La Joya

7

—¿Y bien?—.
—¿Que?—.
—Ya te quieres divorciar?—.
—¡Thomas!—.
—¿Que? ¿Realmente durarás más de una semana? Imposible—.
Mi amigo me contestó el teléfono hasta el jueves por lo que hemos estado poniéndonos al corriente de estos días. Por mi parte no hay mucho que decir, he hecho algunas tareas domésticas, conocí a Tina y a Hugo, Connor y yo cenamos juntos y conversamos brevemente, supongo que ha sido un avance.
—Aunque lo dudes, sí podré. Y ya casi se cumple un mes de la boda—.
Se ríe escandalosamente.
—Ese es el chiste del año—.
—Ja-ja mira como muero de risa—.
—Oh vamos Maddie, déjame divertirme un poco he tenido unos días difíciles mientras tú estabas de vacaciones—.
—Yo también quisiera divertirme, no he salido de aquí desde que llegué—. Me quejo.
—¿Ah si? ¿Acaso el señor Blake no te lleva por ahí?—.
—Tiene mucho trabajo—.
—Me alegra no ser el único...
Se queda callado y pienso que me ha colgado.
—¿Tommy?—. Pregunto.
—Sigo aquí... Estaba viendo mi correo y me acabo de dar cuenta de que mi posible cliente ahora ya es mi cliente ¿y sabes por qué?—.
—No lo digas—. Me cubro el rostro.
—¡Porque eres mi amuleto de la suerte! ¿No te lo dije?—.
—Deja de decir tonterías...
—¡Sabes que es cierto! Me han pasado buenas cosas desde que te conozco y que casualidad que te vas del país y tengo mala suerte hasta que regresas—.
—Te aseguro que no es por mí—.
—Y yo te aseguro que es por ti, nena. Así que te tengo una sorpresa, después de que te escuché quejarte de tu vida de casada todo el rato te llevaré a celebrar para que te distraigas un poco ¿que dices?—.
—¿Que celebramos?—.
—Muchas cosas; mi nuevo cliente, tu vida de casada, el que no salgas y todo eso—.
Me río y lo medito.
—Vale, sólo porque me aburro en esta casa... Si no fuera por el cine que tiene bajo techo...
—¿Que acabas de decir?—.
Vuelvo a reír.
—Nada...
—¿Tienes cine en casa y no me has invitado? ¿Que clase de persona eres?—.
—Lo estoy disfrutando yo solita en estos días—.
—No puedo creerlo Maddison, ¡tengo que ir a verte!—.
—¡Si no fuera por esto ni me visitarías!—.
—No me importa, quiero ir a verlo—.
Debería ofenderme pero realmente quiero ver a mi mejor amigo.
—Vale, ¿a qué hora terminas de trabajar?—.
—Justo ahora, voy para allá—.
—No sabes donde vivo...
—¿Y que esperas para enviarme la dirección?—.
Sonrío y cuelgo el teléfono para después enviarle un mensaje con mi nueva dirección.

--------------★-------------

Escucho el timbre y voy a la puerta para abrir automáticamente la de reja. Dos segundos después veo el Audi rojo de Tom que se detiene frente a la casa.
Mi amigo sale de su coche y sonríe abiertamente.
—Vaya, vaya... Mira que casa te has conseguido—.
—¡Callate y abrázame!—.
Corre hacia mí y me abraza con fuerza.
Thomas es más alto que yo, casi igual que Connor, es delgado pero se ejercita diariamente por lo que no es un debilucho, su piel es clara y tiene el cabello castaño claro al igual que sus ojos los cuales se iluminan cuando sonrie.
—¿Y bien? ¿Donde está ese cine?—.
Entramos a la casa y nos pasamos la tarde viendo algunas de nuestras películas favoritas.

--------------★-------------

—¿Que hay de cenar?—.
Pregunta Tom y es cuando recuerdo que no he preparado nada para Connor.
Miro alarmada el reloj de mi celular y me doy cuenta de que ya son las 6:30, llegará en cualquier momento.
—¡Joder!—. Me levanto y voy a la cocina ignorando lo que me dice mi amigo.
Hoy también tendré que preparar algo rápido.
Thomas llega a mi lado, se sienta en la isla de la cocina y roba algunas manzanas del frutero, que está al centro, mientras yo cocino frenéticamente.
Al cabo de un rato escucho que llega mi esposo en su coche. Miro el reloj y son las siete.
Casi he terminado así que suspiro aliviada porque se le hiciera tarde hoy. Unos segundos más tarde escucho su voz.
—Lamento llegar tarde pero...
Connor se detiene en la puerta de la cocina al vernos.
—¿Que hay Connor?—. Saluda Tom tranquilamente.
—Hola... ¿puedes ayudarme con algo cariño?—. Me hace una seña de que lo siga y yo me encuentro confundida, porque me ha dicho cariño, pero hago lo que me pide.
—Claro, que...
Me besa y coloca su mano en mi cabeza para que no me aleje. Me toma por sorpresa pero consigo besarlo de vuelta y mis manos encuentran su camino hasta su cabello.
—Te extrañé hoy—. Murmura sobre mis labios y me lleva a través de la casa.
Yo estoy fuera de combate y me toma por sorpresa cuando segundos más tarde espeta:
—¿Qué hace él aquí?—. Me saca de mi ensueño con el tono de su voz y me doy cuenta de que estamos en el jardín.
—¿Como dices?—. Murmuro confundida.
—No estoy para juegos Maddison, ¿que hace Harper aquí?—.
—Oh... Lo invite a ver una película—.
—¿Y no podías avisarme? Tuve que improvisar cuando llegué y lo vi ahí en mi maldita cocina—.
Eso es como un balde de agua fría, estábamos fingiendo ser la pareja feliz sólo porque Thomas estaba aquí ¿cuando iba a dejar de ser tan idiota?
—Lo siento... Se me olvidó—. Balbuceo.
—¿Se te olvidó? ¿Eso es todo lo que tienes que decir? Pues que no vuelva a ocurrir ¿quieres? Ahora dile que se vaya de mi casa—. Enfatiza el "mi casa" y se cruza de brazos. No puedo creer lo que me acaba de decir ¡es un completo idiota!
—¿¡Que!? No lo voy a correr, es mi amigo y...
—Y yo tu esposo ¿a quién prefieres?—.
—Connor no me hagas elegir...
—Bien, en ese caso me iré yo... puede verse a leguas que lo prefieres a él—.
—¿Que? ¡No! ¿Por qué lo odias tanto?—comienza a alejarse—¿A dónde vas?—.
—Eso no te importa—. Gruñe.
—Connor, por favor...
Pero me ignora y se va mientras yo me quedo en el jardín llorando en silencio.
Finalmente entro en la casa y me seco las lágrimas.
—¿Maddie? ¿Que ocurrió?—. Pregunta Thomas cuando regreso a la cocina.
—Nada... Él... es un gruñón y tuvo que salir—. Me mira con desconfianza pero yo esquivo su escrutinio mientras me pongo a sacar los platos para servir la comida.
Le doy conversación durante la cena y eso lo distrae.
Cerca de las 9:30 Tom se despide.
—¿Que dices de lo de mañana?—.
—¿Que hay mañana?—. Respondo y el rueda los ojos.
—Ya sabes... Lo de la salida—.
—Ah... No lo sé...
—Vamos... Connor no se puede enojar mas—.
Me río.
—Lo dudo... Aunque... La verdad me gustaría salir un rato...
—Genial ¿paso por ti a las 7?—.
—Seguro ¿a dónde iremos?—.
—Es sorpresa—. Me guiña un ojo y después entra a su auto para irse.
Seguro me meteré en más problemas con mi maridito pero no me importa.
Ya veremos que pasa después.

--------------★--------------

Cerca de la media noche me di un baño y que sorpresa me di cuando salí y me encontré a Connor al centro de la habitación.
—Detesto a tu amigo—. Murmura.
—No deberías, es muy agradable—.
—Lo dudo...
—Connor...
—¿Que?—.
—¿Por qué eres así? Thomas no te ha hecho nada y...
—¿Que no me ha hecho nada? ¿Crees que no sé lo que trama? Estoy seguro que está loco por ti y no puede aceptar la idea de que ya no estas disponible—.
Su confesión me toma por sorpresa pero me doy cuenta de que ha bebido.
—Estas loco... y borracho, no quiero hablar contigo—.
—Claro que no, porque yo no soy Thomas ¿verdad? Con él si hablas pero a tu marido no lo quieres ni ver—.
Ruedo los ojos.
—Lo que quiero de mi marido es que se largue de mi habitación y vuelva cuando esté sobrio—.
Sonríe.
—Parece que tendré que alejarlo de ti cómo en la boda—. Murmura y yo tardo en darle significado a sus palabras.
Jadeo.
—¡Lo hiciste a propósito!—llego hasta donde esta—¡Para que dejara de bailar con Thomas!—.
—¡Claro que no! Era hora del baile—.
—¡Porque tu le dijiste al DJ! ¡Admitelo!—.
—¡Esta bien! ¡Es cierto! Pero era una estupidez que tú estuvieras bailando con ese imbécil y yo mirando como si nada ¿Qué esperabas? ¿Qué me quedara sentado viendo como te reías con él? ¡Yo soy tu esposo! Y no quiero que estés con nadie más ¿Está claro?—.
—¡Te odio!—. Grito antes de que se me escape un sollozo.
—¿Que si está claro?—. Me toma de la muñeca con fuerza para dar énfasis a sus palabras.
—¿Sí digo que si te largaras?—.
Asiente con el semblante serio.
—¡Entonces si!—.
Sin decir nada más sale de la habitación mientras yo vuelvo a llorar por su culpa.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
Tengo a Tom ^u^ ¿Quieren conocerlo?

Es Darren Criss