| t a e h y u n g |

02

MINJEE

Lo miré por unos segundos antes de avalanzarme a besarlo.
Tomé su cabeza y acerqué sus labios a los míos. No me había dado cuenta de cuanto necesitaba el contacto de sus labios.
Su gorra estorbaba así que se la quité y fue a parar a algun lugar del departamento, a él no le pudo importar menos.
Taehyung se posicionó entre mis piernas, sus manos aferradas a mi cintura, y sus labios danzaban con los míos la mejor de las melodías.

Mis dedos jugaron con su cabello, su dorado, lacio y hermoso cabello tan largo que le tapaba las cejas.
Podía sentir un calor recorrerme por todo el cuerpo y supe que tenía que detenerme pero no había visto a Tae en 2 semanas y lo extrañaba tanto...

Lo acerqué a mi aún más y sentí cómo su lengua entró en mi boca, intensificando el beso. Ya no era un beso lindo y delicado sino uno apasionado con sabor a te extrañé un infierno.
Pronto sus labios cambiaron de dirección y atacaron mi cuello, yo ladeé mi cabeza para darle un mejor acceso y gemí cuando empezó a trazar besitos húmedos desde mi oreja hasta la clavícula.

Dios, sus besos eran mi perdición.

—Llévame a tu cuarto, Tae. —dije con la respiración agitada.

¿Qué demonios había dicho? No, no, ¡no! ¡Estúpida, piensa!

Él no necesitó otra palabra más. Me levantó de la encimera y yo redeé automáticamente su cintura con mis piernas, sus manos sosteniendo mis muslos por debajo de mi vestido. Me llevó a su cuarto sin dejar de besarme. La verdad no sé cómo fue capaz de no tropezar pero eso no importaba en estos momentos. De nuevo, sabía que debía parar esto.

Taehyung me lanzó a su cama y se sacó la camiseta. Su piel era de un tono moreno claro perfecto, su abdomen era plano y duro. Él me había mencionado tantas veces que envidiaba los abdominales de Jimin pero a mí me parecía perfecto como estaba.

Su mirada era oscura y divertida cuando se abalanzó y se puso sobre mí.

—No tienes una idea de cuanto te he extrañado, Minjee.

Su voz sonó ronca y dolida.
Una vez más empezó a besar mi cuello mientras pasaba sus manos por mis piernas y las subía lentamente buscando el borde de mi vestido.

Jamás habíamos llegado a este punto y para ser sincera no creía que me fuera posible llegar mas lejos, sí, deseaba a Taehyung pero no podía dejarme llevar por mis hormonas. Yo... Aún no estaba lista para hacerlo ni con él ni con nadie.
Tenía que detenerlo de una vez.

—Tae... —susurré en su oído. Él seguía besando mi cuello y Dios, si seguía así no iba a ser capaz de controlarme por mucho más. —Tae, es suficiente.

Taehyung detuvo al momento sus labios al igual que sus manos, posó su frente en la mía y suspiró.

—Lo siento.

Se movió de encima mío y se recostó en la cama. Su respiración era agitada al igual que la mía. Un bulto en sus pantalones captó mi mirada y enseguida sentí la sangre arder en mi cara.

—Esta vez me pasé —su tono de voz fue recuperándose y me miró con pena—, perdóname, Minjee.

Me acerqué a él y acaricié su mejilla. Sus ojos habían perdido esa mirada oscurecida y habían regresado a su tonalidad café que tanto me gustaba. Él seguía sin camisa y dudé un poco en sí posar mi mano en su pecho pero igual lo hice.

—No debí haber dicho tal cosa como "Llévame a tu cuarto". Fue mi culpa. —Tae soltó una risita y me miró con picardía.

—No —respondió—, no debiste, bien sabes que tus palabras son órdenes.

Posé mi cabeza en su pecho desnudo y suspiré.

—Sé que eventualmente pasará pero no por ahora.

—Lo sé. Te esperaré cuanto tiempo necesites.

Los latidos de su corazón iban recuperando su ritmo normal hasta que se hicieron lentos y acompasados, nos quedamos en silencio y pude sentir su mano jalar mi cintura y atraerme más a él.

—Te quiero tanto, Taehyung. —susurré y cerré mis ojos.

Pensé en lo afortunada que era por tener estos momentos con él.
Muchas personas sólo se podían permitir soñar con tener a este hombre al lado mientras yo aquí lo tenía; respirando suavemente, con su cabello tapándole levemente la frente, con sus labios que hace poco me llevaban al borde de la locura.

Yo de verdad era afortunada.