Capítulo 3

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Tengo un problema :v

Disfruten!


- ¿Entonces? –Volvió a preguntar Mamo.

- Bien, tú ganas.

- ¿Eh? –Mamoru lo miró perplejo

- Ahora ¿Qué?

- No lo sé, no pensé llegar tan lejos. –Respondió con una sonrisa, lo que hizo a Tatsuhisa chasquear la lengua.

Después de decidir a donde irían, los dos se dirigieron ahí. Era un día frio, y el cielo amenazaba con llover, aun así muchos turistas y demás personas habían salido para ver la ciudad.

Tatsuhisa puso su plan en marcha, a pesar de no agradarle el hecho de haber salido con él, tenía que aprovechar el tiempo, por lo que trataba de buscar cuales eran sus debilidades y gustos, así que no paraba de hacerle todo tipo de preguntas.

Unas muchachas pasaron cerca de los dos hombres, por lo que Tatsuhisa les sonrió y estas solo siguieron caminando mientras se reían.

- ¿Vistes a esas turistas? –Le preguntó en voz baja al otro.

- ¿Las que pasaron por aquí? –Tatsun asintió. –Si. ¿Qué paso?

- Una de ellas tenía los pechos enormes. –Le comentó susurrando. Mamoru abrió los ojos por oír aquella palabra.

- ¿¡Pero qué es lo que le ves a las mujeres?! –Expreso en voz alta, por lo que hizo que varias personas se les quedaran viendo.

- ¡Mamoru! –Le reprendió.

- Perdón. –Susurro. –Pero ¿eso les ves?

- ¿Qué? Soy hombre, es normal.

- Pero yo no hago eso. –Dijo deteniéndose para pensarlo. –No, no lo hago.

- Ay, por favor. –Mamoru se puso a pensar, para después abrir sus ojos de sorpresa.

- ¿Qué fue lo que le viste a Yuko? –Mamo se sonrojo. –Y según tú no los ves.

- ¡No lo hago! –Se quedó callado unos segundos. -¡¿Tú le ves los pechos a Yuko?! –Volvió a alzar la voz. Tattsun se golpeó la frente.

- Que le voy andar viendo, Yuko está más plana que una tabla. –Miyano se quedó callado y después se sonrojo.

- Pobre Yuko... -Dijo negando con la cabeza.

- Es la verdad. -El mayor se le quedo viendo.

- Bueno, sí. –Y así volvieron a caminar. Pasaron a comer en un restaurante que se encontraron por ahí. Al finalizar, ambos decidieron que su pequeña salida ya tenía que llegar a su fin, por lo que ahora se dirigían a la estación de tren.

Definitivamente este día había sido demasiado largo, o al menos así lo sentía Tatsun.

El rockero miraba a Mamoru cada 5 segundos. ¿Por qué? Ni él lo sabía. Miyano tenía algo que a Tatsuhisa no le terminaba de agradar, y es que el seiyuu era demasiado infantil, por lo que llegaba a irritar; aunque claro, Suzuki tampoco llegaba a mostrar una personalidad muy madura que digamos, además de tampoco mostrar frente a todos su verdadera personalidad. Eso lo puso a analizar, ante el público se comportaba de una manera muy diferente a lo que se estaba comportando con Mamoru o Yuko.

Tal vez no le importaba lo que el otro cantante ahora pensaba de él.

-Bueno, aquí nos despedimos. –Sonrió el mayor. El seiyuu asintió.

Ya había llegado a su apartamento. Al entrar suspiro. Este día había sido agotador.

No alcanzo a sentarse cuando su móvil empezo a sonar, lo tomo y miro la pantalla; era su mejor amiga quien llamaba.

-¿Qué pasa?

-¿Te gusto tu cita con mi novio? –Al oír la voz picara de Yuko, bufo.

-No fue cita. –Contesto un poco molesto. –Es más, no creo que me agrade mucho.

-¿Eh? Pero si es perfecto.

-Para ti...

-Mmm, perdón por hacerte pasar un mal momento. –El tono de voz que Yuko utilizaba, hizo sentir mal a Tattsun.

-Hare un intento de llevarme con él. –Dijo para que esta no se sintiera mal.

-Bien. –Permaneció en silencio unos segundos. –Tatsu... ¿Estas seguro de esto? –El hombre suspiro y trato de esbozar una sonrisa a pesar de que no lo veía.

-Si...


¡Ella Es Mía! O ¿Tú Lo Eres?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora