Al final los niños tuvieron que esperar hasta las vacaciones para poder utilizar el bote. Lo bueno de aquello es que ya justamente hoy, era el último día de clases.
Yoongi salió emocionado de su aula, para dirigirse a la de su hermanito. Había ansiado tanto este día, que había olvidado por completo su mochila, pero nada importaba si era por Jungkook. De seguro su hermano le recordaba. Y supuestamente Yoongi era el responsable.
— ¡Jungkookie! —gritó el mayor al llegar al aula del menor.
Por suerte ya solo se encontraban Jungkook, junto con sus otros dos amigos, Jimin y Taehyung.
Jungkook estaba por contestar cuando un feliz Jimin intervino — ¡Yoongi hyung!
— Hola Jimin — le contestó Yoongi con una sonrisa. Jungkook inflo las mejillas molesto, ya que Jimin estaba recibiendo más atención por parte de su hyung que el. No le gustaba que Yoongi lo ignorara.
— Vámonos hyung — Jungkook tomó a su hermano de una de las mangas de su camisa blanca y se dirigió a la puerta del aula, arrastrando al mayor.
— Adiós Tae, adiós Jimin — digo el menor antes de salir. No quería que sus amigos, en especial Jimin, notarán que estaba molesto. Los dos mayores siempre se burlaban de él al verlo molesto y la mayoría de las veces le pellizcaban las mejillas diciéndole que era demasiado tierno cuando se enojaba. No le gustaba que lo vieran como un bebe. El quería ser maduro como su hyung.
— Adiós chicos — dijo un Yoongi enternecido por el acto de Jungkook. Se notaba a kilómetros que el menor estaba celoso.
Ya al estar fuera, el menor se acercó a su hermano y lo abrazo, ocultando su rostro en el cuello de menor.
— Estoy emocionado — el menor se separó del abrazo y lo miro con una sonrisa, de esas en las que sus dientes frontales simulaban los de un conejo.
— Yo igual Kookie — lo tomo de la mano y se dirigieron a la salida para esperar a que su madre los recogiera.
Ya en su hogar su madre los puso a empacar para cuando fueran a la casa de los abuelos, lo cual iba a ser mañana.
— Ya váyanse a dormir niños — su madre los miró molesta — O van a llegar cansados con los abuelos y no van a poder usar el bote.
Los niños la miraron asustados y se fueron corriendo a su habitación.
— ¡Buenas noches mama! — gritó Yoongi antes de cerrar la puerta.
— Ven Kookie — el mayor palpó su cama indicándole al menor que se sentará justo al lado de donde el se encontraba sentado. El menor se sentó en la cama del mayor, para a continuación recostarse en esta — Durmamos juntos.
— Si hyung — lo miró y se acercó tímidamente para depositar un delicado beso en la mejilla del mayor.
— Buenas noches Jungkookie.
— Buenas noches hyung — y las luces se apagaron.
Ambos ansiaban ya estar con los abuelos para poder usar el bote, pero lo que más querían era pasar tiempo uno con el otro.
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