber sido tan sobre protector.

-No, tranquilo, me gustas así.

-Entonces de que te quejas.

-De que no hace falta que te preocupes cuando hablo por teléfono.

-El resto de veces me puedo preocupar por ti?

-Si...- Lo agarré del cuello y junté nuestros labios.

-Becca, llegamos tarde al médico.

-Me olvidé...

-Vamos, puedes correr?

-Tu que crees?- Dije señalando mi estómago.

-Sube al coche.

-Será lo mejor.

En cinco minutos llegamos al ginecólogo, y al poco tiempo me llamaron para entrar a la consulta, en ese momento a Ryder le sueñe el móvil.

-Diga.....No puede esperar un poco.....Vale, enseguida estoy allí.

-Que pasa?

-Era de la oficina, necesitan que vaya, luego me cuentas.

-Vale, te quiero.

-Y yo.- Antes de irse me dio un pequeño beso en los labios.

-Becca Johnson, pase por favor.

Cuando entré en la consulta me llevaron a una camilla y me echaron una crema para hacerme una ecografía, las odio, no soporto el frío de la crema al espercirse por mí barriga.

-Doctor, va a tardar mucho?

-No, sólo espere un poco más.

-Esta bien...- Dije en un suspiro.

-Listo, ya se puede levantar.- Dijo al pasar unos minutos.

-Gracias...

-Antes de que se vaya tenemos que decirle.

-El qué?

-Cuántos niños esperaba?

-A qué se refiere, sólo es uno, verdad?