THOMARIE - Un triste despertar

Parte 2

- Tú...

Una sonrisa maliciosa, apareció en sus labios.

- Bridgette Clark...- como no.

- En carne y hueso - su sonrisa se ensanchó y adoptó una postura desafiante - Te has dado cuenta al fin, ¿eh?

- ¿¡Qué le has hecho a mi ponche?! - pregunté visiblemente asustada. Esa chica... Siempre me ha dado mala espina... Siempre está con Thommy... Me cae fatal...

- ¡Ah! Nada querida... - se calló, parecía saborear el momento...- Pero... no te importará que me quede con tu "Thommy" un ratito ¿No?

Sentí una rabia dentro de mí, por la cual quería dar a Bridgette su merecido, e iba a darle una contestación muy poco respetuosa, cuando, entonces, noté que mis párpados se cerraban.

- Dulces sueños, querida - acentuó la última palabra con una cara triunfal, y caí en un profundo sueño mientras oía a sus tacones golpear el suelo, y su media melena rubia ondearse a la brisa marina.

Después todo fue negro.

* * *

Un policía gordo golpea la superficie de la mesa con un bolígrafo. El repitiqueo me pone de los nervios y ojalá pudiese, al menos, fulminarle con la mirada, si no fuera por que parece estar muy ocupado luchando contra el sueño.

- ¡Marie, cariño! - veo a mi madre correr hacia mí con lágrimas en los ojos - ¡Sabía que estabas viva! ¿Dónde has estado? ¿Qué te ha pasado?

Sus brazos me aplastan la traquea y apenas puedo respirar. La he echado de menos en verdad pero, tengo un problema mayor ahora.

- Ehm... yo... - empiezo a decir.

- Tienes mucho que contarnos - una voz conocida me interrumpe. Su sombra se refleja en las farolas de la entrada. Inconfundible.

Papá.

* * *

- Marie...

Abrí los ojos con dificultad, me dolía muchísimo la cabeza y todo me daba vueltas. Jazz estaba arrodillada a mi lado y me daba suaves golpes en la mejilla.

- Marie...

Me llamaba con voz preocupada.

- ¡Marie!

- ¿Qué...?

Jazz sólo se lanzó a mis brazos, asfixiándome. Al liberarme, me detuve a mirar a mi alrededor. No había nadie ya en la fiesta, estaba todo vacío.

- ¿Dónde...? ¿Cuándo...? - No sabía que preguntar...

- ¡Por Dios Marie, me has pegado un susto de muerte! - sus palabras salían a borbotones por culpa de la angustia pasada y el repentino alivio - ¡Cómo no te despertabas!

- ¿Dónde está todo el mundo? - alcancé a decir.

- ¡Se han ido! ¿¡ Sabes la hora que es ?! - de repente callo, cayendo en la cuenta de que era imposible que supiese la hora.

- ¿Qué hora es?

- Las 4:00 AM

- ¿¡Las 4:00 AM?! - me quise incorporar, sobresaltada por sus palabras, pero un rayo de dolor atravesó mi cabeza, y me obligó a quedarme quieta.

- ¡Dios Mío Marie! ¿¿Cómo has acabado en este estado??

- Yo...- recordé la estúpida sonrisa de Clark- ¡¡Bridgette!!