El Rescate

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Luz se dirigía a la biblioteca. Ahí se reuniría con la persona que menos quería ver, pero era un sacrificio que tenía que cumplir. Por Diane.
-Hola Keylla-
La chica le respondió con un gruñido. Estaba sentada de en una de las sillas de madera, recargando los pues en la mesa. Increíble que la bibliotecaria no la hubiera echado.
-Un gusto verte también- le respondió Luz
-¿Venimos aquí para otra cosa no crees?-

Luz giró los ojos, esa chica no tenía una intención más clara: sacarla de sus cabales.
-Bueno...¿pero lo haremos hoy verdad?-
-Ajá- contestó distraída, -Lo que no entiendo es porque quieres que solo vayamos tú y yo-
-Será más fácil, además si somos muchos sería más fácil que nos descubrieran-
-Pero que haremos con el director-
-Pequeño viaje familiar- contestó Luz con una sonrisa traviesa.
-¿Se lo creyó?-
- Digamos que soy buena falsificando firmas...imitando voces...-
-Ok ya entendí-dijo interrumpiéndola, - Hoy a las siete-
-Dalo por hecho-

............

Luz y Keylla salieron silenciosamente de su cuarto. No necesitaban hablarse, sabían perfectamente que no podían hasta llegar fuera del colegio, no por temor al director, sino por los chicos.

Peter había estado encima de ellas intentando crear planes o estrategias, pero le habían dicho que ya lo tenían todo bajo control. Claramente no se lo creyó. Las siguió y se quiso entrometer en sus planes. Pero Keylla no se lo permitió. Sabían que si se iban a rescatar a Diane, el chico las seguiría.

Tiago había sido otro pequeño obstáculo. Desde que Luz y el comenzaron a salir, casi no se había separado de ella. Si le decían que irían a una misión tan peligrosa, igualmente hubiera intentado que Luz se quedara por temor a que saliera herida. Tampoco se lo permitieron.

Llegaron fuera del colegio. Era hora de entrar en acción.

Luz simplemente seguía a Keylla. La peli negra estaba segura de que Diane estaría en la vieja guarida de su padre. Solo había un pequeño problema. Era bajo el agua.

Llegaron a la orilla del mar.
-¿Como llegamos tan rápido?-
-Yo....tal vez manipule el tiempo solo un poco...-
-¿Puedes hacerlo?- preguntó con curiosidad
-Solo unos pocos minutos...-
-¿Y ahora?-
-Um duh, congela el agua y yo podré manipularla lo suficiente para entrar-

A regañadientes hizo lo que le indicaba. "Espero que funcione". Se metieron al agua. Keylla le hizo una seña con el dedo de que fuera hacia abajo.

Nadaron hasta que el aire se les empezó agotar. Para su alivio, encontraron lo que buscaban.

Frente a ellas estaba un gran barco hundido. Tenía la madera de la cubierta destrozada, pero parecía que alguien la había reforzado con metal logrando que no entre agua.

Llegaron a la puerta que necesitaban. Keylla utilizó sus poderes y la abrió con facilidad. La cerraron instantáneamente.

Luz dio una gran bocanada de aire, permitiendo que el aire poblara sus pulmones.
-Creí que no iba a volver a respirar- suspiró
Caminaron por el largo pasillo, abriendo diferentes compuertas en busca de su amiga.

Ninguna era la indicada. Parecía que sus intentos habían sido en vano. Hasta que encontraron una puerta de bronce con una gran manivela giratoria.

La abrieron.

Todo estaba oscuro. Sus ojos tardaron bastante en adaptarse a la penumbra. Ojalá hubieran tardado más. Su visión no era precisamente..... hermosa.
-¡Diane!-

Su amiga estaba atada a una camilla. Tenía cerrados los ojos.
-¡Despierta!- sollozó abrazándola

Keylla inspeccionaba los alrededores mientras Luz intentaba reanimar a Diane. Descubrió que algo la observaba, alguien para ser precisos.
-Hola papá-

Un hombre salió de las penumbras.
-Veo que has mejorado-
-He sentido tu sombra- contestó orgullosa.
-No hay tiempo, llévatela de aquí, el, hechizo no durará mucho, su padre puede volver-

Luz ya había sacado a Diane, y la llevaba apoyada en el hombro. Keylla se le acercó para ayudarla.

Caminaron por el mismo pasillo de nuevo. Pero se encontraron con....el. Una ráfaga de aire las inundó, Keylla apenas pudo reaccionar y las convirtió a todas en sombras.

Dejaron desapercibido al señor. El cual no sabía a dónde disparar ni a dónde mirar. Solo veía negro.

Al salir del barco, Diane abrió los ojos. Creo una gran burbuja de aire permitiéndoles respirar.
-¡Diane!-
Luz se abalanzó hacia ella, ahogándola con un abrazo.
-Creí que nunca vendrían-
-Bueno.....por mí me quedaba- contestó Keylla
-Tu la ayudaste, gracias- le sonrió Diane.

A Keylla le embargó un sentimiento que jamás había sentido, ni que le habían permitido sentir. Algo que estaba totalmente prohibido en su familia.

Salieron del gran océano, aterrizando en la costa.

Al fin estaban completas. Sanas, y salvas.

Academia Mágica (REESCRIBIENDO)Where stories live. Discover now