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La nieve caía sobre la calzada mientras me apresuraba a cruzar la carretera para llegar a mi coche. Busco las llaves en el bolso y después de varios intentos, por fin las encuentro. Con rapidez abro la puerta y me meto dentro. El vehículo está helado, le doy al contacto, enciendo las luces y me uno al tráfico.
Mientras conduzco vienen a mi mente las palabras de Noah."No ha pasado nada", "es un secreto entre tu y yo", "nadie lo debe saber nunca..." freno justo a tiempo de atropellar a una mujer con sus dos hijas, suspiro, no soportaría una muerte más en mi conciencia.
Enciendo la radio para evitar pensar en ese hombre otra vez. El comentarista grita que la navidad ya está aquí...,de fondo suenan villancicos y canciones típicas de navidad.
En pocos minutos llego a la casa familiar, decorada con hermosas y brillantes luces que se ven a kilómetros de distancia. Me bajo del coche y camino en dirección a la puerta. Por una de las ventanas veo el hermoso árbol de navidad siendo decorado por mis sobrinos, mis padres y mis hermanos charlan amigablemente sentados en los sillones dispuestos en el enorme salón. Nada más abrir la puerta, llega hasta mí el delicioso olor de la cena de navidad. Me encamino hacia la cocina y allí enfrascado en los preparativos la encuentro a ella. Con su cabello rubio despeinado y pegado a la frente por el calor del horno, una camisa blanca, unos pantalones vaqueros que se le ajustan a la cadera y marcan sus esbeltas piernas. Me apoyo en el marco de la puerta y la observo probar el pavo para saber si está en su punto. Por fin se gira, cuando me ve me dedica una cálida sonrisa.
-¡Feliz navidad!- la sonrío y la acaricio la mejilla- ¿Cómo han conseguido que hagas la cena, esta vez?
-¡Feliz Navidad para ti también!-se encoje de hombros, me rodea la cintura con los brazos y me da un cálido beso en los labios- Es un placer cocinar para tu familia y para ti.
En ese momento llega mi madre indicando que pasemos al salón mientras ella acaba de vigilar la cena. Agarradas de la manos nos reunimos con el resto de la familia. Entre risas y juegos decoramos el árbol y brindamos por la navidad. Cuando nos disponemos a cenar alguien llama al timbre. Sentados a la mesa esperamos impacientes, mi sorpresa es mayúscula al ver entrar a Noah en el salón. Este me dedica una media sonrisa y se sienta en la otra punta de la mesa al lado de uno de mis hermanos. La cena trascurre sin incidentes y en completa armonía, pero a pesar de todo apenas consigo tomar un par de bocados. Que Noah esté aquí me desasosiega bastante, no se que planes tiene, pero, mi familia es sagrada y nadie les hará daño. Me levanto para ayudar a recoger, fregar los platos y así ocupar mi cabeza con otras cosas que no sean ese hombre y sus maléficos planes.
-Estás preciosa esta noche Santana- me susurra Noah al oído.
Siento un estremecimiento al oír mi nombre en sus labios y me giro para mirarlo mientras me seco las manos en el delantal.
-No puedo decir lo mismo de ti- no se da por ofendido, todo lo contrario, me dedica una sonrisa esquinada y se acerca aun más a mí haciéndome retroceder hasta que mi espalda toca la encimera- ¿Qué es lo qué quieres?
Se hecha un poco hacia atrás y me acaricia la mejilla con la mano. Aparto la cara pero él me agarra la barbilla para que le mire.
-Solo quiero un beso de bienvenida nada más- sonríe desafiante.
-Ni lo sueños cretino- intento soltarme, pero él se acerca a un más y me rodea la cintura con los brazos para inmovilizarme.
-Eres una chica peleona pero eso no te servirá de nada. ¿Qué quieres acabar igual que tu amigo? ¿Eso es lo qué quieres? Porque sería un placer hacerlo, pero antes tengo planeadas un montón de cosa para ti.
Estoy muerta de miedo. No quiero recordar pero no puedo evitarlo. Vuelvo a verlo, a Finn caminado por la nieve conmigo a su lado. Veo a Noah salir de la nada y agarrarme. Finn intenta evitarlo pero otras dos personas lo agarran y le golpean violentamente. Oigo las palabras de Noah en mi oído "ven conmigo o él morirá". Finn se levanta del duelo y se defiende de los dos hombres golpeándoles y tirándolos al suelo lleno de nieve. Cuando termina con ellos se lanza contra Finn y contra mi. Los tres caemos al suelo y rodamos por la nieve. Gracias al golpe he podido librarme del agarre de Noah. Él y Finn se pelean a puñetazo limpio sobre la nieve, hay sangre por todas partes. "¡Corre Santana, corre y sálvate!" quiero quedarme allí y ayudarle pero veo levantarse a los otros dos hombres y acercarse a nosotros. "¡Corre Santana, vete de aquí!" esas son las últimas palabras que le oigo decir antes de salir corriendo. No he llegado ni al final de la calle, cuando oigo un disparo, me giro para mirar y veo a Finn tirado en la nieve cubierto de sangre.
-¿Qué esta pasando aquí?- la voz de Brittany me saca de mis recuerdos y vuelvo a respirar de nuevo. Noah me suelta y se aleja unos pasos de mi- ¿Santana estás bien?
Asiento con la cabeza incapaz de articular palabra. No puedo quitarme la imagen de Finn cayendo sobre la nieve empapado de sangre, ni el sonido del arma al ser disparada por el hombre que ahora está frente a mi.
-Solo estábamos charlando, nada más. No te preocupes Brittany, no es mi tipo, no te la voy a robar.
-Eres un capullo Noah, que sea la última vez que te veo ponerle la mano encima a mi prometida.
-¿Qué esta pasando aquí?- grita mi padre al entrar en la cocina acompañado de mis hermanos y del resto de mi familia.
En ese momento tomo una decisión. Es ahora o nunca, si dejo pasar esta oportunidad el asesino de Finn quedará libre y eso es algo que no puedo permitir. Porque sino ni yo, ni muchas mujeres en el mundo, podrán vivir tranquilas si hay un hombre como él suelto por ahí. Haciendo acopio de toda la fuerza de voluntad que poseo, levanto la cabeza y miro fijamente a Noah.
-Padre, hermanos, familia- en ningún momento aparto los ojos del asesino que me mira con dureza- Noah es el asesino de Finn, lo mató a sangre fría de un tiro en el pecho cuando intentó defenderme de él y de sus agresores.
-¡Traidora!- Grita Noah lleno de furia, coge un cuchillo de la encimera y se lanza contra mi- ¡Te mataré como le maté a él, acabaré contigo!
Mi padre, mis hermanos y mi prometida se interponen entre nosotros. En poco tiempo consiguen reducirlo en el suelo de la cocina. Pocos minutos después la casa se llena de agentes de policía y se llevan a Noah detenido.
Nos pasamos la noche de navidad en comisaria, en largos interrogatorios que duran hasta la mañana del día siguiente. Por fin cuando esta empezando a amanecer nos dejan marchar diciéndonos que nos avisarán cuando sea el juicio.
Cada uno de mis familiares se mete en sus respectivos coches y se dirigen a la casa familiar. Brittany y yo nos dirigimos al cementerio. Desde lo ocurrido en la casa no me ha dirigido la palabra, se ha limitado a mirarme y a abrazarme. Caminamos por el cementerio hasta llegar a la tumba de Finn. Miro la lápida y le paso los dedos cariñosamente por encima.
-Lo he hecho Finn, por ti, te lo debía. Por todo lo que hiciste por mi mientras vivías y por lo que hiciste aquella noche. Yo debería a ver muerto en tu lugar, pero en vez de eso, volví a nacer- Respiro hondo intentando contener las lágrimas que luchan por salir de mis ojos, pierdo la batalla- Siempre decías que la gente se merece una segunda oportunidad. Tu me has dado la mía- Miro a mi prometida y la sonrío con cariño- gracias, gracias por todo. Te quiero mucho amigo, hermano....
-Yo también te doy las gracias Finn. Gracias por haberla salvado la vida y haberme permitido con ello conocerla. Se que no te conocí pero me hubiera gustado hacerlo. Siempre estaré en deuda contigo.
-Adiós Finn, ¡Feliz navidad!
Agarrados de la mano salimos del cementerio rumbo a casa para poder compartir el resto de las fiestas con nuestra familia y dar las gracias por estar vivos un día más. Gracias de nuevo Finn, gracias por darme una segunda oportunidad para vivir, aunque no sea a tu lado. Nos veremos en la próxima vida.
