Final Alternativo.

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Harry había salido antes, decidió que estaba demasiado cansado como para cursar lenguas extranjeras y eligió que iría a su casa. Mientras se dirigía a su casillero logró ver que había una nota en él. Una sonrisa se plantó en sus labios, al darse cuenta que era de su pequeño. Tenía la ligera sospecha de que era Louis, ya que sólo habían dos ojiazules en el curso C.

Lo que no sospechaba es que la carta en su casillero fuera la última carta de parte del chico. Lo que no supuso es que fuera una carta de suicidio.

Cuando terminó de leer, con el corazón en la garganta y los ojos llenos de lágrimas empezó a correr en la búsqueda de Liam, un chico casi de su altura que siempre se encontraba con su pequeño.

Sus gritos desesperados, que llamaban al castaño, retumbaban por los pasillos del instituto, haciendo que los alumnos se asomaran por las puertas para ver quién gritaba tan atormentado. Por suerte uno de los primeros en salir fue el buscado.

- ¡Liam! ¡Hay que ir a la casa de Louis! ¡Se va a suicidar! - Chilló con el miedo pintando cada palabra. El rostro del otro se puso blanco como el papel, y empezó a correr, ignorando los llamados del profesor, y H no dudó ni un segundo en seguirlo.

Llegaron en menos tiempo del esperado, Liam al sentir que la adrenalina bajaba empezó a respirar con dificultad, por suerte la casa de Louis no era tan lejos. Harry empezó a golpear la puerta con violencia, pero nadie la abría, y con la mayor de sus fuerzas empezó a golpear con su torso el trozo de madera, logrando que algunas astillas salieran volando con la corriente. De un segundo a otro el sonido de la tabla resquebrajándose inundó el silencio, acompañando las respiraciones forzosas del castaño. Harry subió corriendo las escaleras, mientras que Liam se dirigía en la otra dirección. Revisó cada habitación, pero cuando vio que la puerta del baño no podía ser abierta, hizo lo mismo que con la de abajo, por suerte, al ser una puerta más delgada, se abrió con considerable velocidad.

La imagen que tuvo en frente le sacó el aire. Su bebé estaba ahí, con las muñecas sangrando... Y estaba tan pálido como si estuviera muerto. Ese pensamiento hizo a Harry reaccionar y acercarse al de cabello emplumado en menos de un segundo.

- ¡Liam! ¡Liam! ¡Ya lo encontré! ¡Ven rápido! ¡Liam! - Sus gritos hicieron que el dulce ojiazul abriera sus tristes ojos.

- Hazz... Viniste por mí.

- Claro que vendría por ti, eres L. Todo estará bien, pequeño, todo estará bien. 


Muchas gracias por haber leído. Si les gustó, díganle a sus conocidos, me encantaría que la gente supiera sobre este fic, aunque no sea tan bueno.

Un Chico De Mangas Largas. (l.s)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora