Afenfosfobiaϟ Kihyun;

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Miré mis brazos una vez más para comprobar que las marcas estaban desapareciendo con el dolor. A pesar de todo, el sentimiento de vulnerabilidad seguía latente, mi cuerpo aún temblaba evocando la noche anterior y mi corazón latía con debilidad, probablemente porque esa mañana hui sin comer. Los golpes habían vuelto con la brisa del anochecer, anticipando el cambio de estación y el cambio repentino de mis padres. Por alguna razón se había estado conteniendo por unos días, pero esa noche desató toda su ira acumulada por una estupidez mía. Me fui de su cena empresarial y eso culminó con su inexistente tolerancia. Según él fue una falta de respeto para los demás empresarios, según yo, a él sólo le importaba su imagen de capitalista moderno y le valía que les hubiese faltado el respeto.

Me adentré al autobús y al instante casi caí por el grotesco arranque que tomó este para partir. Me sostuve de los asientos, ignorando el fuerte ardor que sentí en mis antebrazos al tomarme de allí. Luché para llegar sana hasta mi lugar y allí me encontré con una sorpresa que lejos de ser grata era irritante. Ahí estaba Hyun Woo otra vez, sentado tranquilamente en mi lugar con una sonrisa cínica. Instantáneamente me dieron náuseas.

-Puedes tomar asiento- me invitó con falsa amabilidad.

Giré mi cabeza para buscar otras opciones pero todos los lugares estaban ocupados, lo cual me resultó extraño ya que aún quedaban paradas por llegar y ya no había espacio para esos alumnos. Eso significaba que había intrusos. Miré detenidamente a los estudiantes y entendí cuando mi vista se estancó en esa chica que mi furia conocía a la perfección, aquella que por simple deseo de ser reconocida sufrió mi impulsividad. Miré las personas que la rodeaban y todo se mostró con claridad. Al parecer Shownu había llamado a sus amigos para que se colaran en el transporte y lo dejaran al desborde, dejándome sin más elección que sentarme a su lado. Típico de su cobardía y manía de estar acompañado.

Sólo unas cuantas calles más y llegamos a la parada de Kihyun.- me alenté internamente mientras me sentaba con desconfianza.

-¿Cómo estas __Tn__?- dijo convirtiendo mi nombre en un molesto apodo- quedé preocupado por la pelea del otro día-hizo un puchero falso- Espero que el castigo no hubiese sido muy fuerte para ti.

No contesté nada. Me limité a mantener cierta distancia buscando la forma para quedarme sorda y no tener que escucharlo.

-¿Qué habrán dicho tus padres?- preguntó cínicamente como si estuviera hablando consigo mismo. Su actitud comenzó a alterar mis nervios, esa pregunta se reprodució en mi mente como si mi inconsciente estuviera recordándome que ni siquiera se los había dicho-¿Cómo fue que tuviste la valentía de contarles que disfrutaste golpear a alguien?- articuló esta vez dirigiéndose a mí con más rudeza. Aquello resultó irritante y más aún conociendo mi situación . Yo no podía disfrutar de ningun tipo de contacto, ese hecho sólo era justificado por impulsividad y simple desahogo. Eso quería creer.

Lo miré de repente a la defensiva- No lo disfruté- espeté casi sin voz.

Él ladeó la cabeza incrédulo- No te creo-sonrió- eres una persona ¿cómo siquiera no puedes disfrutar tocar a alguien?- susurró acercándose a mi rostro- independientemente si golpeas o no- finalizó. Tensé mi mandíbula y desvié mi vista al respaldo del asiento que tenía en frente mío para comenzar a jugar con el borde de mis mangas.

Él se alejó con brusquedad y de reojo noté como volvió su sonrisa altanera - ¿Siquiera tuviste la valentía de contarles? –preguntó entrecerrando sus ojos. Un silencio tajante se formó entre nosotros. Yo mantenía mi vista en ese asiento porque no tenía el atrevimiento de mirarlo. El sorpresivo chasquido de su lengua me hizo temblar levemente y apreté mis manos en mi regazo- Espera, soy un idiota, eres una cobarde dudo que lo hubieses hecho...-rió- Es cierto ¿verdad?- susurró duro para luego asentir como si hubiese comprendido algo a través de mi silencio-¿Quién te ayudó?-preguntó suponiendo una afirmación de mi parte. Tragué duro y fui incapaz de abrir la boca- ¿Quién te ayudó?- repitió tensando su mandíbula.