Una chica en Baby Doll puesta en su sitio.

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- ¿Quiegues que te acompañe?

- No, nena no es necesario. - Fleur se estremeció al escuchar la palabra "nena" de los labios del pelirrojo.

- Me alegra mucho que estés aquí, pero ahora mismo me ayudaría mucho que te quedes en mi casa, yo te aviso cualquier cosa.

- Pog favog, quiego sabeg que pasa.

Bill partió hacía Grimmauld Place lo más rápido que pudo, su mente era un cúmulo de imágenes contrarias, por un lado veía a su padre mal herido imaginándose lo peor, por el otro la sonrisa de la rubia le reconfortaba y por alguna razón le animaba.

Fleur exploraba la casa del pelirrojo, estaba tal y como la recordaba a excepción de algunas cosas tiradas por ahí. Se notaba que el chico se había despreocupado un poco al saber que no tendría visitas, la rubia se acercó al cesto de papeles donde podía ver varios pergaminos arrugados, como siempre su curiosidad podía más que su razón. Comenzó a leer con una sonrisa todos los borradores de las cartas que el chico le había empezado escribir y que desechaba, se notaba que tenia razón, era pésimo para escribir cartas. Cuando intentaba ser romántico terminaba siendo tosco o se quedaba a mitad de frases y cuando quería ser amistoso y alegre parecía un chiste. Al parecer la forma seria que había utilizado había sido la mejor opción y Fleur lo agradecía.

Fleur continuo revisando la cesta hasta que encontró en el fondo un papel diferente, no era un típico pergamino de los usados por los magos, era una hoja de arrancada de un cuaderno muggle. Fleur leyó la nota y antes de una exhalación había tomado su pequeño bolso de mano y caminaba hacía la puerta.

- ¿Sirius que sabes de mi padre?

- No se mucho, solo se que en poco llegaran Harry y los chicos desde Hogwarts y que tu mamá esta en San Mungo. Dumbledore los enviara con un traslador y Molly me ha pedido que te encargues con Remus y Nynphadora del traslado hasta el hospital.

- Gracias Remus... - Justo en aquel momento las dos personas antes nombradas ingresaban a la vieja y honorable casa de los Black.

- Bill que bueno que ya estas aquí. Dumbledore me ha pedido que acompañemos a los chicos hasta el hospital, Ojo loco ya se encuentra revisando todo en San Mungo ya que Harry tan bien viene y no quiere sorpresas.

- Hola Remus, Tonks gracias por ayudar a mi familia, ¿ustedes saben algo de mi papá?.

- Hasta donde se fue encontrado en el departamento de misterios herido gravemente, si no es por el inexplicable aviso de Harry, quizá Arthur estaría muerto a estas alturas. - Bill sintió que su cuerpo le fallaba y tuvo que sentarse.

- Lo que aun no entiendo es ¿Como hizo Harry para saber lo que le pasaba a Arthur?

- Me hago la misma pregunta Sirius, Ojo loco tampoco lo sabía, dijo que era una pregunta a la que solo Dumbledore le tenia respuesta.

- Bueno pues una vez lleguen los chicos tendré que ir y cruzar un par de palabras con ese viejo loco, necesito saber que le pasa a mi ahijado.

- Calmate Sirius, sabes muy bien que es muy peligroso que salgas de esta casa.

- ¡Pero Remus, es Harry el hijo de James! Somos su única familia ¿Y si esta en peligro?

- Tranquilo, yo también estoy preocupado pero debemos confiar ciegamente en lo que Dumbledore... - Remus no alcanzó a terminar su frase pues en ese instante brillo algo en la sala y de la mano de un traslador aparecieron todos los jóvenes Weasley acompañados por Harry.

Fleur abordó un taxi y le pidió que le llevara a esa dirección que le mostraba en un papel, no sabia muy bien que hacia pero estaba decidida. Pasaron al menos unos 20 minutos antes de que el conductor del vehículo le avisara que acababan de llegar a el lugar deseado. Los pensamientos de la rubia iban de un lado a otro y por esa razón no notó la forma en que el muggle que le transportaba la miraba las piernas y el escote. Bajó del vehículo, respiró profundo y se acercó a la puerta. Se encontraba en un edificio color crema de aspecto antiguo, según entendía estaba en una zona donde vivían muchos muggles adinerados del país. Llamo al timbre del apartamento indicado, sin que nadie le preguntara algo la puerta se abrió y le dejó pasar, sin pensarlo abordó el malacate que servía de ascensor y subió hasta el quinto piso. Tocó la puerta que se abrió al cabo de un minuto. Fleur se había quedado con la boca abierta. Del otro lado del marco se encontraba una mujer joven, de nos mas de veinticinco años, vestida en un baby doll de encaje negro casi transparente que dejaba ver la diminuta ropa interior de la chica y sus pronunciadas curvas. Fleur la examinó de arriba abajo sin moverse de la puerta.

- Hola, no se quien eres pero estoy esperando a alguien, seguro te equivocaste de piso.

- Tu egues Biguitte?

- Si, yo me llamo Brigitte ¿Como sabes mi nombres? - Fleur resoplo un poco, tomo aire y se dispuso a decir lo que tenia en mente justo en ese momento.

El señor Weasley se encontraba un poco mejor, no habían podido descifrar el tipo de poción o veneno tenia en la herida pues no podían hacer que parara de sangrar y debía tomarse una poción que le restableciera la sangre cada poco tiempo. Toda la familia Weasley se encontraba en la sala de espera escuchando a Harry contar la historia de como descifró el ataque. Ojo loco Remus, Tonks y Bill escuchaban atentos. La noticia del estado fuera de peligro del patriarca Weasley le había relajado un poco y ahora se preguntaba si aun alcanzaba a ir donde Brigitte, quería dejar las cosas claras con ella y después ir a casa con Fleur y relajarse un poco. El pelirrojo se sorprendió a si mismo pensando en relajarse con la presencia de la francesa.

- Tengo entendido que sales con Bill Weasley – La morena abrió los ojos sorprendida.

- Asé es, ahora mismo lo estoy esperando ya que hace mucho no lo veo.

- Vengo a advegtigte que si te metes con el te la vegas conmigo, el ahoga es mi novio y no pienso sopogtag que nadie lo invite a su casa y lo atienda vestida de esa fogma.

- ¿Pues si eso es verdad por que aceptó venir a verme hoy? - Fleur sonrió ante esto.

- Espego que entiendas no quiego teneg que embujagte y te asegugo que conozco un par de hechizos. Para tu infogmación el venia a aclagag las cosas y decigte que no le buscagas más pego su papa tuvo un accidente y pog eso vine yo. Quedas advegtida. - Fleur dio media vuelta y regreso al ascensor dejando a la morena con la boca abierta en la puerta de su apartamento. Y a ella misma con una sonrisa de satisfacción en su rostro. Apenas el ascensor cerró la puerta Fleur desapareció camino al callejon en las afueras del edificio del pelirrojo, cruzo la distancia y se sentó en el sofá completamente satisfecha con si misma, sonriente a esperar a su chico.

Bill y Fleur, hechos el uno para la otra.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora