¨12¨El galeón del E.D.

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Este one-shot es sobre Luna Lovegood, y el magizoologista Rolf Scamander. Esta pareja se me hizo super interesante ya que Rolf, es nieto de Newt, sino lo captaron por el apellido, y la verdad que no se les hace mucha mención.


***

Luna Lovegood estaba metida en serios problemas. Sus pequeños zapatos de muggle trotaban con fuerza a lo largo de una calle que estaba un poco vacía, pero sin embargo, algunos muggles se la quedaban mirando por su prisa, o tal vez por su ropa, eso a ella no le importaba ya que ni siquiera se daba cuenta quién la miraba y quién no.

Su cabello rubio y seriamente ondulado volaba hacia atrás mientras iba contra las personas que venían caminando, y entonces, lo vio.

Un pequeño trozo de oro, circular y grueso, completamente idéntico a una moneda, iba rodando por la calle a unos cuantos metros de Luna. Era un galeón, pero no un galeón cualquiera, era el del Ejército de Dumbledore. Siguió trotando para alcanzarlo, pero el galeón seguía rodando y ella tenía que recuperarlo, no podía perder un recuerdo tan preciado de sus legendarios años en Hogwarts, o peor, ¿y si un muggle lo encontraba y se confundía de inmediato?

Luna no supo muy bien cómo combinar la ropa muggle con la suya. Por eso, tenía puesto unos pantalones rosados estrafalarios, y una camisa bordada. Era lo más cercano a la moda de muggles que tenía en su guardarropa.

Muy fácilmente podía sacar su varita y conjurar Accio y el galeón volaría hasta ella, pero eso empeoraría las cosas para las décimas de muggles que la rodeaban. Seguía corriendo y su cabello seguía volando para atrás, tenía que recuperar el galeón. No importa que ya no sirviera para nada, era un recuerdo de sus amigos, una de las cosas más importantes para ella.

Veía como el galeón rodaba por la calle y brillaba, pero no se detuvo. Sin embargo, después de unos momentos, a unos cuantos metros de su campo de visión y frente a ella, una bota de cuero varonil pisó el galeón que detuvo su rotación y Luna se paró en seco.

El hombre no pisó el galeón inconscientemente ni por accidente, lo hizo apropósito. Tenía la piel muy blanca y además, se veía muy diferente a las demás personas de por ahí. Luna vió como el hombre tomó el galeón-que le pertenecía a ella- de debajo de la suela de su bota, y lo levantó del piso. Sin más, se puso a analizarlo.

¿Era buena idea acercarse y pedirle el galeón que venía persiguiendo, devuelta? Si el era un muggle, de seguro estaría muy confundido por no saber el origen de la moneda, también le preguntaría dónde la consiguió y la interrogaría sobre el diseño de aquella extraña moneda y ella tendría que tomarse la molestia de borrarle la memoria, arriesgándose a que otro no mago la viera. Por otro lado, si era un mago el que ahora tenía en posesión su galeón, la recriminaría y acusaría de irresponsabilidad, por dejar un objeto de la sociedad mágica rodando por calles muggles.

Al final, tomó la mejor decisión, o la peor. Comenzó a acercarse al hombre muggle, o tal vez mago, que ahora tenía su galeón en inspección. No debió dejarlo caer, y sobretodo no debió tomar la decisión que tomó hace dos años de llevarlo a todos lados, inclusive si corría riesgo de perderlo. Se había convertido en un nuevo amuleto de la suerte para ella.

Los pasos de Luna se hacían más lentos a medida que acortaba el espacio con el hombre, que se había quedado parado en medio de la acera sólo para examinar su galeón. Luna vio cómo el hombre, que ahora que lo notaba tenía un aspecto algo taciturno, miraba hacia la izquierda y luego a la derecha, para ver si el galeón pertenecía a alguien. Finalmente, se lo guardó en el bolsillo y Luna se alarmó y se acercó a él más deprisa.

Harry Potter © One Shots.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora