«AU»
Dazhdbog es el último reino habitado sobre la tierra en el cual criaturas con poderes mágicos residen, un reino codiciado por sus especímenes y los misterios que se ciernen sobre ellos.
El casi extinto reino de Dazhdbog se ve en serios p...
─¡Alteza!─ Abrió los ojos con lentitud ─¡Alteza!─ Su puerta era aporreada logrando despertarlo por completo, miro a su ventana, el sol ni sus primeros rayos había emanado. Colocándose la capa se apresuró a abrir la puerta.
El rostro pálido de Thardab no presagiaba nada bueno.
─Habla─
─Alteza, terribles noticias, Celdu ha caído, la bandera Adanacka se ondea en sus fronteras y no tenemos respuesta alguna de nuestras tropas─
─Esto es de suma urgencia, no sabemos cuándo piensen avanzar hacia el bosque, la barrera que nos protege se encuentra demasiado débil, no pasará mucho para que nos encuentren, haz que suenen las campanas, que el reino evacue a Svarog ─
─¿Y usted?─
─Debo quedarme y lo sabes─ Elpelirojo se mostraba afligido ─Que se lleven también a su majestad, el castillo no será seguro. Ve ahora Thardab─
─Si Alteza─
Yuri ingreso a su habitación para luego soltar un largo suspiro, a su lado su tigre blanco sobaba su cabeza contra las piernas de este. El príncipe acaricio a su felino con cariño, volvió a soltar un suspiro para girarse hacia su guarda ropa, debía alistarse, la guerra no esperaba a nadie.
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Tal como lo supuso, cuando el sol se asomó por completo iluminando el reino, trajo consigo a los humanos.
Yuri aguardaba en lo alto de su trono, en la sala principal del castillo, castillo que solo contaba con unos cuantos guardias, su mano derecha y él.
No hizo falta presentaciones, los humanos sabían a quién veían y a qué venían. Extendiendo el pergamino para luego leer lo impreso en este, anunciaron lo que el rubio había previsto.
La única esperanza de llevar la paz a su reino.
Miro la desesperanza en el rostro de Thardab, esos ojos le suplicaban que rechace aquel inconcebible trato.
