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Seungcheol + Mingyu + Seokmin

La imagen es perfecta para el One Shot

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La imagen es perfecta para el One Shot. :)

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La noche es joven, diría Dokyeom, si no se encontrará solo en esa fiesta ahogándose en esa amarga cerveza Corona. Su teléfono recién marca las dos de la mañana y siente que ya debería irse. No es porque sea antipático o algo por el estilo, más bien, el era él Happy Virus de las fiestas, pero en ese momento se encontraba perdido, y no, no es por las dos cervezas que ya va cobrando, tal vez es porque ese lugar no es su ambiente para que saque su lado más bastardo y prefiere irse.

Observa por última vez al barman, dedicándole una sonrisa caída antes de levantarse de la pequeña banqueta. Tiene que atravesar ese mar de gente moviéndose para encontrar la salida. Era mucho más conveniente salir por la puerta trasera, ya que nadie lo vería, si bien, la parte trasera era cuando no había más cuartos en la casa y la calentura era mucha, hasta llegar al punto de hacerlo en público.

Sabía que el disculpa, con permiso o algún que otro acto respetuoso estaba de más, nadie lo escuchaba y se dedicaban a bailar, ignorando todo su alrededor. Cuando creyó que ya estaba por salir de esa prisión por la falta de oxígeno y el dolor de sus pies al ser pisoteados, sintió unas manos en su cintura junto a una suave respiración en su oído.

Si hubiera estado de mejor humor, habría dejado que el desconocido -ya que se notaba por su agarre que era hombre- siguiera con sus efímeros toques, ya que, al igual que la noche el era joven, pero simplemente ya todo lo estaba cansando. Giro su cuerpo, quedando frente a frente de un pelinegro. Su sonrisa era coqueta junto al agarre posesivo de sus caderas cuando se dedicó a verlo a la cara. Quiso formular una pregunta coherente, pero el pelinegro se adelanto, susurrando contra su oído con esa voz ronca de infarto.

- Te veías aburrido desde hace rato. Me gustaría alegrarte la noche. - ese efímero toque entre los labios del contrario y su lóbulo lo hizo jadear, aferrándose a la camiseta negra del contrarió. - Soy Seungcheol.

Y Dokyeom pudo saborear el nombre del desconocido entre sus belfos cuando sus miradas se conectaron. La música electrónica paso a ser catalogada como caliente y excitante, las caderas de Seungcheol se movieron contra las suyas, creando una fricción entre sus entre piernas.

- ¡Ah!- un jadeó escapó de sus labios al sentir como esos gruesos labios se posaban en su cuello.

Quería decirle que se detenga, que no tenía humor o alguna excusa pero el tacto era malditamente placentero que sus sentidos se nublaron. Aferró sus brazos contra el cuello del alto, dejándose llevar por los movimientos de caderas de ambos, creando fricción entre sus falos.

- ¿Estás solo, precioso?

Gimió cuando esa voz ronca inundo sus sentidos. El contrarío sostenía con fuerza sus caderas, creando un maldito roce contra su entrepierna, que llegaba ponerlo demasiado duro.

- S-si- jadeo mientras trataba de mover sus caderas al compás de las del contrario. Este sonrió contra la piel de su cuello, lo sintió cuando unos besos comenzaron a descender de su mentón. Las manos fueron a parar a su trasero, acariciándolo por encima del jean entubado que estaba usando, ese que marcaba perfectamente sus muslos.

- ¿Me dirías tú nombre?- jadeo contra su oído, compartiendo un beso húmedo. Dokyeom pudo sentir el sabor del trago que el contrario había estado bebiendo, por lo que jadeo cuando la lengua de este se enredo con la suya, causando una pelea entre ambos órganos bucales.

- Dokyeom. - susurro cuando se separaron, tratando de tomar aire.

- Presiento que no es tu nombre, pero de acuerdo. Dime... ¿Prefieres estar aquí, o en una habitación, mientras te hago mío?- Y por fin pudo verlo (claramente) de frente, bajo las luces de colores neón, un hombre hermoso era bañado por ellas.

Sus ojos eran grandes y llamativos, siendo acompañados por esas hermosas y largas pestañas. Su rostro era muy masculino, con facciones duras, labios carnosos y era unos centímetros más alto que el. Sus brazos eran anchos y gracias a la camisa que estaba usando, sus músculos eran perfectamente marcados.

Jadeo como respuesta cuando una de las traviesas manos del alto se paseo por su notable erección. Se aferro al cuello del otro con fuerza, gimiendo en voz cuando sus labios húmedos fueron a parar a su manzana de Adán, succionando con fuerza su piel.

Ambos se encaminaron con sonrisas traviesas hasta una de las habitaciones del segundo piso, sorprendidos al notar las pocas personas que se encontraban en el espacio.

Al llegar a lo que parecía una de las habitaciones principales, no dudaron en reír con torpeza, el alcohol en el cuerpo de ambos eran un gran factor, junto a la excitación del momento. Creyó haber escuchado unos pasos detrás suyo cuando era empotrado contra una de las paredes, recibiendo con gusto los besos de Seungcheol en su cuello y clavículas, pero todo pensamiento se esfumo al sentir unas caricias en sus muslos.

- Vaya hyung, ¿No te han dicho que, no compartir es de mala educación?- Se carcajeo una voz ronca.

Observo con la mirada nublada una gran figura que estaba detrás de él. Su piel era morena, haciéndolo ver aun más caliente. Su sonrisa era socarrona, donde se asomaban dos caninos. Sus brazos eran musculosos, iguales a los de Seungcheol, vestía unos jeans oscuros junto a una camiseta suelta con cuello en V.

Se sintió avergonzado por un momento, ese joven se encontraba sentado en la cama observándolo con una mirada lujuriosa, no era difícil notar la erección que se asomaba por sus jeans.

Escucho la risa de Seungcheol, y lo observo con vergüenza, al notar que aun seguía apresado por esos fuertes brazos.

- Vaya, justo estaba preguntando donde mierda te habías metido.- su voz salió con burla, observando con una sonrisa ladeada al recién llegado.- Dokyeom~.- susurro el pelinegro contra sus labios- ¿Te molesta, recibir placer del doble?- pregunto, esta vez tocando por encima de la tela sus sensibles pezones.

Ahí estaba Lee Dokyeom, siendo tocado de una forma para nada decente por una persona que recién había conocido hace menos de una hora como mucho. Sintió como era elevado, unos brazos tomando su cintura, impulsándolo a rodear la cadera del contrario con sus piernas.

Cuando abrió los ojos, estaba recostado en esa cama desconocida, de esa habitación desconocida. Dos pares de ojos lo observan con una sonrisa en sus labios, y solo pudo gemir al sentir como la mano de uno de ellos, delineando su erección.

Sintió sus pantalones ser tironeados, por lo que levanto sus piernas, tratando de ayudar en la acción. Un par de manos recorrieron con vehemencia sus glúteos. Sintió los labios de Seungcheol en su cuello, por lo que no dudo en tomar su nuca, haciendo que sus bocas choquen con fuerza y deseo. Podía escuchar los chupones que el castaño estaba ocasionando en su cintura y glúteos internos, causando que gimiera entre beso y beso, permitiéndole al de piel canela introducir su lengua.

- Soy Mingyu, por si te interesa.- comento el castaño al observar como los contrarios se separaban para buscar aire. Dokyeom le dedico una sonrisa a Mingyu, mientras con lentitud abría sus piernas, observando como este se relamía los labios.

Si, tal estaba por cometer algo descabellado, pero ese era punto, divertirse todo lo posible.

Gimió; gimió con fuerza cuando su falo fue liberado y engullido con fuerza por la caliente boca del castaño. Su lengua delineaba el glande con lentitud, sus mejillas succionaban con fuerza mientras que las manos libres de este delineaban sus glúteos. Seungcheol le había quitado la camiseta, observando con una gran sonrisa sus pezones erectos.

Decir que no se sentía en el paraíso era una vil mentira, su cuerpo estaba experimentando miles de descargas eléctricas por segundo, la magia que aquellos hombres estaban causando en su cuerpo era exquisita, tanto, que en ese momento no podía mantener los ojos abiertos.

Se corrió en la boca del castaño, sintiendo como su semilla le llegaba a lo más profundo de su caliente garganta. Jadeando al sentir todo su cuerpo sensible ante las nuevas caricias que ambos estaban proporcionándole a su cuerpo. Seungcheol ahora estaba posicionado detrás suyo, besando sus hombros y omóplatos, dejándose llevar por el deseo de morderlos, mientras que Mingyu le sonreía mientras jugueteaba con sus pezones, los cueles ya estaban demasiado erectos debido a los anteriores toques.

- El motivo es que disfrutes... Vamos Dokyeom.- habló Seungcheol contra su oreja, causando que se estremeciera ante las voz ronca que este empleo.

- ¡Ah!- gimió al sentir como los dedos del mayor tanteaban su fruncida entrada, adentrando con lentitud su dedo.

Seungcheol gimió con solo pensar en profanar ese pequeño agujero. Era tan estrecho, hasta el punto de succionar con fuerza su dedo. Tardo un poco en adentrar el segundo dedo, debido a que no estaban completamente lubricados y no quería lastimar a Dokyeom.

- Dejaría que me jodas, pero eso será en otra ocasión... Tal vez- la voz de Mingyu resonó en toda la habitación. Este tenía una sonrisa burlona, mientras besaba con lentitud los labios de Dokyeom, saboreando el néctar de su cavidad bucal, y succionando su lengua.

El mayor tomo su gran falo, esparciendo el líquido pre-seminal, antes de adentrarlo con lentitud. Su glande recorría todo el culo del contrario, mientras jugaba a introducir la cabeza de este.

- P-por favor- fue un susurro débil de parte de Dokyeom. Este tenía los ojos llorosos debido a la carga de placer que su cuerpo estaba experimentado, su frente era bañada por una capa de sudor, causando que sus cabellos se adhirieran a esta.

El mayor solo pudo sonreír al ver en el estado que se encontraba Dokyeom, dejo un último beso en la curvatura del cuello de este antes de introducirse con lentitud, sacando varios jadeos ahogados de este.

Mingyu admiraba la escena mientras su mano masturbaba su falo, y con la otra acariciaba la longitud del contrarió. Ambos pedazos de carne estaba juntos creando una fricción del infierno, según sus palabras. Su mano goteaba el líquido pre-seminal y sabía que dentro de poco se vendría.

El golpe que Seungcheol causaba al mover sus caderas era perfecto para aumentar la fricción entre sus penes. El interior de Dokyeom era demasiado estrecho y caliente, lo que causaba una sensación demasiado exquisita, su falo siendo engullido por esos aros de músculos que exprimían con fuerza, causando que un poco de su semilla se derramara.

Aumento las embestidas, escuchando satisfecho los gemidos y jadeos de parte de Dokyeom y Mingyu, este último estaba su mundo mientras le comía la boca al castaño y los masturbaba a ambos, mientras que Dokyeom se dedicaba a gemir disfrutando de los espasmos que su cuerpo estaba sufriendo.

Apretó el agarre de caderas y aumentó el ritmo, dando embestidas duras y certeras en el punto dulce del menor.

- ¡Seungcheol!- fue un gemido ahogado antes de correrse.

El pelinegro no pudo hacer más que jadear contra el cuello contrario mientras sentía como su semilla se derramaba por todo el interior del menor.

Seungcheol cayó contra el colchón mientras Dokyeom jadeaba con fuerza en busca de aire. Su marcado pecho subía y bajaba debido a la falta de oxígeno, sentía que dentro de poco de caería ante la tentación de dormir junto a Seungcheol, pero unas manos en su cintura opacaron sus pensamientos.

- Es mi turno, Dokyeom~. - le sonrió mientras le dedicaba otra de sus miradas fugaces. Los ojos del castaño se cerraron al sentir unos besos en su cuello y pecho, antes de que algo se adentre con fuerza a su interior.

Gimió, gimió de cansancio, placer, dolor. No sabía exactamente, solo que fue una sensación tan exquisita que le fue difícil mantenerse al tanto si en verdad eso estaba sucediendo. Mingyu lo jodía con tanta fuerza y rapidez que me era imposible poder mantener sus gemidos bajos, aun se escuchaba el ruido de la música siendo amortiguada por las paredes de concreto, donde rebosaban los gemidos de los tres contrarios.

Se dejó llevar por las fuertes penetraciones y los nuevos chupetones en sus omóplatos que Seungcheol había comenzado a repartir en su espalda.

Cuatro o cinco embestidas bastaron para que Mingyu se corriera en su interior, y el entre sus pechos. Su pene estaba flácido y nunca llegó a creer poder correrse donde veces seguidas, nunca de esa forma.

Todo su cuerpo estaba sensible, por lo que no pudo evitar jadear al sentir los fuertes brazos de Mingyu envolverlo bajo las sabanas, mientras Seungcheol hacía lo mismo, repartiendo caricias en su espalda, susurrándole palabras reconfortantes al oído.

- Sin duda, ha sido la mejor experiencia sexual hasta ahora. - Fue el jadeo de Mingyu que rompió el silencio- Ame verte correrte...

Esa revelación no hizo más que darle vergüenza, cerró los ojos sintiendo las mejillas calientes.

- Estoy de acuerdo, eres genial Dokyeom...

Y sonrió, a pesar de estar entremedio de dos hombres sudorosos, impregnados con el olor a sexo que rondaba en la habitación, sonrió. Sonrió porque igual había sido una de las mejores experiencias sexuales que jamás había vivido.

Cerró los ojos y se dejó llevar, observando la luz de la luna filtrarse por la ventana.

No se arrepentiría de esto, ni hoy, ni nunca.
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Hola (?) Bueno, este "proyecto" creo que lo tengo desde comienzos de año, y por fin puedo terminarlo. Es raro, pero era esta o hacer un SeokminHarem (que conste que amo la couple de SeokminxSVT) :v

Espero que les haya gustado, la verdad no tengo mucho que decir, aun así, gracias por leer, besos.

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⏰ Last updated: Dec 25, 2017 ⏰

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fire ― cheolgyuseokWhere stories live. Discover now