Un amor salido de la nada (BonxBonnie)

Una quedada particular

Bon se encontraba en el parque. Después de salir de la escuela fue a el sitio donde había quedado con su compañero de trabajo.

- Se suponía que él debería estar aquí... - el joven suspiró y pensó - Supongo que no leyó la nota.

- Perdona... - oyó el de pelo turquesa una voz detrás suyo. Al girarse vio a el de pelo morado.

- Al fin! Pensaba que no vendrías - dijo el de ojos esmeralda sin ningún reparo.

- N-nunca dije que no fuera a venir - respondió el de gafas un poco molesto.

- Bueno, ya da igual - intento tranquilizar la situación el de piel acanelada.

- Tenemos q-que hacer un proyecto, ¿no? - preguntó un poco tímido el de piel pálida.

- Sí, así es - respondió Bon ante su obvia pregunta - Venga. Iremos a mi casa.

- ¡¿Tu casa?! - preguntó gritando el de pelo morado. En sus mejillas se podía notar un leve sonojó. Al notar la mirada curiosa del de ojos esmeralda decidió desviar su mirada.

- Sí, ¿qué pasa? - preguntó el de piel acanelada.

- N-nada - respondió nervioso el chico de las gafas.

El peli-turquesa le hizo un gesto al de piel pálida para que le siguiera. Durante el trayecto Bonnie intentó entablar conversación con Bon, aunque el peli-morado no lograba sacar temas para hablar. Después de unos minutos un poco incómodos para los dos llegaron a su destino, la casa de Bon. El de piel acanelada se adelantó y abrió la puerta.

- Adelante - dijo el de ojos esmeralda con una sonrisa. El peli-morado asintió y entró revisando el curioso lugar - mi habitación está en el piso de arriba a la derecha. Sube tú, ahora vengo - le informó el de piel acanelada.

- Entendido - respondió el otro con una sonrisa en su rostro. En ese momento el de pelo turquesa sintió una presión en el pecho y un leve sonrojo adorno sus mejillas.

- "¿Que me pasa?" - se preguntó a sí mismo el oji-verde mientras se dirigía a la cocina - "será mejor que empiece a preparar algo de picar y empezar a hacer el proyecto, no puedo tardar mucho".

Unos minutos después el de ojos verdes terminó de hacer el platillo - "Bueno será mejor que vuelva con Bonnie" - pensó dirigiéndose a su cuarto. Al abrir la puerta encontró al peli-morado mirando hacia su guitarra.

- Hola, he traído algo de picar - dijo dejando el platillo en su escritorio.

- Gra-gracias - agradeció la comida el de ojos rojos a el de pelo turquesa y volviendo a mirar hacia el instrumento preguntó - Bon... ¿tocas la guitarra?

- Sí, ¿por? - respondió extrañado el oji-verde.

- Bueno, es que... yo también toco la guitarra - comentó desviando la mirada del de pelo turquesa.

- "¿De verdad?" - pensó mirando asombrado al de pelo morado - "Me gustaría oírle tocar... ¡Pero tenemos que hacer el proyecto! Aunque no creo que pase nada por perder algo de tiempo tocando... "- se auto convenció Bon ante la idea de ver al el de ojos rojos tocar - ¿Podrías tocar algo? Me gustaría oírte - el contrario le miro con asombro y algo de nerviosismo.

- Bu-bueno... - respondió tímido Bonnie - está bien...

El de pelo morado empezó a tocar, sus dedos se movían rápidamente entre las cuerdas y toda la sala, en poco tiempo, se llenó del magnífico sonido del solo.

- ¡Guau! - comentó el de ojos verdes con admiración y añadió - ¡Tocas muy bien! ¡Incluso muy bien no es suficiente para describirlo! ¡Tocas como los ángeles! - concluyó con asombró.

- Gra-gracias, pero no es para ta-tanto - dijo modesto el de gafas.

- Supongo que has ido a clases ¿verdad? - preguntó aun entusiasmado el de piel acanelada.

- No, he a-aprendido solo - respondió tímidamente el de pelo morado.

- ¡¿De verdad?! – gritó asombrado el chico – ya me gustaría a mí tocar de esta forma la guitarra – añadió el de pelo turquesa con desgana.

- Seguro que tú también lo haces bien – dijo el de ojos rojos, intentando animar a Bon y añadió – si quieres me puedes hacer una demostración.

- Okey, okey – respondió el de ojos verdes, levantándose y cogiendo la guitarra.

Al igual que Bonnie, su solo fue completamente impecable, cosa que dejó al contrario asombrado.

- ¡Ha sido genial! – aclamó el mayor con admiración - ¡Tu tocas mejor que yo, de eso estoy seguro!

- Al contrario, no te llego ni a la suela de los zapatos – respondió el otro algo deprimido.

- Decidido – comentó el de piel pálida acercándose al de pelo turquesa – ¡Bon, quiero que seas mi maestro!

- Bonnie, tu sabes más que yo. Seguro que no podría enseñarte nada – respondió un poco cortante el de piel acanelada.

- ¡Por favor Bon! – volvió a arremeter el de pelo morado, haciendo pucheros.

- Bueno... Si tú quieres... - contestó el de ojos verdes apartando su mirada de los ojos del contrario – "No sé por qué, pero... no puedo negarme a decirle que sí".

- ¡¿De verdad?! – preguntó emocionado el de ojos rojos, acercándose aún más al de pelo turquesa, él solo asintió con un leve cabeceo - ¡Genial!

- Bueno, creo que será mejor que empecemos el proyecto – dijo el menor, con un leve sonrojo por el acercamiento – si no se nos hará tarde.

- Si, tienes razón – respondió el de ante-ojos.

Unas horas después...

- Bueno creo que esto es todo por hoy – comentó el de piel pálida mirando su reloj y empezando a recoger sus cosas – h-ha sido divertido quedar contigo.

- Lo mismo digo – respondió el de piel acanelada sonriendo.

- Maestro – añadió el de pelo morado y jugueteando con un mechón de su pelo preguntó - ¿ma-mañana tienes algo que hacer después de clases?

- No – respondió el de ojos verdes mirando extrañado a el chico.

- Entonces... ¿Te gustaría quedar conmigo para practicar? – preguntó tímidamente el de ojos rojos.

- Por mi está bien – contestó Bon algo sonrojado.

- ¡Genial! – aclamó el de ante-ojos y saliendo de la habitación del menor añadió – ¡Nos veremos mañana!

- ¡Si! – respondió mientras que abría la puerta al mayor - ¡A-adiós!

- ¡Adiós! – se despidió el contrario alejándose de la casa del de piel acanelada.

- "No lo entiendo... le he dicho que si... ¡¿Por qué?! Se suponía que esto no debería tardar tanto, que esto solo sería para hacer el proyecto, pero, aun así, me he acabado haciendo amigo suyo... Ah... no me entiendo" – concluyó Bon cerrando la puerta de la casa.