Apenas salió de la facultad de artes escénicas, revisó el mensaje de texto que su amigo le envió cuando aún estaba en clases. No había nada muy importante en él, sólo decía que por favor lo llamara apenas estuviese desocupado. MinSeok lo estaba en ese momento, asique no dudó en llamar a LuHan.
—MinSeokee, que bueno que llamas.
Su amigo al otro lado de la línea lo saludó con esa vocecita melosa que pone cada vez que quiere pedirle un favor, asique él, ya habiendo descubierto su verdadera intención, rodó los ojos y suspiró.
—Sí, ¿qué quieres?— acotó cuanto pudo. LuHan no tardó en contestar.
—Vamos a encontrarnos en la heladería, voy saliendo del trabajo.
—Vale, espérame ahí— finalizó MinSeok con una voz suave —estoy esperando el bus.
—Okay— canturreó el chino, persistente con esa tonalidad excesivamente dulce.
Al colgar la llamada, se puso los audífonos y le subió el volumen a la música, necesitaba notar aunque sea un pequeño tamborileo que le diera alguna pista para nuevos pasos. No era coreógrafo ni mucho menos, pero tenía como proyecto de clases hacer una representación de baile tradicional con su grupo de compañeros, y todos se atascaron en una maldita parte de la canción asignada por el profesor.
Al llegar al lugar acordado, aún frustrado porque no se le ocurrió nada, LuHan ya lo esperaba sentado, con una sonrisa inmensamente sospechosa. MinSeok tomó asiento y lo escrudiñó en silencio.
—¿Cómo estás?— inició el chino, MinSeok alzó una ceja, se cruzó de brazos y sonrió.
—¿Es enserio? Ya dime qué quieres como para hacerme venir aquí, pesado— rió negando, LuHan sonrió también.
—Vale, ¿recuerdas la obra de teatro que te dije que estaba preparando?— indagó.
—LuHan, por milésima vez: no voy a ser el puto árbol número cuatro— LuHan rodó los ojos —Ya te dije que mientras pintes un cartón, ni se van a dar cuent-
—No es eso— cortó, tomó aire hasta inflar su pecho y cuando tuvo la atención del mayor, lo soltó en un ligero soplido para continuar —Todo ha ido de maravilla, excepto por una cosa— alzó el dedo índice —Verás, el protagónico lo obtuvo un chico excepcional, de verdad, es tan genial que no imagino a nadie más que no sea él, pero...
—¿Pero?
—Es un desastre bailando, de lo peor— MinSeok sonrió —Bueno, tampoco es un musical, asique no necesita saber mucho, el tema es que en una parte de la obra tiene que bailar vals, ya sabes, ese normal que se baila en todas partes— MinSeok seguía mirándolo sin mucho interés, hasta que se dio cuenta de que LuHan lo miraba sugerente.
—Espera, ¿me estás pidiendo que le enseñe?— se señaló abriendo sus ojos lo más que pudo. LuHan juntó sus manos frente a sí.
—Por favorcito MinSeokee, sé el héroe de mi obra, mi ángel guardián, dulce y todopoderoso Kim MinSeok— habló tan rápido que parecía un extraño rezo para ahuyentar males.
MinSeok suspiró negando, se cargó en una mano y seguía con una expresión reprobatoria. Se podía considerar buena persona, pero ya bastante tenía con sus propios problemas como para solucionar el de alguien más, por muy amigo suyo que fuera. LuHan recargó su mentón y nariz en las manos juntas y miró casi sin pestañear al mayor. Oh no, de nuevo esa cara.
—¿Por qué no le enseñas tú? O pídele que vaya a clases de baile de salón, no debe ser muy caro...— se quejó como último recurso.
—Sabes que los bailes de salón no son lo mío, y ya intentó entrar a unas clases ¿pero me puedes creer esto? Hay como mil tipos de bailes: vals inglés, vienés, francés, tango, slow four...

YOU ARE READING
Vals »ChenMin«
FanfictionKim MinSeok, un joven estudiante de artes escénicas se ve comprometido a ayudar a su amigo LuHan luego de que éste lo pusiera en una incómoda situación. «El vals se baila de a dos, aunque seas quien guíe, no puedes pretender hacerlo todo tú solo...