Clásicos Encontrados. (Camren)

32

En dos días era la gran inauguración, luego de tres meses, "A Love Found" Bakery al fin abriría sus puertas, el lugar se veía asombroso, con colores violeta, negro y un leve rosado con diseños de postres entre notas musicales, luces frías y algunas cálidas, mesas blancas, una sección de mini bar, mis cuentas me preocupaban un poco si esto no salía bien quedaría en la calle, que lindo es tomar riesgos de este tipo, de esto se trata todo, arriesgarse.

—Que tal te sientes? —Escuché una voz detrás de mi, mientras limpiaba el mesón de despacho, me giré y estaba Aly.

—Hey.. Por que lo preguntas? —Se acerco a mi, y arrimó una de las sillas sentándose.

—Curiosidad, no te he visto tanto en la universidad, se que no vas a casa y te quedas aquí haciendo un especie de guardia, no has ido tampoco a los entrenamientos.

—Bueno quiero que todo salga bien.. —Dije siguiendo con mi actividad, sabía que se aproximaba un problema y no estaba de ánimos, como para decidir que hacer o no.

—De donde salió todo esto? —No le respondí —Osea me refiero a que tu sueño era otra cosa, no se, escribir un libro, ser poeta algo de otro tipo..

—A donde quieres llegar? —Mi voz era molesta esto yo me estaba cabreando, siempre era el mismo tema de unos meses para acá, que por que, para que, a quien? No éramos nada oficial, pero no se que estaba en su cabeza, que me obstinaba buscando la real respuesta.

—Nada, no puedo preguntar como te sientes?  —La mire y me recoste del mesón cruzandome de brazos.

—Me siento muy bien, me siento feliz y nerviosa de como vaya a salir todo esto, confió en que saldrá bien.. Además puedo hacer mil cosas, quien dijo que no puedo hacer un libro o escribir una poesía? —Asintió.

—Stevie me dijo que hipotecaste tu casa —Asentí. —Tienes mucha confianza en esto.

—La tengo! —Caminé verificando el lugar.

—Esta bien, pero dime la verdad, por que? —La miré con el ceño fruncido.

—Que quieres decir?

—POR QUE TODO ESTO LAUREN!! —Dijo gritando y yo también exploté.

—POR ELLA!!! —Me miro impactada —SI ES POR ELLA! SOLO POR ELLA! ESTO! —Caminé señalando a todas partes —ESTO ES NUESTRO, NUESTRA IDEA, AHORA MI IDEA YA QUE POR MI NO ESTÁ A MI LADO EN ESTE MOMENTO! —Se que hable de más, pero sé que esto era lo que ella quería escuchar.

—Sabía esto de un principio, pero todas las personas somos tercas con lo que nos hace daño —Sus lágrimas querían resistirse, pero igual salían.

—Si lo somos.. —No sentía nada en este momento.

—La amas se te nota al solo referirte a ella, y este lugar va ser tu muerte eso te lo aseguro —levante mis hombros sin importancia.

—No eres la primera que me lo dice, así que estoy bien! —Rió

—Crees que algún día ella aparecerá por esa puerta dispuesta a intentarlo de nuevo? Vas morir esperando —Arreglé mi cabello.

—Entonces déjame morir en paz —Le señalé la puerta. —Gracias por tu visita que espero sea la última.

Después que se fuera lloré unos minutos, decidí pasar toda al noche haciendo las conexiones del aire acondicionado del lugar. En la mañana fui a casa a darme una ducha, decidí descansar un poco viendo televisión y comiendo alguna comida chatarra, mire hacia un lado y hace mucho no pisaba la sala de mi casa, siempre es como una rutina, cuarto, cocina, baño, cuando vi al lado la mesita un portarretrato de Camila y yo era nuestra foto en el cristo redentor en Brasil, suspire y tomé la fotografía, la observé por unos minutos y sonreí al recordar ese viaje, donde todo fue un préstamo de mi jefa y alguno de mis ahorros, hasta el día de hoy casi lo termino de pagar, pero no me arrepiento nada, fue una de la sonrisas y alegrías de Camila que a mi vida marcó, allí me encontraba yo queriendo volver de nuevo a lo que me negaba yo misma, por ahora tenia que vivir con eso, o por toda la vida...

Sonó el timbre sabía que por un largo tiempo no tendría descanso, deje la fotografía de nuevo en su lugar, y salí a responder la puerta.

—Quien? —Dije acercandome.

—Nosotros! —Rodé los ojos, nosotros? Es en serio?

—Nosotros quien? —le devolví la pregunta.

—Tus ayudantes de cocina —Sonreí al saber ya quienes eran, abrí y me llene de alegría ver a mis dos amigos parados allí.

—Daisy! Logan!  —Ellos me sonrieron y nos dimos un fuerte abrazo los tres.

—Me encanta estar aquí! Y verte tan cambiada! —Me dijo mi amiga, una chica alta de cabello corto, con una gran sonrisa y muy carismática.

—Digo lo mismo! —Decía mas atrás Logan, no muy alto con unos bonitos ojos claros y piel blanca, entró con las grandes maletas y volvió a mirarme. —Ya estamos aquí comencemos esto —Dando un leve aplauso.

—Gracias chicos significa mucho, ya en unos días empieza esta nueva aventura. —Nos fuimos a sentar en la sala.

—Admito que aun estoy algo impactada por todo esto, pero dispuesta a trabajar —Miré a Daisy con una sonrisa.

—Y yo también! —Me llenaba de alegría todo esto, Daisy y Logan eran unos de mis amigos mas cercanos pero vivían en Miami, nos conocimos en la secundaria y aunque un tiempo Logan estuvo enamorado de mi Daisy tuvo que hacerlo entrar en realidad de que yo nunca le haría caso, al fin y al acabo se resignó y fuimos los mas unidos hasta que me fui a vivir con Catalina. Les pedí el favor de que vinieran apoyarme con el negocio necesitaba personas conocidas y de confianza, ya que no podía contratar a nadie de fuera, por si no podría pagarles, esto me tenía muy nerviosa. Fui por unas bebidas.

—Gracias! —Dijo mi amiga tomando de la bebida, vi como su vista se desvío y se quedo mirando hacia un punto fijo —Quien es ella? —Miré hacía donde tenía su vista y se encontraba en portarretrato de antes, de Camila y yo.

—Alguien especial.. —Dije sin hacer mucho caso y sin mucho animo en mi voz.

—Tu novia? —Preguntó con inseguridad Logan, respiré sin decir nada.

—Tu ex? —Dijo Daisy, yo seguía sin decir nada. 

—La chica que aun amas pero no esta aquí ahora mismo, porque algo me dice que hubo un error que has intentado de reparar y no has tenido éxito... —Vi a Logan con mis ojos impresionados.

—Desde cuando es un doctor corazón? —Pregunté.

—Te conozco Lauren y se que esa expresión es de buscar un escape cada vez que te encuentras en esta situación, porque te duele aquí —Toco su pecho, me senté en el medio de ellos dos.

—Es una historia larga.. —Se acurrucaron a mi lado.

—Puedes comenzar —dijeron..

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