Canción de atardecer

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No sé qué más me da existir...

Pero en fin, una nota final he decido escribir.

No sé qué más puedo hacer aparte de llorar.

Y de un lado a otro vagar.


Lo he dejado todo en el camino

Al final he sido alcanzado por el destino

El destino, que nombre más extraño para algo tan trágico

Y a la vez algo que raya en lo mórbidamente cómico


La vida es algo inclemente ya tengas conciencia de ella o no.

Pero aun así es lo que deja que lo que te suceda siga después de ti.

Es un recipiente de botellas vacías,

Que alguna vez estuvieron llenas


No hay razón para detenerla y no manera en todo caso

Pero la vida no le importa esto y sigue paso a paso

Dando y quitando de manera continua

Desde lo más actual hasta la era más antigua


No hay mucho pero es lo que me queda

Cada vez que me lo pregunto es la misma repuesta

No tengo nada en mi bolsillo

Solamente un cigarrillo


No una droga,

Sino una vida que se consume entre cada bocanada,

Que se eleva flotando como humo,

Una que arde tristemente hasta solo ser cenizas


Solo eso traigo conmigo,

Un poco de mí y de los demás nada,

Y me estoy consumiendo con cada bocanada

Y una chispa próxima a ser apagada.


El viento es mi mensajero,

Y la arena mi confidente,

El horizonte mi testigo,

Y la luz de la luna mi único amigo.


Los poco segundo que me quedan,

Los dedico a los que me puedan escuchar

Y les digo que contra el mundo la lucha deben continuar

Mientras aun un poco de luz en sus almas tengan.


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Corazón de papel y otros poemas de los gatos de SaturnoWhere stories live. Discover now