Capitulo 12

8.4K 374 50
                                    

Capitulo 12

El teléfono sonó y el identificador de llamadas dice Prisión East Sussex y Louis sabe lo que la mujer en el otro lado del teléfono va a decir antes de que lo diga. Frank ató sus sábanas fuertemente en una soga y se colgó sobre su cama. Dejó una nota que decía: “Dile a mi hijo que lo amo” y entonces se fue.

El padre de Harry está muerto y Harry está conmocionado y Louis está rabioso. Louis está aturdidamente, paralizantemente, aterradoramente, horrorosamente, poderosamente rabioso. Y Harry está entumecido. Harry es nada. Mira sin ver, pestañea despacio, con voz monótona y su rostro es inexpresivo. Louis es ruidoso y por todas partes golpea las paredes, grita, chilla, bate sus puños y solloza. Está rojo, negro y de un blanco chillón cegador. Louis está furioso. Harry se sienta en el sofá y mira a la nada.

Louis se pasea en su estudio y salpica líneas de color y rabia sobre lienzos. Ellos se alejan bastante el uno del otro por un rato. No hay nada que decir sobre nada. Excepto que Louis grita mucho, gritos angustiados de “Está enfermo, es un jodido bastardo enfermo”, patea cosas, vuelca objetos y sangra sus nudillos. Está enojado y no entiende por qué Harry no. Grita sobre eso también. - Di algo. No te quedes ahí sentado, Harry, ¡di algo! Está jodidamente muerto, ¡di algo! Pero Harry no dice nada. 

Se lleva sus rodillas a su pecho y se hace un ovillo de sí mismo, mirando fijamente la pared y no a Louis. Louis se pasea, grita y arroja pintura sobre las cosas. Le grita a Harry pero está enojado con él. Está preocupado. Una noche Harry no come su cena y Louis no lo soporta más.
- ¿Por qué haces esto? – grita, echando su silla hacia atrás y lanza sus manos en el aire - ¿Por qué te estás haces haciendo esto? ¿Por qué no me hablas? ¿Por qué no estás haciendo jodidamente nada? Harry se pone a la par de él con una mirada igual y dice: - Estás haciendo suficiente por ambos. – y desaparece dentro de la habitación. Harry está rabioso también. 

Pero no lo está demostrado y sabe por qué. Debería, debería estar arrojando su furia, resentimiento y amargura por todas partes, estrellándola contra las cosas y chocándola en las paredes. Debería usarla como una insignia pero no, no puede hacer más nada que mirar inexpresivamente las paredes y observar a Louis desmoronarse.

Duele pero hace algo dentro de él temblar y también se siente bien. No puede explicarlo pero la rabia de Louis es reconfortante de cierto modo, aliviador para él, como si sus propios sentimientos y el derecho de estar tan furioso fueran justificados. Y está furioso. Lo quema por dentro como una blanca llama caliente pero parece no poder sacarlo hacia afuera, y sabe que está hiriendo a Louis porque no lo ve, no entiende que Harry también está enojado. 

Piensa que Harry está calmado, conmocionado y que es insensible. No sabe que los dedos de Harry se mueren por hacer algo y empuña sus manos involuntariamente, queriendo golpear algo, romper algo a la mitad pero… no puede. 

Giran uno en torno al otro así por días, sin hablarse cuando el sol está encima de ellos, pero a mitad de la noche no se separan, como dos estrellas perdidas en el cielo buscando su galaxia. No hablan sobre eso, pero Louis es más callado mientras acaricia el cabello de Harry y Harry escucha los latidos de su corazón, puede casi escuchar cómo cada latido la rabia quemar sus venas, cortante como vidrio.

Pero en la noche, cuando la luna parece entrar a través de su ventana y brilla en su piel, está calmado, y Harry necesita eso. 

Porque el océano dentro de él está de todo, menos agitado y chocando contra él como un huracán. En la noche, Harry está desesperado, lloriqueando y curvándose alrededor del cuerpo de Louis, porque algo está faltando entre ellos justo ahora, y Harry no sabe qué es pero está asustado de que Louis se alejará de él, así que usa su cuerpo, sus ruidos y sus ojos para sujetarlo.

Necesita estar junto a Louis de nuevo, tanto en sus corazones como con sus cuerpos, porque cuando la luna va a dormir y el sol sale para jugar, sabe que su juego acabó de nuevo, que cualquier cosa que sea tan diferente va a llegar y curvar sus garras alrededor del corazón de Louis. Así que Harry se sube sobre él, rogando y suplicando, tocando frenéticamente la piel de Louis, y algunas veces Louis está demasiado cansado o dirá que no pero Harry no puede quedarse con eso, no puede soportar que Louis lo aleje de esa manera, así que ruega más, besa su cuello, deja que Louis se vuelva a recostar y Harry hace todo el trabajo, abriéndose y lo monta hasta llevarlo a un sucio orgasmo, acurrucándose en el pecho de Louis después, seguro y contento.

Puede decir que Louis no está siempre en eso como suponía estar pero no importa porque de todos modos abrazó a Harry fuertemente y besó su cabello. Y algunas veces su otra opción, Louis tiraba de su cabello y extendía sus muslos ampliamente, besándolo babosamente, pareciendo tan desesperado por eso como Harry, asintiendo frenéticamente mientras Harry gime y arquea su espalda como si esa fuera lo único que pudiera hacer, como si fuera la única forma de decir “Todavía estoy aquí, te amo, vamos a estar bien”.
Y quizás está mal que usen el sexo así porque no es realmente justo para ninguno de ellos pero por ahora Harry dependía de eso, y no es sólo porque había estado negándose esta increíble cosa con Louis y ahora lo quería todo el tiempo pero porque le hace sentir seguro y protegido y sobre todo amado, pero amor real, verdadero, sólido, significativo, algo alguna clase de sentimiento alocado y jodido que es llamado amor como excusa. 

En las noches no está asustado y todavía está enojado pero puede apartarlo, porque Louis lo tiene y Louis cuida de él y Louis lo ama y LouisLouisLouisLouis, y eso es bueno, eso es todo lo que necesita, sólo necesita escuchar su respiración y los latidos de su corazón y sentir sus labios y sus manos y estará bien. 

Pero en la mañana Louis se sale de la cama y entra a la ducha son una palabra, dejando su cama fría y vacía y apartando a Harry lejos de él. Puede escuchar que Louis deja caer el shampoo y maldice fuertemente, lanzándolo contra la pared de la ducha y Harry suspira, levantándose y andando silenciosamente a la cocina. Se sienta a la mesa y piensa mientras Louis está en la ducha, descansa su cabeza en sus brazo y recuerda, recuerda la primera vez que fue privado de sí mismo y entonces la siguiente, la siguiente y la siguiente, y eso es nuevo, porque Harry lo había bloqueado, la primera vez, arrojó un trapo negro sobre ellos y se negó a pensar, y le está asustando pero sabe, sabe que tiene que seguir recordando.

Encaja dentro de él de repente, que esto es lo que tiene que hacer, así que lo deja llegar, se estremece por el frío y el miedo en la mesa de la cocina, su mente le hace ruido.

Recuerda manos tan largas que abarcaban la extensión entera de su estómago, rodeando sus muslos, cubriendo su boca, ahogando su grito.

Puede sentir cómo una podía envolverse tan completamente alrededor de su garganta, dedos solapando en la espalda, apretándolo para quitarle el aire, volviendo sus chillidos y gritos horrorizados en resuellos. 

Recuerda cómo olía siempre, sudoroso, asqueroso y rabioso, el alcohol en su aliento y el mugre debajo de las uñas de sus dedos. 

Las uñas; podía sentir esas arañando su piel o enterrándolas en sus muñecas, manteniendo sus palizas al mínimo. Tiembla cuando siente esas uñas dentro de él, entrometiéndose y arañando la parte más delicada de él cuando se defendía.

El dolor es casi real y puede sentir el pánico aumentando dentro de él pero se abre paso entre él, intentando respirar a través de su nariz y seguir adelante, necesitando recordar. Puede sentir a su padre estremecerse y llenarlo, tanto y tan lleno que se fuga cuando se aparta, y no es nada a como Louis lo hace, nada como lo que Harry ama, esto simplemente duele y hace que las náuseas se enciendan en su estómago y se siente tan mal, tan sucio y tan injusto, enfermo, indigno y asqueroso. 

Eso es lo opuesto a como se siente con Louis, cuando Louis lo hace se siente feliz, satisfecho, amado y orgulloso, orgulloso de sí mismo porque hizo que Louis se sintiera bien, y a cambio él se siente bien, bien sobre sí mismo y feliz, pero este sentimiento fantasma está mal, mal del todo, y casi olvidó lo que se sentía, pero ahora… ahora está recordando y se siente tan sucio y apenado, tan avergonzado. 

Está tan avergonzado cuando se escucha gritar en su mente mientras que sus piernas están forzadas a abrirse y sus músculos se tensan, y se lo meten tan violentamente, tan duro y tan rápido, rompiéndolo y forzándolo. 
Puede sentir la sangre saliendo poco a poco y la risa de Frank y casi vomita justo ahí en su cocina, estremeciéndose y sacudiéndose y es sólo entonces cuando se da cuenta de que está llorando, sollozando en sus brazos, su pelo cayendo en su rostro y humedeciéndose con las lágrimas.

Retuerce su cuerpo entre sollozos mientras escucha las severas y fuertes palmadas de la mano enorme de su padre sobre su piel de bebé, dejando marcas rojas plantadas en su trasero y sus piernas, una marca perfecta de cinco, rabiosos y rojos dedos y una palma sobre su mejilla. 

Puede sentir cómo arde cuando las lágrimas pasan sobre su piel marcada y amoratada, lágrimas silenciosas de angustia y asco, lentamente aprendiendo a no hacer ningún sonido. 
Siente esas lágrimas, deslizándose calladamente por su rostro cuando su padre sube su cabeza tirándolo del cabello, echando violentamente hacia abajo por su garganta, lo asfixia, lo abofetea y lo abre de un rasgón, lo amarra y lo deja, hambriento, tembloroso y bien abierto de piernas, expuesto. Puede sentir todas las veces que lloró silenciosamente e intentó alejarse de su maltrato, todas las veces que fue castigado por eso.

Puede sentir cómo sus ojos arderían y lágrimas brotarían cuando Frank hiciera lo peor, cuando haría que Harry viniera y se odiaría por eso, quería morir tan desesperadamente que se convirtió en una necesidad palpable que podía experimentar y sentir, y se concentró en eso mientras que Frank le daba una paliza, concentrado sólo en cuán pronto se acabaría y le rogaba al mundo que se lo tragara. 

La pena, el asco y la obscenidad están devuelta entonces, golpeándolo como una ola, colisionando contra él y arrastrándolo con su fuerza, y está gritando y agarrando la mesa, chillando, tirando de su cabello y chocando sus manos contra sus muslos, necesitando descargarlo, necesitando castigo por cuán malo era, por todas las cosas sucias, malas y terribles que había. 

Y entonces Louis está ahí y su voz está nerviosa cuando se precipita a la cocina, su cabello aun goteando y desnudo excepto por un bóxer, ojos ensanchados y de azul brillante. 
- Harry, Harry, Harry – musita, acercándose y atrayendo a Harry a él, fuera de la silla y hacia el suelo, agarrando su cabeza en su mano y frotando su espalda.

Harry lucha contra él y grita, echando sus manos sobre sus mejillas para fregar las lágrimas, sacudiéndose tan violentamente que puede sentir sus huesos juntarse. - No – chilla, empuñando sus manos – no, no, no, no, yo no… yo no... no, yo no… yo no estoy bien, no estoy, soy malo, soy tan malo, soy malo, soy malo. – repite una y otra vez como un mantra, casi como si estuviera dispuesto a creérselo, y el corazón de Louis da golpes sordos fuertemente en su pecho, enmudeció y está conmocionado, sus manos cayendo a los costados de Harry.

– No me toques, estoy sucio, estoy sucio, estoy asqueroso, soy malo, soy un chico malo, castígame, castígame Papi, hazme lamentarme, estoy sucio, lo siento… - 

Harry solloza, y de repente aparenta que está atrapado en su propia mente, reviviendo algún evento cruel en su pasado, las cosas que solía ser obligado a hacer enterradas profundamente dentro, saliendo de su boca y haciendo que lágrimas escuecen en el rabillo de los ojos de Louis. 

- No Harry, no, no lo eres, no eres malo, estás bien, soy yo, soy yo. – 
Louis intenta calmarlo, pero su voz es ronca y áspera y se quiebra. - Soy asqueroso, lo merezco Papi, sí, lo merezco, fui malo, castígame, lo siento, lo siento. – Harry grita, quebrándose del dolor y agarrando su estómago – Seré bueno Papi, seré bueno, por favor Papi, lo siento Papi, PapiPapiPapiPapi… Louis podía sentir su corazón quebrarse en su pecho, cayendo a la boca del estómago y está temblando también, Harry le había dicho cosas que Frank solía decirle pero nunca hablaba sobre las cosas que Harry tendría que responderle, y Louis sospechaba que algunas veces tenía que seguirle la corriente, pero nunca sabía que era tan malo, tan desgarrador, tan enfermo y retorcido y totalmente jodido.

- Por favor Harry, vamos bebé, soy yo, es Lou, estás a salvo, estás a salvo. – 
Louis intentó calmarlo, frotó su espalda, pero Harry sólo golpea sus puños contra el piso. 

Está susurrando algo callada pero frenéticamente a sí mismo, y Louis no puede entenderle, pero gradualmente la voz se hace más alta hasta que lo grita, sollozando tan fuertemente que Louis está preocupado de que pudiera dejar de respirar. - Te amo Papi, te amo, te amo, déjame demostrarte cuánto te amo Papi, te amo… Louis piensa que puede sentir su corazón deteniéndose y su respiración se entrecorta casi violentamente, su rostro volviéndose blanco ceniza.

Sus manos están temblando, tanto que no puede siquiera deslizar una mano por la columna de Harry sin que sus nudillos se choquen entre ellas. 

- Soy un sucio, sucio chico, soy sucio Papi, he sido un chico malo, hazme arrepentirme de ser malo Papi, lo necesito… - Harry sigue sollozando, fregando sus manos por su rostro, recogiendo sus cabellos caídos sobre sus ojos. Se estaba hiperventilando ahora, y Louis olvida cómo hablar, no puede hallar palabras, totalmente perdido, asustado y conmocionado que no puede hablar, no puede calmarlo, no puede detener esto.

Todo lo que puede decir es apenas audible ruego de “No”, y Harry chilla, frenético, agarrándose de algo invisible sobre su piel. - Estoy sucio, estoy sucio, estoy… estoy… - solloza, y está perdiendo el control, tirando se cabello, agarrando su piel tanto que estaba derramando sangre, balbuceando indignado, palabras horribles y Louis no podía detenerlo, se siente impotente para salvarlo, y está asustado, tan, tan asustado. - Mátame, mátame, por favor mátame, mátame, mátame, mátame… -

Harry comenzó a repetir y Louis lo empujó de su regazo y se precipitó al lavabo, vomitando violentamente. Tuvo arcadas y bascas, jadeando, lágrimas deslizándose por su rostro y, sobre el zumbido en sus oídos, puede escuchar a Harry rogando

– Quiero morir, por favor mátame, no puedo hacer esto, por favor mátame, por favor mátame, por favor, por favor, por favor déjame morir, sólo déjame morir, por favor… Vomita de nuevo, vaciando los contenidos de su estómago, el agrio sabor de bilis en su garganta. Se levanta y abre el grifo, enjuagando su boca y el lavabo.

Intenta controlar su respiración y se gira rápidamente para agacharse al lado de Harry, todavía temblando y llorando, aunque sus sollozos parecían haberse silenciado y no está rogando morir. - Hazza – la voz de Louis se quiebra – Hazza, bebé, ¿puedes oírme? Necesito que me oigas, por favor óyeme, oh mi Dios…-

Pero Harry no está con él, está encerrado en sus propios recuerdos, sus ojos bien abiertos, mirando sin ver lo que está en frente de él, viendo algo diferente, horrible, escuchando palabras que no son dichas, respondiéndole a alguien que no está en la habitación. 

- Sí, soy malo, arréglame Papi, hazme un chico bueno, muéstrame quién está a cargo, lo necesito… - Harry, por favor, vuelve a mí, por favor regresa, por favor, por favor, por favor… - 

Louis ruega, intentando tenderle su mano. Harry se retuerce alejándose de él, apartándose, y está temblando tan fuertemente y luce tan horrorizado que Louis se tambalea al lavabo y vomita de nuevo.

Harry envuelve sus brazos alrededor de sus rodillas, meciéndolas, rascando sus brazos y sollozando. - Malo, malo, malo, malo, sucio malo, malo Harry, malo… Louis quiere gritar, está horrorizado, sin saber qué hacer. Quiere llamar a su mamá, a la policía, a los paramédicos, una ambulancia, no sabe lo que está pasando y no sabe cómo sacar a Harry de su alucinación.

Está aterrándolo y sus ojos salvajes, buscando algo, cualquier cosa que pudiera ayudarlo. 

- Puta, soy una puta, una puta sucia, puta, la pequeña puta de Papá, una puta hermosa, Papi puede prestarme a cualquiera de sus amigos y lo aceptaré, soy una puta, desesperada por pollas, una pequeña puta perfecta… -

Louis casi se quiebra del dolor, tiene que golpear sus manos sobre sus oídos para bloquear de palabras, sus tripas y su corazón retorciéndose violentamente.

- No, no, no, no, no, no, no, no Harry, no. - Harry, no, no, no. – Harry repite, y de repente algo dentro de él se mueve un poco – No, no. – Harry susurra, casi como si estuviera tratando de descubrir la palabra tan familiar – No, Harry, no… - se detiene y sus cejas se juntan – Louis, Louis, LouLouLouLou, Lou, Lou ayúdame Louis, ayuda, Papi, Louis, ayuda, ayuda… Louis cae sobre sus rodillas y solloza, deslizándose justo hasta Harry.

- Bebé, bebé, estoy aquí, por favor bebé. - Bebé, bebé, bebé. – Harry susurra y le tiende la mano, apoyándose sobre su rodilla y levantando su rostro. Louis ahoga su aliento, el rostro de Harry rojo y roto de todo trazo, ojos y mejillas hinchadas. Mira fijamente a Louis, desesperado y asustado, ojos húmedos y llenos, tocando su pierna.

– Por favor – susurra – por favor ayúdame, bebé, mí, bebé. Louis sofoca un sollozo y traga la bilis amenazando con sobrevenirse de nuevo, pasando una mano tembloroso por la espalda de Harry. - Harry escúchame, ¿puedes hacer eso? Necesito que me escuches ¿puedes escucharme? Harry asiente y deja escapar otro sollozo, largándose más cerca de Louis y callando el sonido en su muslo.

Louis acaricia su cabello, volteando a Harry para que así su rostro no está enterrado en la piel de Louis. Entierra sus uñas en la pantorrilla de Louis, acurrucándose en sí mismo, lágrimas corriendo por sus mejillas hinchadas.

Una se desliza sobre su nariz y se deja caer sobre la pierna de Louis. Louis sigue acariciando su cabello y frota su cabello, pasando su mano por su costado, calmando sus costillas tensionadas.

- Shh, Harry, sólo respira bien hondo para mí, sólo… por favor, toma respiros profundos, por favor. Harry lucha por inhalar y agarra más fuertemente la pierna de Louis, aun temblando. Louis lo acalla de nuevo y quita su cabello húmedo de lágrimas de sus ojos. 

- Eres un buen chico, Harry, ¿me entiendes? ¿Entiendes lo que te digo, cariño? Eres asombroso. Eres tan bueno, tan asombroso, tan bueno, tan, tan bueno, simplemente… tan bueno, por favor escucha, ¿entiendes? El rostro de Harry se arruga y solloza de nuevo, sacudiendo su cabeza y apartando su rostro.

- No, no, no lo soy, no me toques, soy malo, estoy sucio, soy un sucio, no me toques, no lo merezco, soy desobediente. - No Harry, no, no lo eres, no estás sucio, no eres desobediente, escúchame, no estás sucio, no lo estás. – 
Louis limpia sus lágrimas de debajo de sus ojos, y cuando comienza a hablar de nuevo, se da cuenta de cuán gruesa su voz se ha tornado – Harry en verdad, en verdad necesito que escuches, necesito que entiendas lo que estoy diciendo, por favor Harry, por favor. Harry lloriquea y hace un ahogado sonido chirriante, tomando ciegamente la mano de Louis. 

Louis la toma y besa sus nudillos, la palma de su mano, traza las venas en su muñeca y la corta cicatriz blanca, rodeándola con sus labios. Harry se vuelve para levantar la mirada a él de nuevo y Louis pasa su mano por su pecho, acariciando su espalda y enjugando una lágrima.

- Te amo bebé, y estoy tan orgulloso de ti, por favor entiéndelo, por favor créeme, eres la persona más asombrosa que he conocido jamás y me asombras todos los días, quiero decir, nunca he querido algo tanto tiempo, te amo, eres tan hermoso. – su voz se entrecorta y el rostro de Harry se entristece de nuevo, y deja escapar un callado sollozo de sus labios, pero Louis sabe que no está en negación como la última vez.

Louis deja caer su mano y lo recoge en sus brazos, atrayéndole a su regazo y acariciando su cuerpo tembloroso. Besa su frente, tierno, y limpia las lágrimas con sus labios, acunándolo sobre su pecho.

- No va a herirte nunca más, te lo prometo, nadie nunca va herirte de nuevo, estás a salvo aquí, te amo y voy a mantenerte a salvo, y todos los demás que te aman van a hacer lo mismo, vamos a mantenerte a salvo siempre.

La respiración de Harry se entrecorta y respira en la piel de Louis, desdoblando sus brazos y envolviéndolos fuertemente alrededor de la cintura de Louis, concentrándose en el ritmo de su respiración y el olor de su piel, intentando igualar los latidos de su corazón con los de Louis.

Juntos, mientras los minutos pasan, ellos respiran, Louis se calma y Harry se recupera, rascando sus mejillas y teniendo hipos ocasionalmente. Louis susurra palabra sin sentido en su oído, rascando su cuero cabelludo hasta que puede sentir los músculos de Harry debilitándose y se desploma incluso más pesadamente sobre él, con los ojos a medio cerrar y cansado. 

Louis baja la mirada a él y besa su frente, Harry lucha para levantar la mirada, teniendo que obligarse a reabrirlos cuando parpadea. Louis mantiene sus ojos presionando a la piel de Louis. - Vamos a dormir ahora, amor. Descansa un poco. -

Harry suspira y murmura algo incoherente, cerrando sus ojos y gradualmente Louis puede sentir el agarre de sus dedos detrás de su espalda debilitarse y su respiración normalizarse, labios parcialmente abiertos.

Louis se sienta con él por un largo rato, hasta que la luz de avanzada mañana que entra a través de las ventanas se vuelve sol de tarde y su trasero comienza a doler, e incluso después. 

Le susurra silenciosamente, sabiendo que no puede oírlo, y le cuenta cuán asustado está, cuán enojado, y sobretodo cuán arrepentido, arrepentido por ser un imbécil la semana pasada, arrepentido por no saber cómo hacer lo que hay que hacer todo el tiempo. - Intento – murmura – intento tanto hacer lo mejor para ti, y cuidarte.
Pero algunas veces no sé lo que hay que hacer. Pero te amo. Y espero que cuando ambos estemos asustados y ninguno de los dos sepa cómo arreglarlo, recuerdes eso. Espero que eso sea todo lo que importa. –

Louis besa su frente, pasando una mano por su brazo – Eres mi mundo entero. Estoy tan orgulloso de ti. -o- Cuando Harry se despierta, está envuelto en una manta sobre el sofá, una taza caliente de té llena de vapor en frente de él y su cabeza está apoyada sobre el regazo de Louis.

Al comienzo Louis no sabe que está despierto, así que Harry lo observa, ver cómo sus ojos escanean la página de su libro. Esos ojos están bordeados de rojo y cristalizados, y al principio Harry no entiende, y entonces sí. Louis escucha su aspiración aguda y baja la mirada, poniendo el libro en la mesa al lado de su té y frotando un pulgar por la mejilla de Harry. - Hola amor. Ya volviste. - Lou. – dice, y su voz suena dolida, tan cansada, pero… no de un buen modo, no de la forma que le gusta. 

Empieza a temblar de nuevo y de sus ojos brotan lágrimas, y Louis lo alza y lo acerca a su lado, envuelto en su manta, y – Harry ahora se da cuenta – un suéter de Louis. - Sh, no llores, te tengo. – Louis susurra, colocando su nariz en el cabello de Harry.

Harry se estremece y deja escapar un aliento tembloroso, calentando la piel de Louis debajo de su camiseta – Eso es, buen chico. – Louis comenta sin pensar y Harry se tensa, su aliento cortándose en su garganta. - Es-estoy tan avergonzado. – admite después de una pausa prolongada, las palabras puestas tan silenciosamente en la camisa de Louis – Pensé que había terminado ya con eso de sentirme avergonzado pero no. No he terminado con eso, no lo he hecho Lou, estoy avergonzado y me duele demasiado. – 

su voz se entrecorta en la última palabra. Louis quita su cabello de sus ojos y besa su sien. - Sabes que lo estás. Pero no tienes que estarlo.-

La voz de Harry es temblorosa, casi tanto como su cuerpo. - Hice cosas tan malas, Lou. Sucias, sucias cosas. No quería, nunca, sólo… Louis pone sus pies debajo de la manta de Harry y alcanza su té. 

- Bebe. – dice y lo sostiene a la altura de la boca de Harry, dejándolo beber lentamente hasta que se aparta. Lo pone devuelta en la mesa – Harry – dice dulce pero severamente

– No eres las cosas que te hizo hacer, ¿entiendes? Harry muerde su labio y baja la mirada. Abre su boca para hablar pero no dice nada, cerrándola después de un momento. - No estás sucio, ni eres malo, ni asqueroso. No eres ninguna de las cosas que te dijo que eras o que te hizo decirte que eras. No eres malo, nunca fuiste malo, y ciertamente nunca, nunca te merecías las cosas que te hizo. – 

Louis subió la barbilla de Harry así él lo miraría – Esto es importante, Harry, lo digo en serio. Te lo juro, nunca, ni una vez haz hecho algo que te hiciera merecer esa clase de abusos. Lo he dicho y lo vuelvo a decir, no hay nada que te garantice esa clase de violación.-

Harry tiembla y presiona su rostro en la camisa de Louis, el suave algodón aliviándolo. - Entonces ¿por qué me siento tan mala persona? Louis suspira y no duda con su respuesta. Ha estado pensando. - Porque te hizo creer esas cosas de ti mismo. Te dio a elegir pero para hacer cosas terribles y entonces te dijo que por hacerlas eras malo. Pero no lo eres, nunca lo has sido. – 

se detiene, tomando la mano de Harry en la suya – Sé que estás avergonzado de lo que te hizo y lo que te hizo hacer, a él y a ti mismo, pero por favor escúchame cuando te digo que no tienes que hacerlo Nada de eso fue nunca tu culpa y él es el único quien debería sentirse avergonzado. Deberías estar orgulloso de que lo lograste. Harry muerde sus labios y piensa, frunciendo el ceño. 

Asiente lentamente entonces se detiene, y cuando habla su voz es callada y tan, tan pequeña. - Pero. Las cosas que dije… estoy más avergonzado de eso. –

- Hazza, él te hizo decir esas cosas, no es tu culpa… - No, Lou, yo… - Harry lo interrumpe, sus mejillas enrojeciéndose y una silenciosa lágrima escapando – Algunas veces… algunas veces dije cosas que él no me decía que dijera, pero… pero sabía que si lo hacía me dolería menos. - Lo hiciste para permanecer vivo. – 

Louis dijo silenciosamente, besando los nudillos de Harry como lo hizo en la cocina. - Pero ¿por qué hice so? ¿Por qué intenté permanecer vivo cuando quería morir tanto? – Harry se quiebra, mirando fijamente a Louis con amplios ojos penetrantes, lágrimas silenciosas en sus mejillas - ¿Por qué, Lou? – su voz es un susurro cansado. 
Louis cierra sus ojos, porque siempre es duro para él hablar de los sentimientos suicidas de Harry, sabe que ellos ya no son una plaga para él pero le duele imaginar a su bebé herido tanto, más que las otras cosas. Lo encuentra extraño porque todo lo demás puede verse suceder, como una retorcida y terrible película de horror en su cabeza, porque fueron acciones y no sentimientos, pero esto… no puede escapar de esto. - Por favor Louis –

Harry ruega, y está desesperado, sus ojos abiertos como platillos mientras que mira a Louis 
– No entiendo, por favor ayúdame a entender. Louis pincha el puente de su nariz. - Creo… - dice con voz ronca – creo que hubo una parte de ti que sabía que sobrevivirías y encontrarías algo después de Frank. Siento que hubo algo, en lo profundo que no sabías que tenías, que te hizo protegerte por esa razón. Harry sacude su cabeza lentamente, labios temblorosos. - Yo… quizás. Quizás. Pero eso no cambia cuánto me… - se pausa y toma un tembloroso respiro, su irada cayendo a su regazo

– Todavía me odio por eso, y no puedo escapar de eso. Le dije que lo amaba y me he odiado por eso cada segundo de cada día desde la primera vez que lo dije, y no hay nada que sepa hacer para cambiar eso, y estoy muy asustado de que nada pueda jamás cambiar. Louis entierra su rostro en el pelo de Harry, haciendo un esfuerzo por respirar. Lo único en lo que puede pensar en cuánto duele esto, es el peor dolor que jamás haya sentido, así de agudo y tan vívido que es casi físico. Puede saborear el su acidez en su lengua. - No espero que sepas qué decir. – 

Harry empieza cautelosamente, estirando una mano para frotar el brazo de Louis, y es vacilante, indeciso, porque usualmente es de la otra manera, Louis consolándolo, no él consolando a Te amamos Louis Tomlinson

– Y no quiero que te preocupes por esto. Porque sí, a veces me viene, pero… pero todos los días que llego a despertarme y me besas, me molesta menos que el día anterior, y lamento cuán cursi suena pero es verdad, en serio, es verdad, con todo lo que tengo, y simplemente… necesito que sepas eso, realmente, realmente necesito que sepas eso. 
Louis ladea su cabeza y limpia sus ojos, pinchando el puente de su nariz de nuevo. - Sólo… - comienza y entonces sacude su cabeza, riendo débilmente. Se encoge de hombros – No sé cómo decirte cuán increíblemente fuerte eres. Intenté mostrarte, hice cosas que ayudarían a que te llegara el mensaje, pero simplemente siento que nada está bien, nada realmente lo dice de la forma que lo necesito. Y es, es gracioso porque eres tan rápido al negarlo y decir que no eres fuerte o lo que sea pero… levanté la mirada hacia ti ayer. Me inspiraste a hacer lo mejor y me enseñaste cosas, todo el tiempo, y es… siempre eres tan positivo, nunca te sientes mal por ti mismo, buscas el bien en los demás y… me has hecho mejor persona e intento tanto hacerte feliz y hacer por ti lo que hiciste por mí todos los días pero algunas veces… algunas veces no sé cómo. –

Se detiene e inclina su cabeza, frotando su ojo fuertemente 
– Y este es una de esas veces, ¿sabes? Usualmente siempre sé qué hacer cuando estás herido pero ahora, realmente no tengo idea y… Dios mío, estoy tan asustado. Sé que me dijiste que no lo estará pero lo estoy, realmente, realmente lo estoy. Harry susurra y besa la curva en la base del cuello de Louis. - No siempre tienes que saber qué hacer, sabes. No necesito que sepas qué hacer todo el tiempo. Eso no es lo que me hace sentir mejor. Lo que me hace sentir mejor es saber que lo que sea que diga o haga, siempre me recogerás y me dejarás llorar. Y siempre, siempre me dirás que me amas. No tienes que arreglar las cosas, Lou. – 
se arrima en su cuello, besa debajo de su oreja – Sólo tienes que ser tú, poner tu mano en mi espalda y decirme que está bien estar molesto. Sólo está ahí, como siempre. Ni siquiera tienes que decir algo, sólo estar ahí y estaré bien. 

Louis lo mira y sacude su cabeza, en asombro esta vez. Harry se inclina y besa su mejilla. 
- Está bien estar asustado. Estoy asustado todo el tiempo, de muchas cosas. No esperes que sea perfecto y no espero que lo seas. Todos se asustan de algo y eso está bien. No tienes todas las respuestas y no espero que las tengas. – descansa su cabeza en el pecho de Louis. Después de un largo tiempo, Louis acaricia su cabello y susurra.
- Gracias. Harry sonríe y levanta la mirada, atrayendo su barbilla hacia abajo y besándolo, agradeciéndole de vuelta. Después de un momento su sonrisa vacila y desaparece, y baja la mirada silenciosamente sus manos. - Um – dice – ¿Eso es lo que decía entonces? ¿Qué estaba sucio? Louis ladea su cabeza.

- ¿No… no recuerdas? - Un, no. No… no realmente. ¿Qué hacía? Louis muerde su labio y Harry luce asustado. - Tú, uh. Tú alucinabas bastante desesperado. Um. Realmente desesperado. - Oh. – 

Harry susurra y se quita del regazo de Louis, abrigándose en la manta y alejando la mirada - ¿Crees que estoy loco? – pregunta calladamente. - Harry… - Louis dice, intentando volver su cabeza para que lo mire – Harry, ven aquí. - No, Lou, sólo… responde la pregunta. – Harry se estremece. - Harry, no, por supuesto que no. No creo que estés loco, nunca. Harry suspira y encara a Louis de nuevo, pero no se mueve para ser abrazado. - ¿Eso fue, uh, eso fue aquí? ¿Yo estaba… hablando con él? Louis sorprendido. - Sí, ¿cómo… cómo lo sabes? Harry suspira de nuevo.

- Eso… eso ha pasado antes. En el hospital y con el Dr. Hawking’s algunas veces. Es siempre el mismo. - ¿Por qué no me dijiste? – pregunta Louis. Harry ignora la pregunta. - ¿Estás asustado? - Sí, sí, estaba. – Louis admite. - Oh. - Sí. –
Hay una pausa larga antes de que Harry se mueve y levanta la mirada. - ¿Dije algo realmente malo? – Louis sólo lo mira por un largo rato antes de asentir. - Sí… sí. - Oh. Hay otro silencio antes de Harry diga. - ¿Estás bien? - Uh. Quizás. Vomité un par de veces. – Louis admite, y Harry baja la cabeza. Louis puede verlo temblar de nuevo 

– Ven aquí, Haz. – dice calladamente, estirando su brazo. Harry no lo mira pero se escabulle, arrastrando el final de la manta detrás de él. Louis lo abraza más fuerte – Estaré bien. – dice después de un momento largo. - Sí. – Harry dice, pero su voz es temblorosa, y ninguno de ellos está seguro de creerlo.

Look After You [larry stylinson au] [español]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora