CAPÍTULO 6

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Apenas cerré la puerta empecé a prepararme para la carrera de esta noche. Quería arreglarme para Aaron, pero no quería que se notara mucho. Me bañe. Estuve un rato largo, hasta que mis dedos empezaron a tener arrugas: esa era señal de que ya era hora de salir del agua. Después me depile, me peine y me puse una mascara en la cara para la grasa. Busque en mi armario y encontré unos jeans ajustados negros, y una remera de mangas cortas, también negra, con los hombros descubiertos y una calavera blanca en la parte de enfrente. Me seque el pelo y me lo alisé. Me vestí y me puse un poco de pintalabios. Fui hasta el baño y me mire en el espejo.

Por un momento no me reconocí

El pelo que hoy a la mañana estaba horriblemente despeinado, ahora estaba en un hermoso color dorado todo arreglado.

La cara que hoy me dio asco, estaba hermosamente maquillada.

Los ojos que hoy se veían grises, lucían un hermoso color azul.

Después de aprobar mi imagen, baje las escaleras, calenté un plato de fideos, y me los comí en cinco minutos. Estaba nerviosa. ¿Y si a Aaron no le gustaba mi look? ¿Y si Amber estaba más linda que yo? ¿Qué...?

El timbre me saco de mis pensamientos. Me puse de pie, me alisé la ropa, puse una sonrisa en mi cara y abrí la puerta. Aaron me estaba sonriendo. Llevaba unos jeans sueltos azules, y una camisa blanca. Desde el auto (¡QUE ERA UN FERRARI ROJO!) Amber me saludaba con la mano. Yo la salude y caminé junto a Aaron hasta la parte de atrás de su coche. El me abrió la puerta. Yo lo miré, incrédula, pero luego entre. En el otro colegio nunca me habían abierto la puerta de un auto, o de un lugar cualquiera, solo me la cerraban en las narices.

-Estas hermosa, Ángel- me dijo Amber.

-Gracias, tu también- mentí. Ni siquiera la había visto.

-¿Tienes algún apodo? ¿O siempre te dicen Ángel?- me pregunto Aaron.

-Mi mamá y mi hermano me dicen An- le digo, sonriendo. El me mira por el espejo retrovisor.

-¿Y tu papá?- me pregunta Amber, dándose la vuelta para mirarme-¿Cómo te dice?

-El no me dice de ninguna forma- la sonrisa desapareció por completo de mi rostro. Giré mi cara y miré por la ventanilla. No estaba lista para hablar de mi padre con nadie, no aun. Reprimí las ganas de llorar e intente darle una sonrisa. Ella pareció relajarse.

-Llegamos- dijo Aaron, estacionando el coche.

Lo primero que hice cuando vi la pista fue dejar mi boca abierta en una perfecta O. Ese lugar era gigante. Estaba llena de gente y tenía ¡Aros con fuego! En el centro había un inmenso podio. Había motos por todas partes en la pista. La gente gritaba y saltaba de la emoción, alentando a la moto que quería que ganara. Su paso era bloqueado por guardias que cuidaban que nadie pasara a la pista. Yo estaba tan sorprendida que no escuché a Aaron llamándome.

-¿An?- me dijo Aaron- ¿Estas bien?

-Si, claro, es que esto- lo admiré todo de nuevo antes de volver a ver sus ojos verdes.- es increíble.

-Ya lo creo- me dice sonriendo. Me toma de la mano y me empieza a guiar a donde están todas las personas gritado. Justo en ese momento, una moto pasa por uno de los aros de fuego. Esto me pone muy nerviosa. Ahogo un grito y sin darme cuenta de lo que hago, salto hacia atrás, tapándome los ojos con las manos. Aaron se ríe, y me abraza de la cintura. Yo no puedo respirar. ¿Esta abrazándome? ¿Con su novia tal vez mirándonos? ¿Porque lo hace? ¿Para darle celos? ¿Para darme falsas esperanzas? Estoy a punto de preguntárselo cuando el me deja de abrazar. Me mira, sonriendo.

-Ya paso- me dice. Ah, es eso. Solo intenta de ser un amigo. Creo que esa es la peor de las opciones.

-Gracias.-me siento incomoda de un momento a otro. ¿Qué tal si el si quiere darle celos a Amber?- Oye… ¿no crees que Amber se pondrá celosa si te ve conmigo?- le pregunto

Amor no correspondidoWhere stories live. Discover now