Capítulo dos.

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En algún lugar de Berlín...

Cierro la puerta detrás de mí quitándome el sombrero y las gafas de sol, los arrojo por un lado de la sala y mientras me dirijo a mi habitación me voy quitando la casaca. Frunzo el ceño cuando veo mi puerta entre abierta y con cuidado entro sin hacer ruido, dudo que hayan entrado a robar porque este lugar tiene mucha seguridad, pero uno nunca debe confiarse del todo. Repaso mi habitación y detengo mi chequeo visual en la cama.

Bufo al verlo dormir ahí, de este pendejo no me puedo librar. Camino hasta llegar al lado de él y sin pensarlo con poco esfuerzo volteo el colchón haciéndolo caer.

— ¡¿Que mierda tienes, estás loco acaso?! — grita estérico — ¡Estuve durmiendo tranquilamente! ¿Que harás si dañas mi rostro de millón de dólares? ¿Acaso no tienes consideración?

Mientras sigue gritando me quito la camisa sin hacerle caso. A veces pienso que él no es mi hermano, hasta a veces me gustaría negarlo pero sería en vano ya que es innegable el parecido que tenemos físicamente, hasta yo lo acepto.

Esa es una de las razones por la cual no me gusta estar antes las cámaras, me estarían comparando con mi hermano y sería molesto, prefiero hacer mi vida y mi trabajo en perfil bajo como siempre lo he hecho.

— No me ignores.dice molesto.

— ¿Te rentaste un departamento por las puras? Es molesto que duermas en mi cama teniendo una, ¿Que harás si te ven salir del cuarto de un hombre? Tu reputación se está volviendo peor, por favor no me involucres en ello.pido tajante mirándolo de reojo.

— Pero eres mi hermanito menor. — lo dice tan meloso que me da náuseas.

Camina hacia mi y me abraza, cuento mentalmente hasta tres para calmarme y no reaccionar tan mal. No me gusta mucho el contacto físico, prefiero mil veces mi espacio personal.

— Tengo calor, apartate. — me safo de él y resoplo, realmente estoy cansado.

— ¿Por qué siempre me rechazas así? Eres un bastardo. dice indignado.

A la vez que masajeo mis sienes me cuestiono porqué Dios me dio un hermano tan estresante y dramático, tal vez me lo dio para a tener presente que no todos son tan perfectos como yo, literalmente, puede ser una hipótesis válida. Y si, cada vez que estoy con él me cuestiono muchas cosas pero a veces sólo lo ignoro y enfoco mis pensamientos en cosas más importantes.

— Si ya terminaste me iré a bañar, organiza el pequeño desastre que me hiciste hacer y de ahí sabes donde está la puerta donde te puedes largar o si quieres te vas a al infierno. — al final le doy una sonrisa falsa sin mostrar mi dentadura.

Me adentro en la ducha y me relajo, caminar mucho me hizo entrar en calor. Espero que mi hermano me haya hecho caso y se haya ido, no quiero aguantarlo ahora, de eso que se encargue Bianca. Después de terminar mi ducha enrollo la toalla a la cadera y salgo del baño secandome el cabello con una toalla más pequeña y con los ojos cerrados, pero cuando escucho un silbido abro mis ojos irritado.

— ¿No te dije que te vayas al infierno? — tiro la toalla sobre mi cama y me cruzo de brazos.

— Pero que cuerpo tan fitness que tiene mi hermanito, ya veo que lo heredaste de mi. — camina hacia mi — Claro que mi cuerpo es aún más fitness. — alardea de algo que notablemente no es cierto.

Trata de tocarme pero me hago a un lado y de paso le pego un codazo en el brazo, a lo que él se queja yo camino hacia mi maleta para poder sacar ropa.

— ¿Que es lo que realmente quieres? — digo fastidiado abriendo la maleta.

— Mmmmm se coloca una mano en la barbilla Ok, lo acepto, aquí entre hermanos no sé como diablos no saco músculos si me paso, solo a veces, casi todo el día en el gimnasio, en cambio yo a ti nunca te he visto ir al gimansio... tal vez debería que tomar de esas pastillas ¿que dices tu?

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⏰ Last updated: Nov 04, 2020 ⏰

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