74

69 7 0
                                    

Mis sollozos fueron lo único que inundaba la habitación helada mientras un cuerpo delgado por la enfermedad yacía entre mis brazos en la soledad de la habitación solitaria que pensé tendría otro fin más cálido, entre mis brazos ya no estaba mi amado si no solo un vestigio de que existió, el ardor en el interior de mi pecho era tan grande pero no tanto como el dolor que estaba sintiendo, las lágrimas parecían no tener fin mientras el frío se mantenía constante, todo lo vivido había sido solamente un sueño, un sueño del que no habría deseado despertar jamás al saber que la realidad era esta, mis ojos ardían a tal punto que ya no sabía si el dolor era más en mi cuerpo o en la cara, pero lo que sí sabía es que el dolor más fuerte que sentía era en el corazón y la conciencia, no pude hacer nada para salvarlo, no pude cumplir mi promesa, no pude hacer nada por él, estaba sola otra vez, el dolor de tenerlo entre mis brazos sin vida alguna era tanto que ni siquiera podía verlo, no quería que esa fuera mi última imagen de él, que fuera él último recuerdo suyo que tendría antes de despedirme para siempre, aún así no podía dejarlo ir, ¿que sería de mi sin él? ¿Qué llenaría mis días si no era el sonido que hacía al reír? ¿Como llegaría a casa sin verlo cocinando? ¿Como iría a una cacería sin él para causar una masacre? ¿Como volvería a tocar una cama si él ya no iba a estar ahí acurrucado en el espacio sobrante? ¿Como iba a despertar cada mañana sin él ahí? ¿De donde sacaría fuerzas para levantarme de la cama todos los días sin oírlo? ¿Como llenaría la soledad del cuarto sin su respiración rompiendo el silencio? ¿Como volvería a ser feliz sin él? Me dolió tanto el corazón al hacerme esas preguntas que no pude más y estallé en sollozos abrazando su cuerpo tendido contra mi pecho, mi cuerpo temblaba al sentirlo pero ya no era lo mismo.

Es tu cuerpo... Pero ya no estás aquí... Ya no te siento...

-te fuiste mi bien.-susurré congestionada con su cuerpo entre mis brazos, un sollozo se me salió con dolor.-y contigo mis ganas de vivir.-ultimé con la voz quebrada antes de que mi último ápice de fortaleza se cayera a pedazos y, con el, mi mundo entero.

Salir de esa habitación me costó mucho, no quería hacerlo, no sentía que pudiera, pero tenía que hacerlo, no podía dejar que su cuerpo sufriera más daños de los que ya tenía así que tendría que preparar lo necesario para darle una sepultura digna a mi amado, me sentía como si me hubiesen tomado cruelmente con fuerza y me hubieran arrancado de un tirón las alas para dejarme morir sin ningún remedio, aún así tenía que intentar ser fuerte por que no estaba sola, con el corazón quebrado tomé una decisión que sabía me convertiría en la decepción más grande del mundo pero estaba resignada, con las manos temblorosas tomé lápiz y papel para comenzar a escribir una carta, quizás la más difícil que había escrito en toda mi larga existencia, para mi amado tío Johan, el único que sabía que me entendería en esta terrible situación y, aunque no aprobara lo que haría, no me vería con odio por haber tomado esa decisión, las lágrimas se hicieron presentes ante cada párrafo y oración escrita mientras mi mano derecha se mantenía en mi vientre, por momentos sentía que no podía sostener el lápiz pero me obligué a mi misma a hacerlo, mi corazón ya no podía romperse más y lo sabía, no podía seguir viviendo después de perder tanto, sabía que tenía que ser fuerte por mis hijos pero no podría ser la madre que ellos merecían, que ellos necesitaban, si no podía por ellos mucho menos por mi, ya no me quedaban ganas de seguir viviendo y sentía que me volvería loca si continuaba haciéndolo por más tiempo, Oliver al fallecer se llevó mi corazón y junto con él se fue todo el amor que podía quedarme para dar a alguien más, aún así no podía evitar sentir que les iba a fallar muy pronto a mis hijos, pero prefería no ser madre a ser la peor, no podía hacerles eso, no se lo merecían, por ello tomé esa decisión, apenas nacieran los dejaría con mi tío y me quitaría la vida de la única forma que conocía que podía asegurarme de que podría por fin partir de este mundo, de borrarme eternamente de la existencia, solo deseaba que dejara de dolerme tanto y no veía otra salida.

Alma Sin Memorias; Mi Vida PasadaWhere stories live. Discover now