Corazón de Espinas (FanFic CDM)

CAPÍTULO 6.1

Lara

Escucho un sonido repetitivo de fondo, a lo lejos. Siento como si me estuviera hundiendo poco a poco en el vacío. Intento moverme pero mis brazos no me responden, y mis ojos no se abren. Un profundo miedo aflora en mí y me corta la respiración...

De repente noto húmeda mi cara, además de que mi cuerpo comienza a sentirse cada vez más pesado. Consigo abrir los ojos asustada y todo se vuelve nítido. Demonio está encima de mí lamiéndome la cara, y la alarma chilla desagradablemente una y otra vez. La apago rápidamente y acaricio al perro, al tiempo que me giro hacia mi derecha aún con los ojos semi cerrados...

Castiel

En mi misma cama

Desnudo

O eso creo, porque está sin nada de cintura para arriba, y solo una delicada sábana le cubre la parte inferior

Me levanto de golpe y me mareo, reprimiendo una náusea. Yo también estoy desnuda y toda nuestra ropa, además de unas cuantas botellas, están esparcidas por el suelo. Me maldigo a mi misma mil y una veces en voz baja para no despertarle y cojo como puedo la ropa del suelo sin separarme de la sábana. Escucho como Castiel se mueve lentamente y me quedo petrificada, dándole la espalda.

-No me digas que...

-Nada- Me apresuro a decir- Si ninguno nos acordamos de lo que pasó anoche, significa que no sucedió nada. Punto.

Le oigo maldecirse también en voz baja y me coloco la ropa a toda prisa. Cuando estoy a punto de ponerme la camiseta me interrumpe

-Espera –Le noto muy cerca- ¿Qué es lo que tienes en la espalda? ¿Cicatrices...?

Me alejo rápidamente hasta la puerta sin mirarle

- Olvídalo... mejor, olvida todo lo que ha pasado aquí, incluido lo que acabas de ver

Salgo de ahí con el corazón en la boca y me meto de cabeza a la ducha, dispuesta a fingir que nada de lo que acaba de pasar me está asustando.

Bien, cuando le vuelva a ver simplemente seguiremos con la misma relación de amigos, o lo que sea que teníamos, de siempre. Nada ha estropeado esta relación, y sobre todo... No ha visto mis cicatrices, todo fue un sueño, sí...

Espero que para él también

Llego al instituto antes de lo necesario solo para no quedarme a solas con Castiel, por mucho que intente convencerme, no tengo ganas de verle ahora. Recorro en silencio el pasillo, sin un lugar a donde ir, solo quiero pasear un rato.

Escucho de lejos unos gritos y afino el oído, es la directora echándole la bronca a...

- ¡Ya puedes encontrarlos, Nathaniel, o si no.....!

¿Nathaniel? No sabía que ese chico pudiera hacer algo malo en su vida...

Me acerco a las voces lentamente, aunque en realidad no me haría mucha falta para enterarme de lo que hablan...

Nuestro actual padre, y el que nos salvó a todas, llamó a mi habilidad super-oído, creo que lo llamó así para intentar hacerme reír, porque suena un poco patético, pero yo en ese momento había perdido todas mis ganas de vivir.

Bien, no hace falta ser un lince para saber de qué trata mi don... o no tan don, porque cuando escuchaba lo que mis padres pensaban de mi mientras estaba enferma de aquel virus... deseaba morir antes de que me encontraran.

Observo como la directora sale de la sala echa una furia y Nathaniel se queda en el marco de la puerta. Mala suerte la mía, que me pilló observándole y ahora tengo que entablar una conversación...