Cap. 25 [~*No te alejes de nuevo*~]
TOM: no, no quiero nadie se entere de nada, si tú lo sabes es porque viste a ______ solo eso pero nadie más se debe enterar
BILL: ¿Por qué no?
TOM: porque no quiero quedar como un cobarde ante mi familia, cuando todo se solucione lo sabrán.
~♥~
Apenas había conocido el hotel de España, aunque no me extrañaba del todo todas las instalaciones de la cadena de hoteles Schäfer eran iguales, me atendían como una princesa y era lo que me merecía, mientras los niños estaban en guardería con los demás yo me iba al spa y algunas clases de meditación y relajación, para no estar tan tensa porque las noches con Dylan no eran lo mejor de todo, sobre todo cuando dormía todo el día y despertaba por la noche, despertaba a Dayán con un pésimo humor, lloraban los dos juntos, era un caos.
COORDINADOR DE JOGA: ahora, respiren, estiren los brazos así, ahora descarguen toda la tensión acumulada, imaginen un lugar bello, el olor a pasto húmedo, el sonido de un riachuelo, todo va perfecto no hay problemas nada, solo existen ustedes ¿sienten esa sensación? Esa sensación de paz, de armonía.
Sentía una exquisita sensación corriendo por mi cuerpo, eso funcionaba no había duda. Después de las clases fui por los niños, los subo a su carriola y después de cambiarme ropa salimos a dar un paseo cerca del hotel, Dylan iba jugando con sus pies moviéndolos frenéticamente, eran tan pequeñitos y lindos, Dayán tenía una sonaja en sus manos y llevaba mucho ruido por la calle, así que decidí volver a hotel con ellos.
Los recuesto sobre la cama e intentaban voltear para quedar más cómodos, intentaban repetidas veces aunque les fuera inútil pero seguían intentándolo era muy conmovedor y una gran enseñanza, hasta los bebes de apenas 2 meses luchaban por vencer un gran obstáculos para ellos que era voltear, ¿Por qué nosotros no podemos vencer algo mucho más minúsculo? Los tomo en mis brazos y los acomodo como ellos querían Dylan toma su pie y se lo introduce en la boca.
____: oye no te comas el pie (quitándoselo de la boca)
Volvía hacer lo mismo Dayán por otro lado chupando su mano, al parecer tenían hambre los acomodo uno a cada lado y comienzan a mamar, los dos me miraban fijamente al rostro, yo los miraba y sonreía, lucían tan tiernos. Tocan a la puerta pero no podía abrir porque estaba algo ocupada con los niños.
____: ¿Sí?
***: Señorita ____ soy Paolo
____: ¿Qué necesitas?
PAOLO: pensé que necesitaba algo
____: no Paolo Gracias estoy bien, cuando te necesite te llamo
PAOLO: está bien señorita
Miro a los niños los cuales estaban a punto de dormirse, no era muy entretenido del todo estar en un hermoso país y que no pueda recorrer hasta la salida del hotel porque estoy con los pequeños, me recuesto en la cama con un bebe a cada lados y los tres nos dormimos.
~♥~
El tiempo pasaba rápido en algunas ocasiones como en otra muy lento, sobre todo esas infinitas noches de recuerdos, pero otras pasaban tan rápido, había recorrido casi toda España, recibía llamadas diarias de mi familia, Gustav me pedía que todos los días les mandara fotos de los bebes, no querían poder nada de ellos pero estaba lejos de casa yo también me sentía algo sola acá pero al mismo tiempo no tanto me había servido mucho para distraerme.
Aunque faltaba poco para volver a casa no me sentía muy feliz, volver a mi vieja vida era algo decepcionante, pero me emocionaba saber que volvería a ver a Gus y mis padres, que ellos verían a los pequeños ya estaban más grandes y lindos cada vez se ponían más bellos. Como una de mis últimas hazañas en España quería divertirme por lo menos una vez en un club nocturno, con más gente pasarlo bien, olvidar todo, pero no quería ir sola, Paolo me acompañaría para eso estaba para servirme, los pequeños se quedaron en la guardería del hotel por lo menos una vez para mi, divertirme no sería tan malo, íbamos en el auto con Paolo, él me hacía preguntas a las cuales yo respondía y viceversa.
