Thomas
—¿Qué se supone que seas? —dije riendo cuando abrí la puerta de mi casa.
—Un detective de los 80 —contestó Dylan, agarrando una pistola pequeña de juguete y haciendo una pose. Tenía puesta una camisa con un estampado horrible de color azul turquesa y rosa neon, casi parecía una camisa hawaiana o de esas que imitaban el patrón de algún restaurante de los ochenta o noventa. También usaba unos vaqueros azul claros con un cinturón marrón, el cabello peinado hacia atrás con mucho gel, y un bigote pintado color negro, bastante oscuro —¿Qué se supone que seas tú?
—Un constructor fantasma —yo llevaba puesta una camisilla blanca manchada con sangre de mentiras que había comprado en la sección de Halloween de una de las farmacias del pueblo, unos vaqueros azul oscuro, unas botas de construcción que tenía desde hace un tiempo, un "cinturón" de herramientas vacío que había en mi casa para cuando algo se descomponía, y un casco amarillo chillón que había conseguido a un precio barato en una ferretería. En la cara había intentado hacerme algunas heridas con los maquillajes de mi madre, y también llevaba algunas gotas de sangre bajándome por la frente.
—Me gusta —me dijo Dylan, luego de verme de arriba a abajo por un largo tiempo —¿Listo para darte la borrachera de tu vida? —me preguntó riendo, caminando hacia su carro. No le había contado que mi primera había sido con mis primos hace dos semanas.
—No creo que vaya a beber tanto... —luego de haber bebido durante la boda, y haber llorado por una gran parte de la noche, de todo lo que había vomitado al día siguiente, y el regaño horrible que me había dado mi madre, no me quedaban ganas de volver a pasar por eso.
—Aunque sea un trago nos debemos dar juntos —arrancó el auto.
Ya era de noche, y, según la invitación para la fiesta de Tana que estaba corriendo por las redes, íbamos un poco tarde. Pero Ali me había asegurado, por mensaje, que acababa de salir de su casa. Freddy, Robert y ella iban en camino también. Cassandra había subido una historia de la pantalla del cine, así que definitivamente no iba a ir. Le había escrito, preguntándole qué película estaba viendo, pero igual, seguía sin hablarme e ignorándome.
—Tenemos que tirarnos una foto todos para mandársela a mis primos —le dije a Dylan, mostrándole la pantalla de mi teléfono. Sofía me había enviado una foto. Ella y Ava se habían disfrazado de Van Gogh y DaVinci, y Frankie iba de vampiro. Al parecer él se había antojado de ir a la fiesta de la universidad a última hora, así que tuvieron que improvisar. Quería mostrarles a mis amigos, en especial a Dylan y lo bien que se veía esta noche, a pesar del bigote horrible que tenía maquillado en la cara.
—Al menos mi disfraz está mejor que el de... ¿Frankie? —dijo Dylan, intentando recordar el nombre —Pero.... Sofía y Ava, ¿verdad? —asentí con la cabeza —ella se botaron con sus disfraces.
Se notaba el esfuerzo que ellas le habían puesto. Ava me había contado que su festividad favorita era Halloween, así siempre intentaba crear el mejor disfraz de la noche. Y muy probablemente lo había conseguido.
—Creo que por fin tengo algo para enseñarte —dije, cambiando el tema.
—¿Sobre? —preguntó Dylan, confundido. Verlo conducir era como ver a alguien en su elemento. Tenía el control total del auto, nunca iba extremadamente rápido ni horriblemente lento, ni siquiera te dabas cuenta de que ibas en un auto por momentos.
—Hace unas semanas me habías pedido que te enseñara algo que había escrito, por lo de la competencia de McFall —asintió con la cabeza, como recordando nuestra conversación en el salón de Merlott hace un tiempo atrás—No tenía nada que considerara lo suficientemente bueno, pero creo que ya escribí algo de lo que estoy orgulloso.
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Te amo, y por eso te odio. [Gay]
Teen FictionVarias cosas eran ya una realidad clara para Thomas: estaba comenzando su penúltimo año de escuela superior; su familia entera, menos su madre, vivía en otro estado; su mejor amiga era la persona que más quería en el mundo; su padre era una persona...