Capítulo 5

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Contado por Leo

Pasaron cerca de diez minutos hasta que llamaron a la puerta. Alek se dirigió hacia ella y abrió. Después de hacer un ademán para que entre, apareció Christina, seguida de otros vampiros que traían grandes cajas que probablemente tenían ropa, uno cargaba una cama y detrás de ese, venían otros que traían comida y a juzgar por el olor que percibía y que hacia que ardiera mi garganta, también traían sangre.

-En las cajas encontrarán ropa que parece ser de su talla, les traigo comida, una cama para que duermas -le dijo eso último a Alek- la ducha ya saben donde está y creo que es todo. O y casi lo olvido, todos los vampiros del lugar han sido advertidos que en caso de encontrar a un hechicero joven tienen prohibido matarlo o serán destruidos, pero para asegurarnos de que no vaya a suceder una tragedia, ellos dos,-señaló a los dos vampiros que lucían mas jovenes, un chico y una chica que no parecían pasar de los 25- serán tus guarda espaldas personales.

-Espere, yo no necesito tal cosa.

-Los vampiros que hay aquí están muy bien entrenados para combatir contra hechiceros, si alguno de ellos se sale de control ni tu entrenamiento como caza vampiros te evitará tener una muerte instantánea.

Alek estaba a punto de refutar pero no lo hizo, hasta él sabía que sin las pociones que usa, no tiene ninguna oportunidad contra alguno que quiera atacarlo.

-¿Y si ellos se salen de control? -preguntó después de unos segundos, en los cuales la mayoría de los vampiros habían dejado la habitación.

-Descuida. Ellos solo beben sangre animal al igual que los O'Connor y eran cazadores de vampiros como tu. Así que aunque te estuvieras deasangrando, ellos no perderían el control y comerían una nutritiva sangre de hechicero.

-Está bien -dijo sin mas.

-Bueno, eso es todo de mi parte. Si necesitan algo pueden buscarme. -dio media vuelta y se dispuso a dejar la habitación.

-Espera. Tengo una pregunta -hablé por primera vez desde que apareció.

-¿Cuál es esa pregunta? -me miró confundida.

Pensé por un momento si debía decirlo o no, ya que podría aclararme de que habló Erick o probablemente me equivocaba con ella y fuera igual que el otro vampiro.

-Lo que pasa es que Erick...-voltee a ver a Alek, el cual ne indicó que continuara- Erick habló de un caso en el que estoy involucrado, algo sobre un ataque que tuve cuando salí con Harry. Después comenzó a balbusear cosas sobre que era traumatizante y no me dejarían recordarlo o algo así. Y no quería que te preguntara nada al respecto.

Christina se mordió el labio y comenzó a hacer gestos, como si estuviera debatiendo en tomar alguna una decisión, hasta que dio un gran suspiro y comenzó a hablar.

-Se supone que no te tendríamos que decir nada, o al menos no por ahora pero en vista de que Erick ya lo mencionó, tendremos que aclararte todo -volvió a darse media vuelta y comenzó a caminar hacia la salida.

-Espera, ¿No que me aclararías todo?

-Si. Pero para ello, primero tengo que hacer una llamada. Y ustedes dos -se dirigió a los dos vampiros- relajense, actúen normales con ellos.

Salió por la puerta dejandonos solos con esos dos vampiros veinteañeros que francamente eran atractivos. El chico era pelirrojo y de ojos grises, no parecía tener mas de veinte años aunque con los vampiros no se sabe en realidad y estaba vestido completamente de negro. La chica por otro lado era pelinegra de ojos café, con una cabellera corta y al igual que su compañero iba vestida completamente de negro. Ella lucía fuerte, mala, y extrañamente mas masculina que el chico, el cuál lucía tierno y debil. Si mi radar gay no me falla, él batea para mi equipo.

IV: El descendiente del loboWhere stories live. Discover now