Buscandote para recuperarte ~Percival Graves~

009

ATENCIÓN: Capítulo muuuuy largo y contenido sexual al final (daré aviso por si alguien prefiere saltarse esa parte)

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-Pasé- respondí al llamado de mi puerta.

Estos meses han sido algo complicados con el traslado de Inglaterra a New York, la mudanza a un departamento en la gran manzana junto con Graves y llenando papeles en la oficina.

-Hola hermosa, ya todos se han ido, deberiamos hacerlo también- Percival entro.

Había retomado su trabajo como auror y me habia ayudado mucho a entender las cosas aquí y a meditar las opciones sobre nuevas leyes y demás.
-¿Tan tarde es? Parece que el tiempo se voló mientras estaba reacomodando estos formularios, no he terminado pero lo dejare para mañana- me levante de la silla y le dí un beso en la mejilla mientras el me colocaba el saco.
-Mañana te ayudaré con eso cielo, pero hoy tengo una sorpresa para tí.

Al entrar en el departamento todo se encuentra decorado de manera simple y calida. La mesa esta adornada con velas y vajilla fina. El ambiente olia a comida casera.
-Sientate, traeré la comida para ambos- colgó su saco y el mio, que no se cuando me lo quitó y se dirijió a la cocina.

-La comida estaba riquisima Percival, gracias- le sonreí- pero debo preguntar, ¿a que se debe esto?
-Cuando nos conocimos pensaba que eras algo infantil y liberal y eso hizo que chocaramos más de una vez, pero nunca me imagine no estar contigo. Lo único en lo que pensaba cuando estaba en ese tunel era en lo mucho que te amaba y no podia permitirme vivir sin ti- freno unos segundos para limpiar una lagrima que corria en mi rostro- Por eso Melisa Phonix ¿harias de mi el hombre más feliz de la tierra concediendome el honor de ser tu esposo? ¿Te casarias conmigo?

Abrió una cajita azul dejando mostrar un anillo de plata con una pidra verde hermosa en el centro.
Lloraba y tenia las manos en mi boca sin pronunciar nada, solo asentia como loca hasta que las palabras salieron.
-Por supuesto que si Percival, te amo y tampoco me imagino lejos de tí- fuí a su lado, sentandome en su regazo y lo besé.

Lo besé con todo el amor del mundo y toda la pasión que tenia hacia él.
-Te amo tanto- dijo mirandome.
-Yo también.
-Te quiero solo para mi. Dejame hacerte el amor por favor- susurró en mi cuello.
-Si- suspiré.

Quedan advertidas desde aquí al final.

Entre besos fuimos hacia la habitación, que olia a vainilla y la luz tenue la hacia ver acojedora.
Me levantó con sus fuertes brazos y me dejo en la cama. En ningún momento dejamos de besarnos ni de tocarnos.

Las caricias aumentaron al igual que los gemidos y suspiros, mientras que la ropa desaparecia y terminaba en el suelo.
Cuando estabamos ambos en ropa interior Percival bajo sus besos por mi cuello al pecho y ombligo hasta si zona sensible.
Gemí un poco y volvió a subir.

Desprendió mi sujetador y masajeo, lamió y mordio mis pechos.
Yo iba bajando sus boxers entre gemidos por sus acciones.

Paso su mano por mi zona sensible, encima de mis bragas y me retorcí de placer.
-Estas mojada cielo-sonrio agitado- ¿Estas lista?
-Si, por favor entra ya- supliqué.

Sentia como me penetraba lentamente para no hacerme daño. Cuando estuvo completamente dentro espero unos momentos besandome, antes de moverse.

Y lentamente lo hicimos, hicimos el amor durante dos horas seguidas. Nos entregamos mutuamente uno al otro, el cuerpo y el alma.

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Agua bendita ven a mi!

Queda el prólogo unicamente, pensaré bien de que escribirlo.