Capítulo 2

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-¿Tutora? Pero profesor, yo estoy bien en matemáticas, aparte... no puedo reunirme en las tardes, tengo práctica de soccer - dijo el denominado "rey del instituto".

-Como si me agradara la idea - dije en tono indiferente.

Me importa un comino, si éste reprueba matemáticas o no, sólo lo hago por un favor que me piden.

-Bien que te agrada, hermosa - me dijo con una sonrisa y un tono galante -¿a quién no le gustaría estar conmigo - me agarró de la cintura.

¿Pero quién se cree? No soy su novia y menos alguna de sus fanáticas locas que están para alabarlo e idolatrarlo cuanto puedan.

-En primer lugar, deja de agarrarme - saqué su brazo con enfado -y en segundo lugar, ¿Quién te dijo que me muero por ti? ¿Estás mal o qué? No soy una de tus fanáticas locas, que con solo verte, babean

Hizo una mueca de dolor, agarrándose el pecho, para después matarse de la risa. Pfff... idiota, miraba la cara de Mari, la cual trataba de aguantarse la risa, al igual que el profesor Smith.

-Bueno... los dejo, tengo clases en otro salón - nos dijo sonriendo y llevando su portafolios en mano.

-Y bueno, hermosa , ¿A qué hora estudiaremos? - me guiño mientras decía esas últimas palabras.

-¿A qué hora podrías, rey del instituto? ¿No saldrás con tu séquito, digo, con tu grupo de amigos? - si me dice que no puede, juro que hago fiesta en mi casa.

-Después de las prácticas, mi lady - pero que alagador que un chico, y más con su pobre conocimiento, sepa palabras galantes, se nota que mi sarcasmo es malo.

-Eso dile a tu novia - rodé los ojos -a las 7 en mi casa, si vienes bien y si no... - interrumpida por Daniel.

-O si no, llorarías por mi y me pedirías rogando que vaya, que me extrañas y que no puedes vivir sin mi - pero que irritante es, ¿Peor odio no le puedo tener?

-En tus sueños, querido y más vale que te vayas, antes de que tu noviecita te busque y venga a armar un problema - ni bien terminaba de decir ésto, se escucha la voz chillona de Ashley.

-¡Dani! ¡Aquí estás! Te busqué por horas - la veía correr con esos tacos 9 que se había puesto y su exceso de maquillaje por toda la cara.

¿Alguien la puede aguantar? Claro, sólo sus seguidores y con los chicos que se acuesta, un verdadero idiota se enamoraría de alguien como ella. ¡Alto! Tenemos al ganador, al más idiota y ése es, Daniel Miller.

-Ash, sólo pasaron 10 minutos - la abrazó y besó, que asco de personas.

-Aunque así sea un minuto, Dani, me muero si no estás a mi lado un segundo - voltea y me mira de arriba abajo con repulsión -¿Y tú que haces acá? - chillaba mientras abrazaba fuerte a su novio, como si me lo fuera a robar.

-Nada, Ash, solo que me hará un favor ¿no es así? - me dijo guiñandome

¿cómplice en una mentira? Tanto como él y yo no nos queremos ganar pleitos con Ashley, con tan sólo decir o pensar su nombre se me revuelve el estómago.

-Si, un favor - rodé los ojos para por fin recoger mis cosas y dirigirme a la salida del salón.

-Más te vale que no te acerques a MI DANI - ésto último lo dijo mientras se me acercaba -O te las verás conmigo

¿De qué tiene miedo? ¿De perderlo? Ja, quien se mete con ella debe ser, porque realmente la adora, no creo que se vaya de su lado, son tal para cual.

Sin darle más importancia tomé la mano de Mari y nos fuimos a la siguiente clase.

-¿Pero qué fue eso? - estaba atónita por lo de la clase, por Ashley, por el niño minado, por todo.

-No sé, pero lo último que quiero es tener problemas - suspire y busqué el salón 204, clases de historia -Además, ¿de qué se queja? No le voy a quitar a su noviecito -

Escuché como se reía, me malograron la mañana y peor ¡el receso!, esperaba leer "Buenos días, princesa", pero no... todo se me malogra justo hoy.

Llegamos al salón 204, la clase estaba a punto de iniciar y para mi buena suerte, ellos no están en ésta clase, ufff... que alivio.

Pasó una hora y media... hablando de la revolución francesa.

Por fin, salida, ya eran la 1:30 pm y estaba completamente cansada. Hoy a sido un día de locura, primero encontrarme y casi tener una pelea con Ashley, segundo, ser tutora de uno de los chicos más populares del colegio, tercero, casi tener una discusión con Ashley.

Todo lo malo siempre pasa cuando hablo con la zorra líder, el hijito de papi y su séquito.

-¿Y si vamos a Starbucks? - tanto tiempo adentrandome en mis pensamientos, que no me di cuenta que Mari me hablaba.

-¿Ah? Si si si, vamos a Starbucks - le dije en tono nervioso, evitando que note que no le prestaba mucha atención.

-Bueno... ¿en qué pensabas, mientras hablaba? - rayos, me conoce tan bien.

-En lo que pasó hoy - suspire -En los problemas que me va a dar la "reyna" - dije mientras con los dedos hacía las comillas -por el hijito de papi -

Ella soltó una carcajada al escuchar los sobrenombres que había puesto.

-¿Y de qué te preocupas? No es como si en la clase de hoy te fueras a enamorar de Daniel ¿o si? - me eché a reír tras el comentario de ella.

¿Enamorarme? ¿Yo? ¿De él? Porfavor, jamás en mi vida me enamoraría de un idiota como él y nunca me quisiera enamorar.

-Ya tranquila, que pareces foca retrasada - la miré y nos reímos todo el camino, tras los chistes malos que ella contaba, hasta que por fin llegamos a Starbucks. Dejamos las bicicletas amarradas en un poste.

Al momento de entrar sentí, el gélido aire que chocaba contra tu cuerpo abrigado, el aroma del chocolate y la leche rondaba en todo el local, las sonrisas de los chicos que te atendían, todo era perfecto.

Pasamos y llegamos al mostrador, donde una chica con cabello rubio nos atendió.

-¿Qué van a pedir? - dijo con tono amable y sonriendo con cada palabra.

-Un fracappuccino - dijo Mari, con una sonrisa.

-Que sean dos, porfavor - le dije con una sonrisa.

Estaba sacando mi monedero de mi mochila, pero veo que Mari me gana y cancela las dos bebidas. Frunzo el ceño y le devuelvo lo que ha gastado, a lo que ella no acepta, a veces Mari puede ser testaruda, pero aún así es mi mejor amiga.

Nos sentamos en uno de las mesas exteriores, platicando sobre libros que habíamos leído o sobre artistas que nos gustaban.

Ya se iba oscureciendo y se me ocurrió prender el móvil, tenía 5 mensajes de un número desconocido. Lo abrí y sorpresa... era Daniel ¿cómo averiguó mi número?

Abrí los mensajes y éstos decían:

Número Desconocido: Hermosa, no te olvides que hoy nos toca estudiar

Número Desconocido: Oye, por cierto, si no sabes quien soy... soy tu príncipe, tu chico soñado

Número Desconocido: Soy tu amor prohibido, soy tu sueño, sin más palabras, soy Daniel

Número Desconocido:  Hermosa, voy a las 7:30, llevaré protección, tal vez me cas a querer violar cuando veas lo sexy que estoy

Número Desconocido: Bueno chiquita, te dejo, tengo que seguir poniéndome guapo para mis fanáticas, como tú

Con sólo leer eso, hasta me dan ganas de vomitar, ya eran las 6 pm. Me despedí de Mari, me puse los audífonos y comencé a ir en bicicleta a casa.

Abrí mi mochila para sacar mis llaves, en eso diviso un cuerpo en la esquina, ¡Era él!

Me apresuré, pero como soy una torpe por naturaleza, se me caen las llaves.

Iba a recogerlas cuando él aparece ¿sangrando?

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⏰ Letzte Aktualisierung: Jan 06, 2017 ⏰

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The First LoveWo Geschichten leben. Entdecke jetzt