El Mejor Amigo de mi Tío: Me gusta.

CAPÍTULO UNO

Desde que tengo memoria lo conozco y me agrada. Pero, ahora que ya no soy una niña sé que me encanta.

Cuando era una pequeña recuerdo siempre haberlo visto como un gran amigo, siempre dispuesto a jugar conmigo. Adoraba más cuando se instalaba con mi tío a ver películas o algún anime para sentarme en sus piernas y dejarme dormir en su pecho.

Luego de que crecí, él se sumergió en su trabajo y ya casi no iba a casa de mi tío; de hecho, ni siquiera recordaba la última vez que lo vi... Hasta que fue al cumpleaños número treinta y dos de mi tío Harry. Lo detallé con cuidado y un pequeño calorcito comenzó a crecer en mí.
Su divertida y bonita sonrisa seguía intacta, su físico había decaído un poco pero eso no le restaba atractivo.

Nos abrazamos con fuerza y cariño...
Creo que fue justo ahí en donde caí como boba.

―¡Anita!
―¡Jared! ―exclamé de vuelta mientras me iba a sus brazos a abrazarlo y ahogué un suspiro mientras disfrutaba de su magnífico aroma.
―Dios ―dijo en un susurro que sólo yo pude escuchar mientras me miraba de arriba hacia abajo y recuerdo lo mucho que me avergonzó―. Estás muy bonita, tenía ya mucho sin verte.
Reí sonrojada por su comentario.
―Gracias. Tú estás... Uhm ―me quedé callada buscando la manera de cómo llamarlo atractivo sin delatar lo mucho que me gusta.
―¡Viejo, Jared! ¡Estás viejo! ―exclamó mi tío e hizo reír a varios invitados y hasta a nosotros mismos.
―No le hagas caso ―le dije
―Lo sé, linda ―me hizo un guiño pícaro―. Sigo siendo joven... Pasa que él me tiene envidia.
Y fue ahí que mi tío se quejó algo ofendido.

Después de ese día comencé a hacerle muchas preguntas a mamá sobre él y sin protestar me respondió. Es hijo único, soltero, vive con su madre y es el gerente de una de las mejores tiendas de ropa de país.

Y luego de ese interrogatorio le confesé mi amor por mi Crush.
Hace unas cuantas semanas atrás fuimos al campo a visitar a mis familiares maternos y a comer carne a la parrilla. Pero, me llevé la gran sorpresa de encontrarme con Jared llegando con mi tío y su hijo; mi primito Charlie.

Luego de comer mientras estaba en mi celular logré notar cómo el hombre de mi sueños me lanzaba ciertas mirabas furtivas y me sonreía en cuanto yo le atrapaba viéndome. Fue inevitable no sonrojarme ante eso, pero, lo que más llamó mi atención fue como mi tío lo pateó por debajo de la mesa.

―Te estoy viendo, sinvergüenza ―escuché como mi tío le susurró a su mejor amigo.
―Si el paisaje es bonito, hay que verlo y deleitarse con él ―dijo en voz alta y me miró― ¿Verdad, Ana?

Yo sólo me limité a asentir con las mejillas más calientes que el sol.

Me dediqué a jugar a jugar ajedrez con mis primos, compartí un buen tiempo con mi familia y terminé por sentarme en el sillón que había en la enorme casa de la bisabuela mientras tomaba una cerveza para concentrarme en leer uno de mis muchos libros.

Sentí que él se sentó a mi lado.
¿Cómo?
Pues, no sé... Pero, sé que es él.

―¿No estás muy pequeña para tomar? ―me quitó mi cerveza para darle un pequeño sorbo y sonreírme.
―Tengo diecinueve años, amigo ―le quité ahora yo mi cerveza de sus manos y le di un sorbo―. Soy toda una mujer ―sonreí de vuelta.
―Uhm ―vi como su azulada mirada traviesa se paseó por todo mi cuerpo―... Me queda muy claro de que ahora eres toda una mujer, Ana ―le di un largo sorbo a mi cerveza mientras me regañé internamente por no dejar de sonrojarme―. ¿Saldrías conmigo?
Y eso me dejó en Shock.
―¿Qué dijiste? ―tuve que preguntar para que repitiera lo que obviamente yo había escuchado.
―¿Saldrías conmigo, Ana? ―tomó mi mano―. Algo sano, por supuesto. Eres la dulce sobrina de Harry y debo der todo un caballero ―depositó un suave beso sobre el dorso de mi mano.
Oh, mierda.
―S-Sí ―bajé la mirada para ocultar mi vergüenza.
―Perfecto ―me tomó de las mejillas y besó la punta de mi nariz―. Te escribiré por WhatsApp.

Y ahora me encuentro a punto de entrar al restaurante donde acordamos vernos.

No sé porque pero... Siento que será una tarde interesante.