17

13.2K 589 11
                                    

Connor

Habían pasado tres días desde que Maddison se fue con James, no me contestaba las llamadas pero sabía que estaba bien porque su abogado se había puesto en contacto conmigo para lo del divorcio.
Me pasé una mano por el cabello, lo sentía grasoso y no recordaba si me había bañado recientemente. Tenía la ropa arrugada y apestaba a cigarro.
Los últimos días me la había pasado conduciendo, comiendo en tiendas de autoservicio y sólo deteniendome por gasolina o cuando era sumamente necesario.
No quería llegar a casa y darme cuenta de que ellos no estaban ahí, como si los últimos meses no hubieran existido y me encontrara nuevamente solo en aquel lugar que ya no parecía mi hogar.
Les había dicho a todos sus familiares y conocidos que si tenían noticias suyas me dijeran inmediatamente pero seguro no lo harían, ella no lo permitiría y yo nunca había tenido buena relación con sus amigos.
¿Como había sido tan idiota?
Debí mandar al demonio a Miles desde un principio. Sabía que no iba a hacer ningún robo pero nunca se lo dije, dejé que lo creyera...
Miro a mi alrededor confundido, no sé ni como llegué aquí, creo que estoy a las afueras de la ciudad porque hay algunos árboles, demasiada neblina y nada más.
El sonido de mi móvil me sobresalta.
Estoy a punto de ignorar la llamada porque desconozco el número pero luego pienso que pueden ser noticias de ella y contesto.
—¿Diga?—.
—¿Connor? No tengo mucho tiempo—.
—¿Quién es?—. Digo con desconfianza al ver que murmura.
—Thomas, el amigo de Maddie—.
Frunzo el ceño, nunca me ha caído bien que digamos.
—¿Y qué quieres?—. Digo de mala manera.
—Ayudarte—.
—¿Ayudarme? ¿Y cómo se supone que lo harás?—.
—Vamos hombre, soy el único que sabe dónde está, deberías ser más amable—.
—¿Y qué? ¿Sólo te jactaras de que sabes donde están o realmente vas a ayudarme?—.
—Pues no, quiero decirte donde están porque Maddie la está pasando muy mal y sé que eres el único que puede arreglar las cosas—.
Definitivamente no me esperaba esto.
—Pero... ¿Ella no te dijo por qué está molesta? Quizás también deberías odiarme como su hermana—.
Había regresado a la casa de mi cuñada para saber si sabía algo y en efecto, sabía toda la historia y ahora me detestaba.
—¿Qué importa ahora? Sólo sé que tú puedes arreglarlo, te veo en media hora afuera de mi casa—.
Y así, sin más, cuelga la llamada.
Dudo por unos minutos si debería ir, no sé que trama Thomas pero si hablaba en serio no puedo desperdiciar esta oportunidad.
Enciendo el auto y casi media hora después llego derrapando a su casa.
Lo veo en la acera con el cochecito de James y mi corazón se acelera.
Tom sonríe al verme bajar del coche.
—Excelente, justo a tiempo, me llevaré a James para que puedan hablar tranquilamente y aparte para que no lo asusten si comienzan a gritarse—.
Sonrío al ver a James.
—Oye gracias...
—Aún no me agradezcas—.
El bebé me mira y extiende sus pequeños bracitos hacia mi para que lo cargue.
Sonrío y tomo a mi hijo entre mis brazos.
—¿Cómo has estado amigo? ¿Me has extrañado? ¡Porque yo a ti demasiado! ¿Que tal mami?—.
Suelta una carcajada y mi corazón se hincha de alegría, no puedo estar lejos de este niño por más tiempo, debo hacer que vuelvan a casa.
Sonrío antes de mirar a Thomas.
—Ella sabe que...
—No—.
Siento mi estómago hundirse.
—Regresarás a casa, ya lo verás, arreglaré todo hijo—.
Sonrío a medias y lo vuelvo a colocar en el cochecito, James me mira y parece que  entiende lo que acabo de decir.
—Volveremos en unas horas—.
—Ok—.
—Bien, tu turno, no arruines la oportunidad ¿vale?—.
Asiento.
—¿Harper?—él me mira—¿Por qué me ayudas?—.
Sonríe.
—Aprecio mucho a Maddie, es mi mejor amiga y no me gusta verla triste, si puedo hacer algo para que sonría, lo haré—.
Cada vez me agrada más este sujeto.
—Me alegra que te tenga, lamento si me comporté mal contigo antes pero creía que ustedes...
Se encoge de hombros.
—No eres el primero, incluso nuestra familia llegó a pensarlo en algún momento pero nunca se dio nada más, ahora entra y arregla todo—.
Dejo que se vaya con James por la calle.
Tomo aire antes de tocar la puerta suavemente y segundos después escucho la voz de Maddie mientras abre la puerta.
—¿Qué se te olvidó...?—comienza pero pierde la sonrisa al verme frente a ella—¿Qué haces tú aquí? ¿Cómo me encontraste?—.
—¿Podemos hablar?—. Pregunto ignorando su enojo.
—¡No!—. Intenta cerrar la puerta pero la detengo.
—Por favor, Maddie déjame darte una explicación y si después de eso sigues sin perdonarme lo entenderé—siento un dolor horrible cuando digo:—dejaré que te lleves a James y firmaré los papeles del divorcio, te daré lo que quieras pero primero escúchame...
Ella duda y me mira con el ceño fruncido.
—¿Firmaras los papeles?—.
Suspiro.
—Sólo si de verdad quieres que nos separemos después de que escuches lo que he venido a decir...
Vacila y luego asiente.
—Bien, pasa—.
La esperanza aparece dentro de mi después de tantos días. Quizás no todo esté pedido.
Atravesamos un estrecho pasillo y llegamos a una pequeña sala.
—¿Y bien? Te escucho—.
Se sienta en el extremo de uno de los sillones con los brazos cruzados sobre su pecho. Yo también me siento pero me quedo a una distancia prudente para que no se moleste aún más.
—Bien yo... Debí decirte esto desde el principio, cuando nos casamos y apareció Miles... verás todo comenzó cuando tenía 16 años, mis padres me llevaban a todo tipo de reuniones que para mí eran tediosas.
"Una vez fuimos a una cena donde una mujer mayor regalaría a un museo una joya de valor incalculable e histórico, un collar con un enorme diamante azul que había permanecido en su familia por generaciones.
"Como de costumbre me aburría así que salí a fumarme un cigarrillo a una de las terrazas cuando lo vi, un chico flacucho que seguramente tendría mi edad. Se encontraba forcejeando una cerradura con varias llaves.
"Le dije que qué estaba haciendo y dijo que me callara.
"En ese entonces yo armaba una pelea por todo, así que nos enfrentamos hasta que ambos terminamos tendidos en el suelo jadeando y con algunos golpes en la cara que no tardarían en notarse.
"En mi caso no importaba porque ya tenía algunos anteriores y no se notaría mucho. Me dijo que se llamaba Miles y que si quería ver algo increíble.
"Le respondí que si y él terminó de abrir la puerta.
"Dentro estaba oscuro, quise prender la luz pero me lo prohibió, dijo que llamaría la atención y vendrían por nosotros.
"Ahí fue cuando supe que algo andaba mal, no podía ver nada y segundos después me dijo que debíamos salir cuanto antes...
Mi tono de voz baja y pierdo la mirada mientras recuerdo correr por los pasillos de la inmensa casa detrás de Miles.
Continuo con el relato bajo la atenta mirada de Maddison.
—Corrimos hasta llegar al último piso y cuando nos recuperamos de la carrera él se sacó el collar del bolsillo.
"¿No es precioso?" Me dijo con los ojos llenos de emoción, como si fuera alguien que recuperó la vista y viera todo nuevamente.
"Le dije que era un idiota, que nos iban a arrestar por su culpa y que debía regresarlo cuanto antes.
Me río amargamente antes de parafrasear lo que me dijo:
"—No te alteres, nadie hará nada, oí decir a mi abuela que el que donaría es una copia, ella se quedará el original. Así que quise darle una lección a la vieja. No irá a la policía porque tendría que decir la verdad y hasta el joyero saldrá perjudicado. No hay de que preocuparse—.
Niego con la cabeza pero continuo narrando.
—Al decirme eso pude respirar, y llegué a pensar que quizás esa mujer si merecía que su propio nieto la robara.
"Y si, era bonito el collar pero yo no sentía nada, lo único verdaderamente increíble fue la adrenalina, el miedo a ser descubiertos, la emoción de robar algo valioso y querer ver el rostro de quien lo ha perdido...
"No suena bien, claro, era lo que yo sentía cuando era un niño idiota, no tenía ambiciones y en los próximos dos años me dediqué a robar con Miles. Nos hicimos de una pequeña fortuna y él me dijo que con una parte podíamos viajar y seguir robando cosas en todo el mundo.
"Sonaba genial pero eso no era lo que yo realmente quería, me dediqué a mis estudios y comencé a trabajar para mi padre, había veces en las que le ayudaba a Miles pero sólo por la emoción del momento. Además de que poco a poco me fui arrepintiendo.
Sonrío con tristeza al recordar las estupideces que cometí antes y como intenté arreglarlas.
—Hace unos años visité a su abuela en su lecho de muerte y le confesé todo, ella se limitó a sonreír, dijo que le alegraba saber dónde había quedado su collar y que si tenía la oportunidad, se lo robara a Miles, no quería que estuviera en sus manos...
Maddie suelta un grito que me saca del recuerdo.
—¡Lo vi! ¡En tu despacho! Dentro de ese cajón cerrado con llave, no preguntes cómo lo abrí, incluso creí que sería para mí pero nunca me lo diste y lo dejé pasar—.
Me remuevo incómodo en el sillón.
—Si, es el falso...
Me quedo en silencio, dudando si debería continuar o esperar un poco más.
—Bien, si sólo me viniste a decir que son unos sucios ladrones...
—¡Pero si aún no termino!—.
—¡No me importa! ¡Ya sé lo que viene a continuación, aceptaste ayudarle nuevamente para robarme a mí y a mi familia! Sólo que decidiste jugar un poco conmigo ¿no? ¿Cómo lo describió Miles? ¡Ah sí! Jugar a la casita...
—¡Así no fueron las cosas!—Grito y ella se encoge con miedo, lo que me hace sentir terrible—Aún no termino, escúchame por favor—. La tomo de las manos pero ella se aparta con brusquedad y me da la espalda. Seguro tengo un aspecto espantoso.
Suspiro y decido continuar con mi relato.
—Miles no quería separase del collar azul, era su primer trofeo, así que le dije que conseguiría cualquier cosa de igual o mayor valor con tal de que me lo diera. Estuvo buscando y fue entonces cuando me dijo que quería El ramillete...
"Me envió la noticia por correo, perdí la cuenta de cuantos hice por su culpa—me río sin ganas—apenas y miré la joya, no podía apartar la mirada de aquella belleza de ojos castaños que tenía la sonrisa más tierna y sincera que había visto en toda mi vida...
"Acepté sin dudarlo, por primera vez quería robar, pero no una cosa, sino un corazón. Quería a la guapa Maddison Cooper.
Ella se gira hacia mi con los ojos llorosos y elimina la distancia que nos separa para golpearme en el pecho, dejo que lo haga pero después la aprisiono en mis brazos mientras solloza.
—Eres... un... ¡idiota! ¿Por qué... Me di-dices esto? Estaba... Intentando odiarte... Quería di-divorciarme—.
—¿Querías?—Busco su mirada pero ella tiene los ojos cerrados. No responde, así que continúo con la historia.
—No iba a ser fácil, yo era un novato en las relaciones, siempre arruinaba todo y tenía una reputación de mujeriego... Nadie quería nada serio con Connor Blake, sólo una aventura de una noche.
"Fue ahí cuando mi padre nos preguntó, a mi hermano y a mi, que cuando pensábamos sentar cabeza y darle un nieto.
Me río y le froto la espalda para tranquilizarla.
"Phillip se atragantó con la sopa, pero yo sabía que mi padre tenía razón y le hablé de ti, que te había estado viendo pero que no me atrevía a dar el paso.
"Él estuvo encantado de ayudarme y mucho mas cuando le dije que quería hacerlo a la antigua; unir familias, pedirle tu mano a tu padre, hacer las tradiciones correspondientes...
"Nuestros padres creyeron que nos conocíamos y tú creías que ellos habían acordado todo sin consultarte, cuando en realidad yo estuve detrás de todo diciendo mentiras a diestra y siniestra.
"Una semana después estábamos frente a frente acordando nuestro compromiso... Fui un idiota como siempre, quise lucirme contigo por ser la primera vez que te veía pero sólo puse las cosas raras entre nosotros, nunca te gustaba estar a solas conmigo y salias corriendo cada que tenías oportunidad...
"He de confesar que me encantaba, contigo nunca sabía que esperar y eso me mantenía atrapado y con ganas de conocerte cada vez más.
"Los preparativos comenzaron y con ello nuestros ensayos, era mi parte favorita del día—no puedo dejar de sonreír mientras recuerdo—salía temprano del trabajo para llegar a verte y bailar o decir los votos o escoger alguna cosa... Nunca te diste cuenta pero yo ya estaba enamorado de ti en aquel entonces...
"Nuestros padres sí que lo notaron, sabían que nuestra relación no era recíproca y en varias ocasiones me preguntaron si realmente queríamos casarnos o si había algo más que no queríamos decirles... Como algún embarazo o negocio secreto.
"Yo me enojé y fue por eso que comencé a besarte y hacerte cariños... Esporádicamente, luego cada que tenía alguna oportunidad, para demostrarles que nos queríamos, creí que me odiarias por ello pero lo aceptaste sin rechistar y hasta querías colaborar pero yo sabía que perdería el control en algún momento así que marqué nuestros límites y volviste a aceptarlo.
"No había molestia de tu parte y yo creía que todo marchaba bien, hasta el día de nuestra boda, donde se vinieron abajo mis planes, como ya te he contado... Aún así logramos arreglar las cosas entre nosotros y nos enamoramos ¿Realmente crees que es un fraude? ¿El que yo te ame?—.
—Acabas de decir que siempre has mentido—Murmura—Y si te tomé el juego fue por mi hermana, no habría dejado que me casara de saber que todo era por la empresa de papá—.
Suelto un bufido.
—No quiero involucrar a nuestro hijo en esto pero no me dejas alternativa ¿Piensas que James es otra mentira? Él es el claro resultado de nuestro amor.
"Si yo hubiera querido robarte solamente, lo habría hecho desde el principio, no me habría casado ni mucho menos formado una familia, tuve demasiadas oportunidades.
"Viste lo mensajes ¿no? Le dejé en claro que se fuera al demonio la última vez, nadie se iba a meter con mi familia.
Ella se muerde el labio.
—Yo... No vi todos... No sabía si habías respondido—.
—Debiste hacerlo, quizás no te habrías enojado tanto—.
—¿Crees que nos haga daño?—. Levanta la mirada y veo el miedo en sus ojos, me siento la peor persona en el mundo ¿Cómo pude arrastrarla a esto? ¿Por qué no hice las cosas bien?
—Cariño...—tomo su mano entre las mías—Nadie va a tocarlos, te lo prometo, haré cualquier cosa para que estén a salvo, tú y James son lo único que me importa... Estos días sin ustedes han sido terribles—.
—Nosotros también lo hemos pasado mal, James casi no duerme a menos que lo cargue Tom—.
Dos segundos después parece que se arrepiente de lo que acaba de decir pero antes de que pueda hacer algo más la atraigo hacia mi pecho.
—Dime que regresarán a casa, por favor—.
—Yo... no lo sé—.
—¿Por qué? Te he dicho la verdad—.
—Si, te creo pero todo lo que robaste... no quiero ese ejemplo para James—.
—Maddison... Te dije que dejé eso hace mucho—.
—¿Cuánto?—.
—Seis años—.
—¿Y dónde está lo que robaste?—.
—Con sus dueños, devolví todo a excepción del collar azul—.
Guarda silencio y no digo nada por miedo a arruinar algo.
—Connor, prométeme que no lo harás de nuevo, si realmente me amas no lo volverás a hacer, prometelo—.
La miro directamente a los ojos cuando susurro:
—Te lo prometo—.
Sonríe y yo le limpio las lágrimas de sus mejillas, titubeo antes de besarla con suavidad en los labios.
—¿Estamos bien?—. Pregunto al separarme de ella.
Asiente y toma su teléfono de la mesa.
Marca un número y espera.
—¿Harry? Hola, llamaba para decirte que no continuaré con el divorcio, tenías razón, gracias. Te enviaré el dinero por todo... Claro que sí, adiós—.
Sonrío ampliamente.
—No me mires así, aún no te perdono completamente—. Dice al cruzarse de brazos.
Busco en el bolsillo de mi sudadera y le enseñó un DVD.
—¿Y ahora?—.
Mira la película con sorpresa y emoción.
—¡Grease! ¿Dónde la conseguiste?—.
—Estuve vagando por ahí estos días...
—No puedo creerlo, ¿la vemos ahora?—. Sonrío feliz.
—Claro—.
—A Thomas no le importará—. Dice mientras enciende la televisión y el reproductor de DVD.
Se sienta a mi lado y vemos una película, como siempre. Suspiro feliz y no puedo evitar pensar que ahora todo estará bien.
.
.
.
.
.
.
Voy a subir un capítulo cada día 🌚 estoy por acabarla. 😅🎉👏
James en multimedia ❤

La JoyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora