Vendetta {Harry Styles} TERMINADA

Capítulo 31. 'Año nuevo ¿vida nueva?'

Capítulo 31. 'Año nuevo ¿vida nueva?'

-¿Lo vas a hacer?- miré indecisa aquel objeto metálico que tenía frente a mí y regrese la vista a mi blonda 'amiga'.

-Pero me va a doler- susurré. Ella soltó una fría carcajada.

-Por eso mismo boba, tiene que dolerte para que aprendas- agarró la pequeña navaja poniendo el lado filoso contra su blanca muñeca.

-N..no sé.

-Vamos, no seas miedosa-me entrega la navaja, esperando ansiosa mi primer movimiento.

Mi mano tiembla, pero aún así la agarro y hago lo mismo que ella hizo hace unos momentos.

-¿Por qué soy la única que debo hacerlo?- pregunto, todavía sin atreverme a pasar la filosa textura por mi piel.

-Créeme que no eres la única-responde impaciente, sé que la estoy haciendo enfadar, pero lo único que busco es distraerla para no tener que hacerlo.

-¿Tu también lo haces?.

Niega con la cabeza- Ahora estoy probando otros métodos- abre su boca y deja entrar dos dedos en ella, simulando que se provoca el vómito.

-Lo siento, pero no puedo-alejo el objeto de mí, lanzándolo al colchón.

-¿Comiste hoy?-pregunta mientras vuelve a agarrar aquella arma blanca.
Asiento con la cabeza-¿Estas arrepentida cierto?- vuelvo a asentir- Bueno, pues que mejor manera de castigarte que esto- coloca la navaja frente a mi, tan cerca de mi rostro, que puedo verme reflejada en ella.

-¿Quieres ser parte del grupo? ¿Quieres ser tan delgada y perfecta que todos los chicos guapos se fijen en ti?-pregunta y se que está en lo correcto, sabe que la respuesta es sí, porque es lo que quiero- Entonces hazlo-

-Si Laury- cierro los ojos cuando el ardor se hace presente en la herida.

Gota tras gota de sangre se deslizaba lentamente por mi muñeca.

Quien diría que esa sería la primera de muchas marcas en mi piel.

-Eh Leila- un chasquido de dedos hace que regrese de un recuerdo que pensaba había guardado en los más profundo de mi mente.
No puedo creer que hasta ahora venga a acecharme esa etapa de mi vida.

-¿Estas bien cariño?- el rostro preocupado de mamá se pone en primer plano en mi vista.

Asiento algo confundida.

-¿Tuviste una pesadilla?- pregunta tocando mi rostro con sus manos.

¿Pesadilla? ¿Qué? ¿De qué diablos esta hablando?

-Ni siquiera me he dormido- contesto y veo como su ceño se frunce.

-Estabas dormida Leila. Después de desayunar me dijiste que estabas muy cansada y te subiste a descansar- me informa, mientras me observa atentamente.

-No, no recuerdo-confieso y trato de hacer memoria en los que hice las últimas horas, pero nada viene a mi mente.

-Bueno, no importa- trata de olvidarlo, pero por su expresión se que no es así.-Sisa esta abajo, ¿le digo que suba?- se levanta de mi cama y camina hasta la puerta.