IX

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Narrador Omnisciente.

Rose y Juleka consideraban a Nathaniel como su mejor y más cercano amigo; confiaban en el ciegamente para contarle secretos y travesuras, pedirle consejos o simplemente buscar un hombro en que desahogar frustraciones. Por eso, el había sido el primero en saber los sentimientos que tenían la una por la otra en secreto. Por eso mismo, aquella tarde de otoño, había tomado la desicion de hablar con ellas respecto a lo que sentía.

– ¿estas seguro de esto?– le pregunto el Kwami oculto entre la bufanda del pelirrojo, con los ojos clavados en el brownie de Nathaniel– es decir, ni siquiera sabes con certeza lo que sientes.

– pues... Ellas son mis mejores amigas– se defendió partiendo un trozo del postre y dándosela al Kwami, quien lo trago al instante– además, creo que me ayudaran a saber que siento.

– yo espero no esté enamorado de verdad– dijo Feuu tragando lo último que quedaba del trozo de brownie– si es así, lo mejor es que le regreses el Miraculous al maestro.

– ¿qué... Por qu- se calló al ver a la chica de cabello negro acercarse, seguida de la rubia; ambas con una amplia sonrisa en el rostro– Hola chicas, gracias por venir.

– Hola Nath, es un placer venir– hablo con energía la rubia, tomando asiento frente al pelirrojo e invitando a su acompañante a sentarse junto a ella– ¿quieres ordenar algo Juleka? Te puedo invitar algo si quieres.

– Oh! Eres muy amable Rose– la tomo de la mano, entrelazando sus dedos, sacando una sonrisa a Nathaniel– ordena lo que gustes, por mi esta bien un café.

– ¡perfecto!– en lo que la rubia fue a ordenar, Juleka y Nathaniel se quedaron solos en la mesa fuera de la cafetería, creando un ambiente levemente tenso para el pelirrojo.

–  se ve feliz– comento tomando el último pedazo del brownie, disfrutándolo en contra de los deseos de Feuu– las dos se ven felices; me alegro tanto por ustedes.

– si, mientras ella esté feliz, no tengo problema en estar feliz también– se acomodó el fleco mirándose un instante en el brazalete que llevaba comúnmente– pero no pediste que viniéramos para hablar de nosotras, quiero saber ¿que ocurre Nathaniel? Desde hace un tiempo actúas extraño.

– na-nada imp-importante– tartamudeo, rogándole al cielo que Rose regresará pronto. Juleka le intimidaba cuando estaba solo con ella– so-solo... Y-yo...

– aquí tienes Juleka– interrumpió la chica, dejando una taza de café humeante frente a su novia– espero te guste; traje un trozo de pastel de fresas, si deseas.

– gracias Rose– la beso en la mejilla, al tiempo que tomaba la taza entre sus sus manos y la levantaba de la mesa– ayúdame a saber que le pasa a Nath.

– Oh, así que de eso se trata– la sonrisa de Rose se transformó en una mueca de seriedad total, también ella estaba preocupada por el cambio de actitud del chico– Nath, somos tus mejores amigas, puedes confiar en nosotras, jamás lo dudes.

– lo sé– murmuró bajando la mirada, ocultando el rostro entre la bufanda y suspirando, pensando y ordenando aquellos pensamientos sin orden o lugar, y armándose de valor para empezar a explicarse– ustedes me dijeron lo que sentían por la otra, confiaron en mi para guardar su secreto y prometí llevarme la verdad a la tumba de ser necesario; por eso mismo les pido entiendan que no es fácil para mí hablar de esto.

Las dos chicas se miraron cuando Nathaniel dijo aquello, recordando el miedo al rechazo que sintieron cuando se confesaron (por separado) al pelirrojo. Regresaron la mirada al chico, asintiendo y esperando a que estuviese listo para hablar. 

– verán... ¿recuerdan cuando toda el aula supo que Marinette me gustaba?– ellas asintieron con una sonrisa, a pesar del desastre de aquel día, les resultaba tierno que el chico se imaginara capaz de salvar a su amor de los villanos– bueno... Después de eso considere muchas veces confesarle a Marinette lo que sentía en verdad, hacerlo como se debe, pero jamás me atreví a hacerlo.

– ¿por qué?– interrumpió Rose luego de dar un sorbo a la taza de té de frutos en sus manos– es decir, Marinette es una chica de corazón amable y entiendo por qué te gustaba– Nathaniel río para si al ver la expresión celosa de Juleka– no veo por que guardarse lo que sientes.

– inseguridades– se explicó simplemente alzando los hombros– había muchos factores que me hacían temer por lo pero; con el paso de los días deje la idea de confesarme de lado, no valía la pena arriesgarme– Nathaniel suspiro antes de seguir, sintiendo una briza colarse por entre su ropa y hacerlo temblar más de lo que ya lo hacía por si mismo– cu-cuando asignaron el trabajo en parejas, hace unos meses, trabaje con Adrien y le conté que me gustaba Marinette en una charla muy casual mientras trabajábamos– mintio, los nervios le invadieron en ese momento, sabía que si decía la verdad, Adrien no volvería a confiar en el jamás– después de eso, olvide el tema por completo.

– así que Adrien se entero primero que nosotras ¿eh?– Juleka, fingiendo estar enojada, se levantó y rodeo por el cuello al pelirrojo, apegandolo a su cuerpo y devolviéndole el cabello– me siento traicionada Nathaniel.

– jajajaja, lo lamento– se disculpó riendo alegremente; una vez la chica regreso a su lugar, acomodó su cabello y continuó su relato– en fin, días después empecé a dibujar a Adrien, casi tanto como dibujaba a Marinette. Ahora tengo más dibujos del modelo que de la chica que me gustaba– suspiro una última vez y siguió hablando– creoquemeenamoredeAdrienAgreste.

– ¡¿como?!
– ¡repite eso!

Las chicas hablaron al tiempo, igual de sorprendidas y confundidas por las palabras de su amigo. Nathaniel, con las mejillas rojas a mas no poder, repitió cada palabra que había dicho, casi enmarcando las sílabas.

– creo que me enamore de Adrien Agreste...

El grito combinado de ambas mujeres fue tan fuerte y ensordecedor que todos los presentes cerca a ellas las voltearon a mirar con extrañeza. Nathaniel pidió en un susurro que bajasen la voz, a lo que ellos solo se rieron con complicidad y empezaron a interrogar al pobre chico.

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Buenas amigos míos ¿que tal los trata el universo? Espero que bien, no me gusta la idea de que alguien sufra por causas que no controlamos.

Ahora, saliendo de esto ¡¿quien ya vio el especial de Navidad de MLB?! yo lo vi dos veces en 24 horas y no pierdo el entusiasmo.

Cosas random antes de escribir mi extra de Navidad.

Nos leemos luego :)

Es Cuestion De Gatos Y Zorros| Miraculous LadyBug| AdriNath Donde viven las historias. Descúbrelo ahora