Una promesa por cumplir [Fanfic CDM Castiel]

Capítulo 10 ❝El proyecto❞

Después de entrar a mi departamento dejo mi mochila en la mesa de la cocina y me recuesto en el sillón para leer.

No quiero hacer todo el proyecto. Tengo que concentrarme.

—¡Ya llegué! —grita Dake.

Pongo los ojos en blanco. ¿Qué acaso no se puede leer en paz? Dake entra en la sala.

—Hola —saluda.

—Silencio. Intento leer.

—Lo siento jefa —se burla.

Vuelvo a poner los ojos en blanco. Dake se sienta junto a mi y se pone a jugar videojuegos.

Cierro el libro no sin antes marcar la página en la que me quedé.

—¿Puedes quitarle el sonido a la televisión, por favor?

—Si juego sin sonido se pierde lo divertido.

—Claro que no.

—Claro que sí.

—Que no.

—Que sí.

Y así de la nada empezamos a discutir por lo mas estúpido del mundo.

—Agh. Olvídalo. Mejor voy a mi habitación.

Dicho esto, tomo mi mochila y me encierro en mi cuarto. A ese paso Castiel terminará el libro antes que yo. Y no lo puedo ir permitir. Lo que restó de la tarde la pasé leyendo.

Castiel tiene razón.
Una vez que llegas a la página 50, no puedes dejar de leer.

Ese mismo día llegué a la página 132. Me pregunto en que página irá Castiel.

Después de unas horas, me encuentro cenando con mi padre y Dake hablando de temas variados. Cuando termino de cenar, voy a mi habitación, tomo una ducha y mr duermo.

Una semana después.

Ya pasó una semana desde mi apuesta con Castiel. Hasta ahora voy en la página 345 pero no sirve de nada. Castiel lleva casi 200 páginas más que yo. Ayer me dijo que iba en la página 567. Esta a nada de terminar.

Creo que tendré que hacer el proyecto yo sola. Pero no puedo darme todavía por vencido.

—Hola pequeña —dice Castiel mientras revuelve mi cabello.

—Hola Cassy.

—¿Cómo vas con el libro?

—Bien. Aunque supongo que que tú vas mejor que yo.

—De hecho, para eso te busco.

—¿Para qué?

—Adivina quien hará el proyecto sola.

—¡¿Qué?! —exclamo.

—Lo terminé anoche.

—¡No puede ser!

—¿En qué página vas tú?

—En la 345. Pero no es posible, ¡ayer mismo me dijiste que ibas en la página 567!

—Pues tu lo dijiste; ayer. Me dormí muy tarde sólo para terminarlo.

—Pero... ¡no quiero hacer el proyecto sola!

—Mira —dice captando mi atención—. ¿Te parece si vamos hoy a mi departamento y te ayudo a hacerlo?

—¿Vas a ayudarme incluso después de haber ganado la apuesta?

Suelta un suspiro.

—Sí. De todas maneras, no puedo dejarte hacerlo sola.

Sin pensarlo me lanzo para abrazarlo. Se sobresalta pero luego me corresponde.