Capítulo 26

1.4K 143 26
                                    

Contado por Alek.

Acababa de despertar. No sabía cuanto tiempo dormí. Pero después de correr a Harry seguí llorando hasta quedarme dormido.

Me había jurado a mi mismo que no lloraría después de todo lo que lloré por mis padres. Y aquí estoy llorando en cada momento que puedo.

Seguía sin poder moverme sin sentir demasiado dolor, sobre todo en la parte baja de mi espalda. Todo hubiera sido mejor si me hubieran asesinado. Así no tendría que enfrentarme a esta situación en la que me encuentro.

Me di vuelta en la cama con dificultad y me di cuenta que Harry se encontraba ahí. Mirándome. Inmediatamente agaché la mirada.

-Creí haberte dicho que te fueras -dije intentando mantener mi voz firme.

Él no respondió nada.

¿Por qué estaba aquí? Su sola presencia hacia que me doliera aun mas todo esto que me pasó.

-Alek... yo...

-Vete, no te quiero aquí. Lárgate- grité sin voltear a verlo.

-Se lo que... se lo que te hicieron.

Voltee a verlo con cierta sorpresa y me encontré con sus ojos. Unos ojos completamente distintos a los que había visto, en este momento reflejaban dolor y no la alegría que de siempre.

Aparté la mirada rápidamente, pero fue demasiado tarde. Con solo un segundo pude darme cuenta de lo decepcionado que estaba de mi.

Agaché mi rostro y comencé a llorar de nuevo. Era algo que se había vuelto tan importante para mi en este rato, casi tanto como respirar.

¿Por qué nunca podía ser feliz? Desde hace tiempo no había querido a nadie, y ahora que por fin lo hago, tiene que pasar esto que me arrebata todo.

Pero lo merecía, si, lo merecía. Por haber matado a mis padres me pasó todo esto, y nisiquiera esto logra compensar todo lo que hice. Debieron haberme hecho cosas peores, debieron violarme otros, debieron convertirme en vampiro y arrancar parte por parte de mi, hasta que me asesinaran. Si. Al menos eso merecía. Debería estar muerto, alguien como yo no merece vivir.

Creí que la muerte de mis padres la había superado pero no. Me engañé a mi mismo solo para intentar olvidar que soy un asesino.

Merezco morir. Lo merezco.

No me di cuenta que ahora me encontraba sentado en el borde de la cama, meciéndome, y tomando mi varita con fuerza, con ambas manos. Hasta que Harry se acercó a mi e intentó poner su mano sobre mi hombro.

-No me toques -grité levantándome-. Aléjate.

-Tranquilizate Alek, no te haré daño -dijo dando pasos hacia mi.

-No te acerques o te destruyo -apunté com mi varita hacia él-. Él me distrajo y me la quitó, pero tu no lo harás, te mataré si lo intentas.

-¿Quién Erick?

Voltee a mi alrededor, ¿Dónde estaba Erick?

-No, por favor -supliqué a Erick aunque no lo veía-. Ya no por favor. Mátame, mátame ahora.

-Nadie te va a matar, yo te protegeré.

Negué con la cabeza.

-Nadie me puede proteger, nadie lo hizo.

-Lo siento -dijo agachando la mirada-. Debí estar aquí, te quiero y debí protegerte durante todo momento.

-No, no, no. No me quieras, no me quieras -grité-. Si me quieres morirás, tendré que matarte como lo hice con ellos -murmuré.

IV: El descendiente del loboWhere stories live. Discover now