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Después del almuerzo, los dos hermanos se dirigieron al baño para cepillarse los dientes.

— Jungkook ¿recuerdas lo que te dije antes de venir aquí? —Yoongi le dice con una sonrisa cómplice. Jungkook, aún con el cepillo de dientes en su boca, tardó en comprender pero en menos de un segundo comprendió y correspondió a la sonrisa cómplice de su hermano mayor.

— Vamos —le contestó a su hermano mayor con la voz llena de emoción. Por fin iban a probar el bote que tanto ansiaban utilizar.

Ambos chicos corrieron a donde se encontraba su madre. La joven mujer se encontraba sentada en unas sillas que se encontraban en el jardín. Una paleta entre sus labios, gafas oscuras para el sol y una mirada de tranquilidad en sus ojos, mientras el extenso lago se reflejaba en sus almendrados y oscuros ojos, con una intensidad inigualable. Yoongi tenía los ojos de su madre, mientras que Jungkook los de su padre pero que poseían la misma intensidad que los de la mujer.

— Mamá.

La mujer de cabellera azabache volteo a verlos con una sonrisa plasmada en sus finos labios.

— ¿Que sucede Yoongi? —le contestó al mayor de los hermanos.

— ¿Podríamos usar el bote? —la madre están por negarse pero al ver el puchero de ambos niños (más notorio en Jungkook), suspiró y asintió, mirándonos con una mezcla entre alegría y preocupación.

— Le diré a su padre que los lleve —se levantó de su asiento y se adentró a la casa no sin antes sonreírles una vez más, a sus amados hijos.

El mayor se volteó hacia Jungkook y le sonrió con una brillante sonrisa, que hizo que el corazón del menor latiera desbocado. Le encantaba ver a su hermanito feliz y sonriente.

— ¡Lo hicimos Jungkookie! —el menor abrazó a su hermano con toda la fuerza que un niño de su edad podría tener (casi nada).

Después de por lo menos diez minutos, su padre salió por la puerta por donde antes su madre había entrado.

— ¿Con que ya quieren usar el barco, eh? —el hombre cruzó sus brazos sobre su pecho mientras los dos niños asentían emocionados.

– Síganme, les enseñaré que hacer —Yoongi y Jungkook se miraron con complicidad y siguieron a su papá entre risas.

— Miren..... —les señaló a los niños el suelo para que sentaran y ambos niños obedecieron a lo dicho (con una que otra queja por parte del mayor). Se sentaron a los pies de su padre a escuchar las indicaciones y consejos que este les daba.

— Pero no van a poder utilizarlo hasta mañana. Sean pacientes.

Ambos niños hicieron muecas de enojo. Jungkook mostró un puchero en su rostro. No había otra manera de convencer a su padre así que solo les quedaba esperar a mañana.

— No se preocupen niños, hay muchas cosas que pueden hacer en vez.

Yoongi y Jungkook se miraron el uno al otro y asintieron un poco menos molestos. Al fin y al cabo se tenían el uno al otro para pasarla bien y tener diversión.




wow mil años después, tal vez el próximo capítulo es el último hey..

water + yoonkook Where stories live. Discover now