¿Amor?

1.2K 81 48
                                    

La noche era sumamente fría, las mantas que llevaba encima no hacían más que arroparlo lo más mínimo posible. Respiró hondo y se abrazó a sí mismo en un intento de mantener el calor.

Escuchó la cama de al lado rechinar.

- Ekko. -Nidalee le llamó casi en un susurro.

- ¿M-Mande? -respondió él tiritando de frío.

- Tengo mucho frío...

Ekko se incorporó en la cama sin destaparse, estiró su brazo y encendió una de las lámparas de noche.

- Yo también, estas mantas son ridículas. -se abrazó a sí mismo.

Nidalee se incorporó de igual manera, tapando todo su cuerpo.

- ¿Puedo dormir contigo?

- Nidalee, si nos ven durmiendo juntos nos meteremos en problemas...

Ekko intentaba buscar una excusa, no es que no quisiera dormir con ella, simplemente que no debía hacerlo. Era moralmente incorrecto, o algo así.

- Por favor, sólo en lo que se pone algo más cálido, podremos usar ambas mantas, anda.

Lo dudó, pero al final, aún con ese sentimiento de estar haciendo lo incorrecto, asintió con la cabeza. La chica saltó de la cama con la manta arropandola, la tendió sobre la cama y acto seguido se escabulló dentro de ellas, acurrucándose con Ekko.

Estaba helada, sus manos estaban frías y tensas, pero aún así su piel se sentía suave. No tardaron mucho en compartir su temperatura, haciendo más cálido el lugar.

Nidalee respiraba suave y tranquilamente sobre Ekko, mientras que el peliblanco luchaba por no hacer nada que resultara incómodo para ella.

Conforme pasaba el tiempo la temperatura iba aumentando. Ekko intento acomodarse mejor, pero el cuerpo de Nidalee no le dejaba moverse con libertad. Dejó caer sus manos a los costados, entonces sintió como lo sujetaban de las muñecas, haciendo que sujetara la cadera de Nidalee. La cama rechinó de manera algo peculiar.

- Abrázame. -dijo Nidalee, quien aparentemente sólo se hacía la dormida.

- Pero hace mucho calor, Nida. -respondió Ekko.

- Estás todo helado, no esperas que crea eso, ¿verdad? -dijo con disgusto.

- Es que... Yo... -buscaba una excusa, una de las tantas que había usado con Jinx,- No quiero incomodarte. -y eligió la peor de todas.

- No me incomodarás en lo más mínimo. -negó.- Hasta me harás sentir más bienvenida en tu cama.

Ya no podía darle más excusas, podía decirle la verdad, un sencillo y crudo "No quiero abrazarte", pero esas palabras jamás saldrían de sus labios, eso era seguro.

- ¿C-Cómo lo hago?

Los ojos de Nidalee brillaron de emoción. Se acomodó sobre él, tomó las muñecas del chico e hizo que las entrelazara en su espalda, justo encima de su trasero.

- ¿Ves? No era para tanto. -hundió sus labios en su cuello.

Ekko, tal vez por instinto, levantó su cabeza dejando su cuello más "expuesto", Nidalee dudó unos segundos algo confusa, y entonces, mal interpretando la reacción de Ekko, besó su cuello suavemente.

Ekko presionó la cintura de Nidalee contra su cuerpo, juntándose más. La chica sonrió maliciosamente, se sujetó a los hombros de Ekko y, sin ningún descaro lo besó.

Sus labios se movían encima de los de él, su lengua se restregaba levemente contra ellos, como pidiendo permiso para entrar en su boca.

Ekko intentaba pensar, pensar en las consecuencias, en lo que podría pasar si continuaba con aquello, pero le resultaba imposible... Sus labios dieron paso a la lengua de Nidalee, quien comenzó a explorar la boca de Ekko con confianza.

Mi nueva vida escolar. (Jinx X Ekko - League of legends)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora