capitulo 40. ahogando las penas

3.7K 250 58
                                    




Andrea pov

Debo reconocer que me gusta la cercanía de Samuel, mucho, ese hombre es extraño, pero me gusta como se esta comportando ahora conmigo. Me pidió que fuera a su oficina y en cuanto me vio se acerco mucho poniéndome nerviosa, pero luego se alejo y me pidió que viera su propuesta en la computadora, se puso detrás de mi y me sentí aun mas nerviosa, sentía su respiración intensa en mi cuello, su cercanía me estaba provocando cosas que jamas había sentido.

De un momento a otro coloco su mano en mi nuca, no pude ni siquiera moverme o reaccionar cuando acaricio mi cuello suavemente con la yema de sus dedos, volteo mi cara hacia el y lo vi acercándose... me perdí, no pude negarme a recibir ese beso, me beso de una forma tan tierna que me dejo incapaz de ponerme a la defensiva, lo único que pude hacer fue continuar, lo deseaba tanto desde ayer que regrese a la oficina tenia ganas de que me volviera a besar. Mis manos se enredaron en su cuello y luego se hundieron en su cabello, era increíble la forma en que me besaba, sus labios eran como caricias, me gusta, me gusta mucho y no se que hacer con todo esto que esta pasando...

Samuel pov:

Creí desde el primer momento que junte nuestros labios que ella no lo aceptaría, que me apartaría de ella y termino siendo todo lo contrario, acepto el beso de inmediato, me sentí morir cuando sus manos pasaron por mi cuello y luego a mi cabello, la quiero, la quiero como nunca creí volver a querer a alguien y esto me demuestras que si tengo la oportunidad de luchar por ella, porque corresponda mi amor, por ser yo solo el dueño de sus besos...

Andrea pov

No!, esto no debería de estar pasando, ¿que te pasa Andrea? ¡Es tu jefe! Quien te maltrato hasta cansarse y por mas que te trate bonito  y te bese rico, no puedes hacer esto

Andrea: ¡no! –dijo en cuanto se aparto bruscamente de el- ¿que esta haciendo señor?

Samuel: Andrea yo... perdóname, es que... tu tienes la culpa –dijo en un susurro mientras la tomaba de los hombros y juntaban sus frentes-

Andrrea: ¿que estas haciendo Samuel?–pregunto, estaba un poco agitada- yo soy tu empleada –dijo y se separo de el con brusquedad- eso soy, su empleada

Samuel: pero eso no quita que me gustes –dijo con rudeza y firmeza- que me guste tenerte cerca, platicar contigo y sobre todo tus besos –dijo y cerro los ojos imaginandosela besándola todo el tiempo-

Andrea: ¿se esta escuchando señor?! Hace apenas un mes usted me trataba con la punta del pie, me maltrataba a horrores, sin contar que expuse todo el odio que sentía por usted, regreso y en apenas dos días ya me esta hablando así!

Samuel: la gente cambia Andrea, o nos cambian –dijo con sinceridad mirándola intensamente-

Andrea: viniendo de usted no lo creo posible señor. Espero que esto no vuelva a pasar y que se mantenga alejado de mi, llevando una relación exclusivamente jefe empleada, no me obligue a tomar decisiones drástica –dijo antes de dar la vuelta y salir de la oficina- ¿que fue eso? –dijo en cuanto cerro la puerta y toco sus labios- ¿que querrá de mi?

Samuel paso toda la tarde sintiéndose estúpido por lo que hizo, enojado consigo mismo y por lo tanto con todo sus empleados otra vez. estaba claro que su humor dependida de como lo tratara Andrea, su vida estaba empezando a girar en torno a ella...

Los siguientes días fueron de igual manera, nuevamente Samuel el ogro regreso, le duro muy poco el gusto de Samuel gentil a los empleados. Andrea solo hablaba con el por temas exclusivamente del trabajo, se sentía extraña porque cada vez que lo tenia cerca quería abrazarlo, sabia que su mal humor se debía a todo lo que había pasado, pero no podia permitirse ese sentimiento y el humor de samuel era la prueba de ella, un día estaba bien y al siguiente volvía el samuel de antes

Siempre a mi lado Cielito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora