VI: El sueño de una pequeña

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Narra Elizabeth:
Después de haber escuchado eso de Gil él sólo se levantó.

Meliodas: Entonces prisión Baste y la necrópolis, iré a visitar ambas ¿te parece?- dijo con el mismo entusiasmo de siempre mientras ayudaba a la señorita Aisha a levantarse.

Gilthunder: Ya comprendí, se aprovecharon de esta situación y te revele la ubicación de sus amigos... astututo- dijo el muy serio.

Meliodas: Terminemos esto después, ¿Si?- dijo desafiante.

Gilthunder: ¡Claro que no!- estaba apunto de atacar con su espada pero el señor Meliodas sólo lo evitó y así de manera seguida hasta que llegaron a donde estaba la señorita Diane.

Gilthunder puso su espada en el otro hombro.

Gilthunder: Aquí termina esto.

Meliodas: ¡Hasta luego!- dijo el señor  Meliodas despreocupado y Aisha le decía adiós con la mano.

Diane: Ya oíste al capitán- dijo sosteniendo a Gilthunder

Gilthunder: ¡Sueltamee!- dijo un poco enojado y tratando de lanzar rayos.

Diane: Si hay algo que las mujeres odiamos ¡son a los hombres que nos lastiman!- dijo algo enojada lanzando a Gilthunder.

La señorita Aisha fue caminando hacia dónde estábamos la señorita Diane, yo y Hawk.

Aisha: Buen lanzamiento Diane- su expresión cambió al ver el brazo derecho- tu abambrazo se arruinó. 

La señorita Diane observó su brazo y era cierto, tuvo que quitárselo y quedarse con sólo un abambrazo.
Hawk despertó después de un rato.

Hawk: ¡¿Dónde está ese cerdo?! Cuando lo vuelva a ver ¡pagará por esto! Me duele mucho.

Elizabeth: Oigan los tres, ¿Están bien?

Aisha: Si, gracias Elizabeth.

Hawk: ¡¿Dónde está ese cerdo?!- dijo volteando a todos lados.

Meliodas: Tu también eres un cerdo.

Diane: ¡Huele rico!

La señorita Aisha se puso de espaldas para hablar con Diane haciendo notar su herida en la espalda.

Entonces me acerqué a la señorita Aisha y al señor Meliodas.

Elizabeth: ¡Están heridos!

Meliodas: ¿Esto?- dijo observando su herida del brazo al igual que la señorita Aisha vio ligeramente por detrás en su espalda.

Aisha: No es nada.

Elizabeth: Pero, hay mucha sangre- dije muy insegura.

Diane: Oye, ¡preocuparme por ellos es mi trabajo!- dijo muy molesta.

Aisha: Tranquila Diane.

Diane: ¡Yo seré quién cuide de sus heridas!

Hawk: ¿Qué acaso nadie vió a ese grosero golpeandome muy feo en el trasero?- dijo Hawk muy alterado.

Meliodas: ¿En dónde te duele Hawk? ¿aquí?- dijo sobando a Hawk

Hawk: No esas son mis costillas.

Meliodas: ¿Aquí?- dijo volviendolo a sobar.

Hawk: No... ese mi lomo ¡Ey no seas pesado!- dijo de nuevo irritado.

Elizabeth: Tranquilo Hawk, la señorita Aisha y yo te ayudaremos a aliviar el ardor si quieres.

Hawk: Ay, ustedes son las únicas que se preocupan por mi- dijo el llendo a nuestros brazos.

La mejor amiga de MeliodasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora