XVI.

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✣✣✣


Sin pensarlo dos veces, JunMyeon saca su Colt .22 y le apunta a ChanYeol directamente a la cabeza.

—Entra.

ChanYeol entra a la casa, temblando y con un nudo formándose en su garganta. No esperaba que JunMyeon lo recibiera con los brazos abiertos, pero la verdad es que tampoco esperaba que le apuntara a la cabeza con su maldito revolver.

JunMyeon cierra la puerta de golpe y ChanYeol se sobresalta, sacudiendo los hombros repentinamente y soltando un suave jadeo.

Lo próximo que ChanYeol sabe es que JunMyeon está presionando el revolver contra su espalda, y un escalofrío le recorre de pies a cabeza.

—Camina —le ordena con voz demandante y firme, mientras presiona el arma contra su espalda baja—. Siéntate en el sofá.

—M-mi Coronel...

—¡Cierra la boca!

ChanYeol se sienta en el sofá, muy despacio y manteniendo el contacto visual con el Coronel, quien está apuntando su arma de nuevo hacia su cabeza.

JunMyeon se acerca a él lentamente, aun apuntándole con la pistola y mirándolo fijamente a los ojos.

Finalmente se sienta en una mesita baja, justo en frente del sofá y aunque hay una parte dentro de él que le dice que no es necesario seguir apuntándole a ChanYeol, no quiere arriesgarse, así que no baja el arma.

Vivi se recuesta junto a los pies de JunMyeon. Sus ladridos cesaron en cuanto ChanYeol había entrado a la casa, era totalmente ajeno a la situación y lo único que quería era permanecer cerca de su dueño, y de aquel hombre alto que le había cuidado en más de una ocasión.

—¿Estás armado? —JunMyeon le pregunta y ChanYeol únicamente sacude la cabeza en respuesta.

No muy convencido, JunMyeon procede a revisar a ChanYeol para asegurarse. Palpa los bolsillos de su chaqueta y pantalones, pero no encuentra nada.

—D-dejé caer mi arma, y e-es la única que tengo. Así que no, no estoy armado, mi Coronel.

—Te atreviste a venir a mi casa a retarme, y encima desarmado —JunMyeon sonríe, y no es una sonrisa que refleje diversión, es arrogante, y ChanYeol comienza a sentir más miedo porque la ha visto en el pasado. Ha visto esa sonrisa y sabe que nada bueno puede venir después—. Sabía que eras estúpido Park, pero nunca dejas de sorprenderme.

—N-no he venido a retarlo, usted está malinterpretando todo —lo mira fijamente, y hace todo lo posible por contenerse y no temblar, pero es jodidamente difícil cuando JunMyeon lo está mirando de esa manera, cuando le está apuntando y su agarre en el arma es ridículamente firme—. Déjeme explicarle, por favor.

—Claro que vas a explicarme todo Park —le dice y baja el arma, pero la pone sobre la mesa y mantiene una mano encima—. Noté que mi arma te pone un poco nervioso, y quiero entender cada palabra de tu jodida explicación. Voy a hacerte unas cuantas preguntas, y lo mejor será que me respondas con la verdad. Si me estás mintiendo lo sabré de inmediato, así que elige bien tus palabras.

—Sí mi Coronel.

—¿Eres el único que lo sabe?

—Sí —asiente con nerviosismo—. BaekHyun... el Teniente Byun no sabe nada, se lo juro.

—No lo sé Park, me cuesta trabajo creer que hayas resistido la tentación de contárselo —chasquea la lengua—. Sé lo mucho que te gusta compartir con Byun. Así que... no, no te creo.

Days of War, Nights of Love | SeHoWhere stories live. Discover now