Capítulo 2: Noche de caza

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"Diego, 18 años.

Me llamo Diego (lo dice arriba, dah), cumplí la mayoría de edad hace poco así que espero que me digan feliz cumpleaños antes de saludar.

¿Que busco en esta app? Amor verdadero, un príncipe azul, aunque acostarme con alguien tampoco estaría mal. 

Amo la naturaleza, mi cantante favorita es Miley Cyrus porque creo que es alguien súper libre y luchadora, como yo, que no nos importa nada en la vida solo pasarlo bien y disfrutar.

Mi sueño es estudiar enfermería, y ayudar a muuuuucha gente y eso poh'.

No creo en estereotipos, hablemos :3

PD: Sólo respondo a la gente bonita"

  — Ah, pendejo rídiculo— dije entre dientes. 

Aunque después de ver algunas de sus fotos, me puse a pensar que en realidad había sido un bonito gesto que me haya regalado su almuerzo. Un poco raro, pero bonito al final. Después me puse a pensar en nuestra conversación, en su forma de expresarse y moverse al hablar, y no me dí cuenta. Pero sin razón me puse de buen humor.

Y caliente, a la vez.

Volví a mis "matchs" recientes, le hablé a la primera persona que ví. Su nombre era Camilo. Su perfil estaba vacío, solamente me mostraba su edad: 22 años. Menor, como a mi me gustan. En su foto de perfil mostraba un plano a cuerpo completo de él mismo sin polera. Se notaba que hacía ejercicio porque tenía abdominales bien marcados y unos brazos trabajados. Tenía ojos cafés y su cabello era de color negro, ondulado y corto peinado hacia un lado. Prometía, así que me puse en "modo cazador" y le hablé.

  — Hola guapo, ¿como estás? — Le escribí confiado

Pasaron más o menos 10 minutos, y me respondió.

  — Hola, ¿bien y tú? xD — 

— Bien, gracias. ¿Que hace alguien tan rico como tú en un lugar como este? :P — Le escribí, mi objetivo era claro. 

— Jajaja, nada. Conociendo, busco amistades y ver si da para algo más :), ¿y tú? xD — Me respondió

—  Lo mismo, viendo amistades, algo piola.—

— Bacán:) — 

"Tengo que tratar de meterle tema de conversación" pensé. Por lo general las conversaciones entre gays llega hasta aquí.

— Oye, emmm, ¿puedo hacerte una pregunta indiscreta? — Escribí.

— Dale, te leo ;)

— ¿Qué rol eres?..

Si. La típica pregunta que todos los homosexuales del siglo moderno se hacen cuando se conocen por aplicaciones: "¿Qué rol eres?". En palabras coloquiales: el "rol sexual" determina quien es el que "da", y quién es el que "recibe". ¿Se entiende? Creo que incluso deberían ponerlo en su carta de presentación al buscar trabajo. Se ahorrarían muchas explicaciones. En serio.

— Versátil, ¿y tú? — Me respondió.

"Versátil". Existen tres tipos básicos de roles sexuales (Por lo que tengo entendido) en el mundo gay. el "Activo" es quien "da". El "Pasivo" es quien "recibe". y el "Versátil" ó "Moderno" es quien da y recibe. Cada rol sexual está asociada a un estereotipo bien marcado: Los activos deben ser los más machos, viriles y dominantes de la relación, mientras que los pasivos son más finos, delicados y sensibles. Los versátiles son una mezcla de ambos mundos, por lo general su estilo es "alternativo", escuchan a bandas que nadie conoce y se interesan por temas que a nadie le llama la atención. No me malinterpreten, yo estoy en contra de estos estereotipos, pero soy yo sólo contra el mundo.

— ¿No te gustaría descubrirlo por tí mismo? ;) —  Le escribí mientras pensaba "que ridículez acabo de decir".

— Jajajaja, ¿Que harás hoy en la noche?

— No tengo grandes planes, ¿y tú? —  le escribí.

— Tenía pensado ir a la disco con una amiga, pero algo piola ¿Te tinca ir? — 

"Puta, va a ser la única oportunidad que voy a tener para acercarme a él" pensé, y acepté su invitación.

Llegó la noche, más o menos a las 22:00 P.M. yo ya estaba en mi casa duchado, vestido, arreglado y todo el cuento. Recibí un mensaje nuevo de Camilo preguntandome si iba a ir a la disco con él. Obvio que le dije que sí. Así que rápidamente llamé a un radiotaxi para partir a la cacería.

Alrededor de las 01:00 A.M. ya estaba en Xlimón. Bailando con Camilo. Borracho a tal punto de que con suerte recordaba mi propio nombre; y ya estaba empezando a sentirme impaciente así que decidí que era buen momento para empezar a hacer mis movimientos.

Mientras seguíamos bailando frenéticamente al ritmo de "La nueva y la ex" de Daddy Yankee, me acerqué lentamente a él para tomarlo de la cintura. No pareció molestarle así que me jugué el todo por el todo y puse mis dos manos en su trasero.

— ¡Oye! Ja, ja, ja — se rió coquetamente — ¿Que me estás haciendo?

—Algo que he estado esperando toda la noche para hacerte. — le dije sensualmente al oído. — ¿Por qué no dejamos tirada a tu amiga y nos vamos a tu depa? — Apreté su trasero con una mano y con la otra dirigí su mano hacia mi paquete. — Tengo algo aquí de lo que te tienes que encargar.

A pesar de lo borracho que él también estaba, parece que captó enseguida a qué me refería. Su amiga estaba lejos bailando entre la multitud, así que me tomó de la mano y nos tambaleamos juntos hacia la salida.

Tomamos un taxi qué en ese momento yo no supe hacia dónde iba, solamente me estaba dejando llevar por el momento y la situación.
Llegamos al departamento de Camilo; no era muy grande, y en su pieza tenía solamente una cama de dos plazas, dos veladores y un mueble para su ropa.

Llegamos a su pieza besandonos salvajemente, lo lancé a la cama y le arranqué la ropa para dejarlo solamente en sus boxers blancos. Estaba ardiendo.
Primero empecé a besar su cuello, mientras jugaba con mis dedos en sus peones. Él me respondía agarrando mi pene por sobre el pantalón cada vez que podía.
Llevé sus brazos hacia la marquesa de la cama y con mi cinturón los amarré a ella.
Me desnudé y seguí besando su cuerpo. Lo único que se limitaba a hacer Camilo era jadear sin parar, sabía que lo estaba disfrutando.

— No tengo condones.— le dije entre jadeos.

— No importa, dale así no más.— me dijo en tono imperativo, como deseando que dejara de hablar y comenzara a darle.

Luego de tanto jugueteo previo ya no pude aguantar más las ganas, así que lo puse en cuatro y empecé a dilatarlo con mis dedos y mi lengua. Y cuando ya estaba listo comencé a penetrarlo ferozmente y sin compasión.
Lo hicimos en muchas posiciones diferentes, se notaba que el chico era experimentado en el asunto.

— ¿Donde lo quieres? ¿¡donde lo quieres?! — le grité desesperado, ya estaba en el clímax.

—¡Adentro! ¡Dámelo adentro! — me gritó de vuelta.

Y yo ni tonto ni perezoso, no quería desobedecer las órdenes de mi compañero, así que lo hice sin dudarlo dos veces. Fue uno de los mejores polvos que había tenido en mucho tiempo.

Luego de que toda la acción había terminado, seguíamos borrachos y muy cansados, así que sin decir una palabra más ambos nos quedamos dormidos en su cama.

¿Que iba a pasar al día siguiente? Ni siquiera se me pasó por la cabeza en ese momento.

¡Match! A Tinder story.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora