The sound of my heart ( historia corta)

GABRIEL

1 año después

Gábriel

Él bolso pesaba pero no lo sentía como tal. Estaba acostumbrado a largas caminatas por el desierto de Afganistán, a pleno sol con él agua justa y mochilas cargadas con más cosas que las que un ser humano común podía soportar.

 La baja honrosa dijo el general, si baja honrosa mi culo. Héroe de guerra mis pelotas.

Había servido mas de diez años. Entre a los 15 cuando me ofrecieron una alternativa a los hogares de acogida. Un lugar donde dormir, comida y educación para después servir al ejército americano y ahora  tengo una baja honrosa. y nada... absolutamente nada mas porque el ejército era mi vida...

 Nos emboscaron en la última ronda de reconocimiento. Los cinco hombres que  en servicio estábamos también a punto de volver a casa. Solo quede yo, y no quede del todo vivo. Tres de mis compañeros murieron en el acto por una bomba arrojada en el campamento improvisado. Jon y yo quedamos muy heridos, tanto que pensaron que estábamos muertos. Cuando se fueron logre salir de debajo de los escombros revise a Jon que estaba con un pedazo de hierro atravesado en la pierna. Se estaba desangrando. Mi brazo dolía tanto que apenas podía moverlo. Podía sentir mi hombro desencajado y mi pierna tenía una esquirla del tamaño de Boston clavada a la altura de mi rodilla. Mire una parte de pared que no se había derrumbado y tomando coraje me estrelle contra ella. Lo se... en ese momento pareció buena idea. Acomode mi hombro cortando él grito de dolor y me hice un torniquete en la pierna. Llegue a Jon y lo comprobé. Su pulso estaba débil y me miraba tratando de respirar. Cuando trate de moverlo me di cuenta de que tenía una bala entrándole desde atrás manchando todo de sangre. Él me miro, sabía que no iba a lograrlo entonces saco su anillo de su dedo y susurro

_ Dáselo a Jenna...  si puedes llévame a casa _ termino de decir antes desmayarse. Tome de su bolsillo él radio de emergencia lo encendí y avise a la base. Tardaron dos horas en llegar y despejar él lugar de carroñeros. Jon ya se había ido.

Mi hombro estaba más que destrozado. La herida en la pierna hizo que me tuvieran que reconstruir la rodilla dejándome con una gran cicatriz en la parte del costado de mi pantorrilla y una leve cojera perpetua.

La esposa de Jon me había ofrecido una casa en la playa que era de ellos. Me juro que no podría volver allí sin morir de tristeza por todos los recuerdos que tenían, allí se conocieron, él le pidió matrimonio y allí concibieron a sus gemelos. No podía volver allí así que acordamos que me la vendería en plazos. El gobierno le dio una gran pensión y una bandera. La tumba de Jon descansa en el cementerio militar al lado del cuerpo de mis otros tres subordinados. Cumplí mi promesa y los traje a casa.

La casa de Jon estaba a unos metros de la playa, su patio trasero daba a una porción de césped y una reja pero allí había un camino que se abría directo a la arena y al agua. No me agradaba la arena pero él mar si me gustaba. Había estado en el desierto demasiado tiempo.

La casa estaba limpia y provista de todos lo material necesario para vivir. Le pensión del gobierno era una mierda pero tenía ahorrado mucho dinero de mis pagas mensuales y podía vivir cómodamente largo tiempo además un tío de Jon con quien habíamos pasado algunas fiestas tenía un taller de motocicletas y automóviles aquí en california que quería poner a la venta y me había ofrecido un buen precio. Había aprendido mucho de vehículos en él ejército. A veces en medio del desierto no podías pedir repuestos o esperar a que llegaran así que aprendí a la fuerza como reparar todo tipo de vehículos. Él trabajo de mecánico podía no ser glamoroso pero si era tranquilo y seguro.