Conectada a ti (Harry Styles y tú)

Capitulo 1

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Volví a tocar en la puerta del baño pero, esta vez, mucho más fuerte para que se enterase de mi presencia, ya que llevaba casi una hora encerrada allí

-¡¿Cómo puedes tardar tanto en maquillarte?!-grité a mi hermana desde fuera-¡Vamos a llegar tarde!

-¡Ya está!-dijo abriendo la puerta de par en par-Eres una pesada, ______

-Una pesada que quiere llegar puntual. Además, no entiendo por qué te tienes que maquillar. Vamos a la universidad, no a pasar la tarde en el centro comercial

-Sabrias la respuesta si fueras popular pero no lo eres. Eres invisible, una antisocial. Eres una nerd que no le importa a nadie

Sí, asi era yo. Y tenia mucha razón. Toda mi vida habia sido así. Yo no era nadie. No lo habia sido ni en el colegio, ni en el instituto y la cosa no habia cambiado en la universidad. Sólo era la pobre empollona que no tenia amigos ni vida social

Sin embargo, mi hermana era la popular. Fue ella la que se llevó el carisma, la valentía y la belleza en el reparto genético porque, a pesar de que éramos gemelas, ella era muchísimo más guapa y atractiva que yo. Tenia un cuerpo envidiable y yo era un poco más gordita que ella asi que no era de extrañar que llevase la mejor ropa que tenia. Mientras ella lucia su precioso y brillante pelo rubio y llevaba unos shorts y una camiseta roja con la que se le veia el piercing del ombligo, yo tenia mi pelo castaño recogido en un moño improvisado y llevaba unos vaqueros grises y una camiseta gris básica. Ella era todo lo estilosa que yo no era

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Pero todo eso que me dijo, me dolió mucho. Sentia las tremendas ganas de llorar y ella lo notó a pesar de que con el tiempo habia aprendido a disimular que esos insultos no me afectaban. Pero lo hacian y mucho

-_____, yo... -se quedó parada delante de mí

-Da igual, Eva. Tienes razón y no te la quito, pero aún así duele. Y más si te lo dice tu propia hermana

Me dí la vuelta cogiendo mi mochila y bajé las escaleras. No me gustaba discutir con ella asi que preferia irme de allí y evitar la pelea

Antes de salir de mi casa, fui a darle un beso a la mujer más maravillosa e increíble del mundo: mi madre. Y como madre, se dió cuenta de que me ocurria algo

-¿Estás bien, mi amor?-me cogió de las mejillas

-Sí, muy bien-intenté disimular pero no se me dió muy bien

-Ya te ha vuelto a decir algo tu hermana, ¿no? Se va a enterar cuando baje

-No, mamá. No ha sido su culpa. En serio-la besé en la mejilla para poder tranquilizarla-Bueno, me voy que llego tarde. Hasta luego

-Hasta luego, cariño-me besó de vuelta-Recuerda que esta noche tenemos el cumpleaños del abuelo Anselmo, ¿vale?

-Vale pero iré con una condición

-¿Qué condición?-dijo riendo

-Que la abuela no me pregunte más si tengo novio-ella volvió a reirse-Es que es agobiante

-Vale, mantendré a raya a tu abuela

-Entonces iré-volví a besarla-Hasta luego

Cerré la puerta de casa y, cuando iba a cruzar la calle, me encontré en la esquina de casa su descapotable. Era Sergio

Sergio, el novio capullo que tenia mi hermana. Era el típico guaperas y con carita de ángel del campus que tenia, tanto a los profesores como a los alumnos, en el bolsillo. Aunque en realidad era un gilipollas inmaduro que le gustaba martirizar y meterse con los novatos y empollones como yo. Conmigo no se metia porque era la gemela de su novia y nada más pero era terrible con los demás. Y lo peor de todo era que mi hermana le reia las gracias y lo adulaba como una tonta, además de ser ciega porque todo el mundo sabia que Sergio era un mujeriego. Bueno, más bien un putero, con perdón de la palabra, porque hasta contrataba prostitutas para algunas fiestas del campus. Pero mi hermana era tonta y ciega, como ya he dicho, y no lo veia. El tinte rubio que se echaba cada mes debió de quemarle la zona sensata del cerebro