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—¡¡¿Tienes si quiera la mínima idea de lo que has hecho?!!—la grave voz de su padre retumbo por las paredes de madera de la pequeña estancia—¡¡una!!, yoongi solo te pedíamos una pieza de carne a tu regreso y te atreves a volver a la aldea con las manos vacías¡¿ te crees que esto es un juego!? ¡¡ joder yoongi!! El prestigio de toda tu familia estaba en tus manos y que has hecho ¡¿eh?! ¿¡luchar, arriesgarte!? ¡¡ni una puta ardilla joder!!—yoongi temblaba con la mirada gacha fuera del alcance de los venenosos ojos de su padre. Se encogía en un vano intento de desaparecer. — siempre tuve esperanzas en ti, siempre creí en lo que tu madre decía, es especial dale tiempo, sera el mas grande de todos los cazadores, y yo como gilipollas le hice caso, te di todo yoongi ¡¡todo!! y mas y así me lo devuelves, ¿deshonrando tu linaje?— yoongi respiraba entrecortadamente, intentando por todos los medios retener las lágrimas que amenazaban por salir, pero no podía. El sabia lo que había hecho, se había arriesgado y esto era lo que se merecía. El puño fuerte de su padre impacto con tremenda fuerza sobre la madera de la mesa, haciéndola temblar, al igual que el interior del menor, que se encogió por puro temor—¡¡ Joder yoongi!!
—padre ya basta.— la voz del mayor de los hermanos se interpuso en la estancia. — sabes que yoongi no tiene la culpa. Este invierno es duro y la cuota de caza ha disminuido a pasos agigantados. Era casi imposible que yoongi en su primera caza atrapara algo en condiciones
—si, pero no ha traído nada... ¡¡Nada!!
Un segundo impacto cayo sobre la madera y yoongi en verdad creía que lloraría como el bebe que era en frente de su padre. Le dolían los gritos, retumbaban en él con el eco de su cobardía.
—padre...
—¡silencio jin!—el anciano hombre miro con cierto desprecio al menor de sus hijos, quien aparto la mirada de la suya y se encogió lo mas que pudo—te mereces la humillación publica, cobarde.
El hombre salio a grandes pasos de la cabaña, cerrando la puerta con un gran estruendo, dejando aquellas venenosas palabras desgarrar el triste corazon del pequeño chico.
El pequeño cuerpo del menor temblaba convulsionando en su lugar, reprimiendo el llanto que azotaba.
—yoongi...-—el susurro de su hermano no hizo mas que empeorar su estado, dando paso a las lagrimas silenciosas.
Él sabia que la habia cagado, lo sabia. Y en su interior el ya había visto la derrota nada mas entrar en el bosque. Tuvo la oportunidad de traer el gran lobo, pudo haberlo al menos intentado, aunque le hubiese costado la vida, pero al menos lo hubiese intentado y el prestigio de su familia seguiria intacto con su muerte.
Pero lo único que había hecho, había sido quedarse de pie, mirando fascinado la belleza de aquella bestia, que lo miraba con aquellos grandes ojos dorados. mirándole con un mensaje mudo que no podía descifrar.
Y ahora, su idiotez y cobardia le habian traido la mas alta condena en este pueblo.
Él era un cobarde con las manos vacias y como tal, merecía el castigo publico, la humillacion ante la aldea.
—no te preocupes, hermano...Todo pasara, todo pasara.— jin froto la espalda de su hermano, en un vano intento de consolarlo, pero sabia que no habria piedad, ni consolacion. Esto le destrozaria la vida y el futuro a yoongi, y todos lo sabian.
No habia vida para los cobardes.
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El ocaso se alzaba clemente atraves de las altas montañas blanquezinas, alegando el despertar inmediato de la noche. Las luces anaranjadas inundaban cada casa, y pronto la luz del cielo se desvaneció dejando entrada a la oscuridad de la negra noche. Las antorchas avivaban el fiero fuego sobre ellas, iluminando la plaza de la aldea.
