Cazado

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Sus dedos paseaban lentamente, acariciando pausadamente el pelaje negrizo del animal. Las hebras negras se entrelazaban entre sus dedos, mostrándole al menor la suavidad de estas, fascinado por la agradable sensación.

Se apoyo de nuevo sobre el vientre del lobo, admirando como este subía y bajaba, llevándole con el, produciendo una harmoniosa sensación de tranquilidad al escuchar el ritmo palpitar en su interior.

El menor aun recordaba el miedo que le había recorrido horas antes cuando había presenciado como los huesos de jungkook se rompían y crujían, dejando que el sonido macabro retumbara sobre las paredes agrietadas, para dejar paso a la bestia negra. Pero todo temor se esfumo cuando vio como este se acomodaba sobre la paja marchita del granero, dejando un espacio cerca de su lomo, ofreciéndole un lugar calido para pasar la helada noche junto a el.

Yoongi abrió los ojos, aun en la linea del sueño, encontrándose con la mirada dorada del lobo, quien lo miraba dulcemente, cuidando su sueño.

Jungkook acerco su hocico al pequeño quien se encontraba apollado contra el, olfateándolo para con total cuidado lamer con suavidad una de las mejillas sonrojadas, solo para deleitarse con la dulce risa del pequeño

-jungkook para, me haces cosquillas.

Yoongi se retorció, intentando escapar de las atenciones de jungkook, quien motivado por la gloriosa risa del menor enfatizo sus besos sobre el. El pálido intento separarse, pero el lobo se acerco aun mas, dejando tumbado al azabache, quien se removía sobre el pasto, sintiendo sus costillas doler por su risa.

Jungkook paro sus atenciones, dejándose tumbar con cuidado sobre el cuerpo de yoongi, sin llegar a dañarlo. Miro como el menor reponía su respiración, aun afectado por el ataque del mayor, acariciando los costados de su cuello, sumergiendo sus pequeñas manos en su pelaje frondoso. Aun no se creía que lo tuviera allí con el.

Parecía un sueño. Un cálido sueño del que no deseaba despertar.

Con total cuidado, jungkook cambio su forma, sintiendo el calor en sus músculos, y sus huesos retorcerse entre si, dejando atrás su apariencia de lobo, dejando al hombre en su interior salir.

Con una sonrisa en su rostro se acerco a los labios del menor, apresándolos contra los suyos. Disfrutando del sabor y la suavidad de estos. Se separo con lentitud, quedando a escasos milímetros, compartiendo el mismo aire dulzón con el menor. Se deilito con la mirada cargada de amor que le daba el pequeño, sintiendo como le faltaba el aire de la emocion, sintiendo a su lobo aullar de pura felicidad.

Las manos níveas de yoongi recorrieron el sendero de piel canela para dejar caricias en las mejillas del lobo, quien cerro los ojos, apoyándose en el cálido roce, buscando con afectó sus caricias.

-¿de verdad no te duele?- la voz de yoongi salio suave, con matices de preocupación, sujetando el rostro de jungkook con miedo a la respuesta.

-¿mmm?

-cuando cambias...¿no te duele?

-tranquilo, no siento dolor alguno. El cambio solo se siente extraño, pero no me lastima en ningún aspecto.

Jungkook miro al menor, mostrándole con palabras mudas y doradas todo aquello que su corazón albergaba, pintando con matices claros aquello que se guardaba para el menor.

Un amor que gritaba eternidad en cada roce y mirada.

El lobo acaricio con cariño el suave rostro del menor, deleitándose con aquella dulce mirada, cargada de amor. Un amor que rezaba por ser suyo.

Hunter (YoonKook)Where stories live. Discover now