Capítulo 11.

25.7K 1.5K 54
                                    

Salí rápido de casa de la chica misteriosa, solo su nombre, su cuerpo ya lo conocía y es espectacular.

Sin duda es una chica con dinero, alguna niña mimada que buscaba independizarse, claro todo a costa de la fortuna de sus padres, pero siempre fue y será más fácil para las niñas de familias ricas, a ellas les dan una casa, un buen puesto en cualquier negocio familiar o con los contactos cercanos, amigos de amigos y familiares, mejor conocidos como "palancas", lo sé porque mi hermana es una mimada, no solo por mis padres, yo mismo la eché a perder con mis formas de consentirla, pero es que ¿Cómo no darle lo que quiere? Ella es mi nenita, mi bebé, una de las mujeres a la que puedo decir que amo realmente y que jamás lastimaría de ninguna manera o rompería el corazón, la otra es mi madre.

Llegue a casa cerca de las 6 de la mañana, ya no tenía tiempo de dormir debo terminar con mis deberes y lo primero en mi lista sería llamar a Castro. Camine hasta mi despacho, al llegar me senté en la silla especial, una silla de cuero bastante cara que había sido de mi abuelo y que a pesar de ser vieja estaba muy bien conservada, llame al hombre de contaduría quien también es mi mejor amigo.

-Alexander castro.- sonó la voz ronca de mi buen amigo en la bocina.

-Ya sé quién eres idiota.- hable obvio

-¿Qué mierda te pasa Kinnaird? Estaba durmiendo.

-Ya veo porque no te molestarte en revisar quien te llamaba, pero necesito un favor y es urgente.

-Estoy muy bien amigo, no estoy muerto, el vuelo fue un éxito, y Fabricio esta igual de bien, gracias por preguntar.

-De nada, si ya terminaste con tu drama, necesito ayuda.

-Sí, sí, ya habla idiota.

-La estúpida de mi antigua secretaria no archivo los documentos de la chica que la sustituirá y un pajarito me dijo que tú conoces a quien será mi nueva secretaria.

-¿y necesitas...?

-Que la llames y le informes que la quiero hoy a las 4 de la tarde en la empresa, hazle saber que su labor en telefónica comenzara hasta la fecha acordada y que el motivo de la reunión será para hablar sobre unas cosas con relación al viaje de la semana próxima.

-Bien, ¿algo más?

-Sí, terminando la inauguración de la nueva sucursal te quiero aquí.

-Eso no será posible, tu padre...

-Fabricio se encargara de eso, tú te regresas apenas termine lo que fuiste a hacer.

-Pero, realmente quiero el ascenso.

-Lo sé, solo que estoy de buen humor y decidí que toda esa mierda por la que te iba a hacer pasar para que tu ascenso se llevara a cabo se terminó, Castro muy pronto serás el nuevo gerente general no me hagas cambiar de opinión y regresa el mismo día en que la inauguración termine.

-Se puede saber ¿por qué tan buen humor?

-No, nos vemos luego amigo y avísame cuando hayas llamado a la sustituta.

La llamada termino ya no tenía nada más que hacer para Telefónica y lo siguiente seria dedicarme a los asuntos de mi empresa y el viaje que tengo que realizar la próxima semana, afortunadamente la inútil de la secretaria que hasta hace unos días eche a la calle por ineficiente, dejo muy en claro que su sustituta llegara la semana que viene exactamente un día antes del viaje.

Estaba terminando de elegir unos manteles para el nuevo restaurante cuando mi teléfono sonó.

-Kinnaird

Loco Posesivo © |Editando.|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora