Capítulo primero

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Corazón

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Capítulo I

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Sabía que estaba actuando mal, que lo que estaba a punto de hacer era incorrecto. No, no debía hacerlo pero el deseo era mucho más fuerte que su voluntad.

¿Cómo poder resistirse a la tentación cuando ella se veía tan dispuesta a entregarse a él, tan inocente, tan pura, irradiando ingenuidad? ¿Cómo poder resistirse a ser el primer hombre en recorrer su femenina anatomía, enseñarle las distintas formas del placer? ¿Cómo?

Eso sucedía cuando el sentimiento es verdadero.

Amor, y nada más.

La conoció una tarde, tibia y tranquila, en una reunión. Él, normalmente, no asistía a este tipo de eventos que eran organizados por su madre, y aunque sólo acudían amigos de la familia, Trunks no se sentía muy cómodo.

Tantas personas con las que él no platicaba y a las que no les afectaba si lo hacía o no, iban y venían por el lugar, degustando los deliciosos manjares que se les ofrecían.

Aquel día, su esposa Mai, estaba indispuesta para acompañarlo. Catarro, había dicho ella, y el doctor lo había confirmado. Cinco años de casados y él sentía que eran dos completos extraños. Ella solía viajar mucho, por negocios, no por placer, y las noches que habían tenido intimidad en ese tiempo de casados podía contarlas con los dedos de la mano.

Se sentó lejos del bullicio producido por la reunión, en el césped, bajo la sombra de un árbol, sin importarle siquiera que su costoso traje pudiese arruinarse. Suspiró con cansancio. Una voz, suave y casi infantil, escuchó a sus espaldas.

—A ti tampoco te gusta estar aquí, ¿verdad? —cuestionó ésta, y Trunks respondió sin volver el rostro.

—No, la verdad es que no tengo idea de cómo funciona el mundo social actualmente, yo solamente conozco de negocios y nada más; creo que me he vuelto aburrido. —Su voz fue tan neutra, que se sorprendió.

-Bueno, eso es un problema. -respondió.

- ¿Qué haces tú por aquí? Ya dejaste en claro que no te gusta la reunión, pero ¿por qué?- cuestionó volteando el rostro para verla mejor. Era una niña pequeña, de cabellera negra y piel blanca, que llevaba un vestido de color púrpura, el cual, supuso, no era de su agrado.

-Es que odio usar vestido, y además, no quiero que Bra Briefs me vea usando uno, podría armar un escándalo en el colegio. -dijo mirando con hastio su atuendo y su actitud provocó que él esbozara una sonrisa.

-Entiendo pero, ¿por qué no quieres que te vea con un vestido? Yo creo que te queda bien. - ella lo miró y frunció el ceño.

- ¡Tengo una reputación que cuidar! Nunca nadie se burlará de mí solo por usar este ridículo vestido, ¡y nunca pedí tu opinión de si me quedaba bien o no!- espetó. Trunks rió levemente.

-Lo lamento, no fue mi intención hacerte enojar, nada más quería ser gentil. Sin embargo, me parece increíble que siendo tan pequeña debas cuidar ya una reputación; yo soy mayor y mi reputación es muy importante para mí, aunque sólo sea por negocios. -explicó con sutileza.

- ¿Pequeña? ¡Yo no soy pequeña! ¿Cuántos años crees que tengo? - Para Trunks, ella se veía adorable haciendo pucheros.

-Uh... No lo sé. - En verdad no tenía idea. - ¿Diez?

- ¡Tengo trece! Y sí, mi reputación en el colegio es muy importante. Soy una chica ruda y por eso me consideran rara... -soltó un suspiro, un poco más relajada. -Bra Briefs ha sido la única chica que ha tratado de hablarme pero como es popular, creo que se arrepiente y no lo hace. -apoyó su cabeza entre sus manos y lanzó una mirada a Trunks, quien también la miraba.

-Pues entonces hablale tú, no creo que pierdas nada. -sugirió. -Bra puede parecer un monstruo pero no lo es; mi hermana tiene algunos complejos, mas sabe cómo controlarse.

- ¿Tu hermana? -preguntó con sorpresa. - ¿En verdad es tu hermana? Ahora que lo pienso, se parecen bastante.

-Sí, solo que yo soy más guapo. -dijo en tono de broma y ella se sonrojó de manera casi imperceptible. Él se aclaró la voz. -Deja que me presente. Mi nombre es Trunks Briefs, encantado de conocerte. -estrechó su pequeña mano.

-Un gusto. -respondió ella por cortesía. -Mi nombre es Son Pan.

- ¿Son? El apellido me es conocido, ¿cuál es el nombre de tu padre?- Estaba intrigado, tenía una ligera sospecha y esperaba que fuera disipada.

-Mi padre es Son Gohan, ¿por qué? ¿Lo conoces? - ella, por su parte, estaba un poco más intrigada por él.

-Sí, lo conozco. -le dijo con una sonrisa. -Fue un buen amigo, ¿cómo está tu tío Goten? Él y yo fuimos buenos amigos también. -la miró encogerse de hombros.

- Pues ahora está en la montaña Paoz, su matrimonio con la tía Pares no funcionó muy bien y están en proceso de divorcio. -respondió con la mayor naturalidad del mundo.

-Pobre Goten, él estaba ilusionado. -Suspiró. -En fin.

-Papá dice que a veces no se es feliz con quien se quiere. -Trunks le sonrió de nuevo. ¿Es que acaso no podía dejar de sonreírle como un bobo? La conversación con Pan era sumamente agradable para él, mucho más de lo que podía resultarle una charla de adultos.

-Son muy sabias palabras.

- ¿Estás casado?- le preguntó ella; él tardó en responder.

-Sí, desde hace cinco años. -ella lo miró fijo.

- ¿Eres feliz? -cuestionó.

-No del todo. -le fue imposible mentirle.

- ¿Sabes cómo ser feliz?

-Antes sí.

- ¿Por qué ahora no? -sus preguntas inocentes le hacían reflexionar.

-Tal vez olvidé lo importante. -ella frunció los labios.

-Uh, tal vez sólo no quieres ser feliz.

-Debe ser. - respondió él, divertido. -Fue un placer haber platicado contigo, Son Pan; recuerda acercarte a Bra, ella no es mala. Y cuando quieras ven a visitarme a la Capsule Corp. porque me gustó mucho platicar contigo. Envíale saludos a tus padres de mi parte. Hasta luego. -se levantó del césped y volvió a estrechar la mano de Pan; ella correspondió el gesto.

-Hasta luego, señor. -dijo. Él volvió a reír.

-Me haces sentir viejo, sólo tengo 26 años; dime Trunks, y ya. -ella asintió y corrigió.

-Hasta luego, Trunks.

-Adiós, Pan. -y revolvió su cabello antes de ir apresuradamente a despedirse de su madre, pues era su deber de esposo cuidar de Mai estando enferma.

Pan se quedó ahí, debajo de ese árbol, haciendo pucheros. ¿Trunks no había comprendido que ella no era una niña? Observó a Bra a lo lejos, y cuando los ojos de ésta se conectaron con los suyos, un escalofrío recorrió su espina dorsal, pues inmediatamente ella se acercó corriendo. La observó de pies a cabeza al llegar frente a ella y chilló de alegría.

-Pan ¡te ves genial! No estaba segura que vinieras hoy. -le dijo ella.
Su cabello azul y ojos de igual color resultaban exóticos para todos, y a pesar de todo, Bra le hablaba con naturalidad.

-Bueno, mis padres me trajeron. -se excusó.

-Oh, ya veo. ¿Quieres venir a mi recámara? -no le dio tiempo de responder a Pan, porque ya la llevaba arrastrando de la mano.

Trunks sonrió feliz antes de marcharse definitivamente de esa fiesta, la mejor de muchas. Ciertamente, Son Pan era una chica especial.

Corazón (Trunks&Pan fanfic)Where stories live. Discover now