The king's smile 《YoonSeok》

Trece

Taehyung despertó al sentir el suave tacto de una mano sobre su frente, abrió los ojos y todo le dio vueltas, cuando su vista pudo enfocarse notó que estaba en un lugar que no conocía, trató de incorporarse pero un fuerte dolor en su espalda.

-No te muevas- escuchó una voz familiar.

Giró su rostro y se sintió aliviado al ver a la persona que estaba entrando en la habitación con una bandeja llena de hierbas y vendajes.

-¿Qué sucedió?

-La bruja te usó de escudó luego que asesinaran al rey.

-¿Asesinaron al rey?-preguntó Taehyung.

-Sí -respondió el chico- Nuestro objetivo ahora es la bruja, hay que asesinarla antes de la coronación de Yoongi.

-Minnie, ¿dónde esta Jungkook?

Jimin dejó la bandeja en el suelo y ayudó a Taehyung a levantarse de la cama, comenzó a caminar aunque con un poco de dificultad hasta entrar a la habitación junto a la suya. Ahí estaba Jungkook, con la piel más pálida de lo normal y algunos vendajes sobre su pecho y cabeza. Taehyung corrió hasta él ignorando el dolor y lo abrazó mientras lloraba.

-Lo siento, lo siento tanto- dijo sollozando- No pude protegerte, lo siento.

-Se pondrá bien- dijo Jimin- Es un niño fuerte, si no hubiera sido por él, Yoongi estaría muerto. Voy a dejarlos solos.

Jimin salió de la habitación dejando a Taehyung llorando junto a la cama de Jungkook, sostenía su mano mientras la besaba. Sintió unos dedos rozar su cabello, levantó la vista y vio a su pequeño con la mano estirada tratando de alcanzar nuevamente su cabeza.

-Deja de llorar, tonto, estoy bien- su voz sonaba ronca y cansada -Si Minnie no nos hubiese salvado, estaríamos muertos.¿Por qué? ¿Por qué estás acá?

-La bruja me ocupó de escudo, es una maldita perr...

-Basta, deja de decir groserías, soy tu hermano menor deberías darme el ejemplo.

-Calla, mocoso.

Ambos sonrieron, la puerta se abrió dejando ver a Jimin cargando una bandeja con tazas de té. Supuso que los chicos deberían estar hambrientos por lo que decidió llevarle un bocadillo. Jimin veía en ellos a Hoseok y Yoongi, veía en ellos a su hermano.

Seokjin no había salido de su habitación en tres días y nada ni nadie podía convencerlo de salir, no había probado comida y las pocas veces que Namjoon lo había visto estaba ido, sin querer hablar. Yoongi le había explicado que alguien se había llevado a Jungkook y que no pudo reconocer su rostro, eso empeoró la situación.

Hoseok recorría las calles en busca de información sobre los chicos pero parecía que la tierra se los había tragado, nadie daba información de ellos o de la persona que se los había llevado pero él no iba a darse por vencido.

El día de la coronación de Yoongi había llegado, el clan Kim tuvo que organizar un nuevo plan con un nuevo objetivo y esta vez no podían fallar. Todos en el pueblo estaban a la expectativa del nuevo rey, era joven y lo sabían, pero al no estar Jimin era su única opción.

-De nuevo te estoy vistiendo en un día importante- dijo Hoseok ayudando a colocar las prensa de ceremonia.

-¿Seokjin ha querido salir?

Hoseok negó- Ni siquiera Namjoon ha podido sacarlo, se culpa de la desaparición de los niños.

-Estoy preocupado- dijo Yoongi -Estoy preocupado por Jungkook, es mi culpa que él esté desaparecido, es solo un niño.

-No te preocupes- dijo Hoseok tomando su mano- Son niños fuertes, estarán bien, estoy seguro.

Antes de la coronación, SoonDeok entró a la recamara de Seokjin, el chico estaba pálido. Se acercó con cautela y vio la mirada perdida del pelinegro.

-Debes de estar feliz de haber asesinado a mi hermano, ¿no es así? -dijo Jin sin mirarla.

-¿De qué estás hablando?

-Tuvo que haber sido difícil contactar al clan Seok y convencerlos de asesinar al rey, al fin tienes lo que querías, ahora serás reina de Silla.

-¿Cómo te atreves a hablarme así?- dijo mientras su mano golpeaba la mejilla de Jin.

Seokjin comenzó a reír mientras miraba a la princesa, sus ojos se encontraron, la mirada de Jin estaba oscura y llena de odio, el chico amable había desaparecido.

-Tus días están contados SoonDeok, esta es tu última vida y me aseguraré que estos días sean de inmenso sufrimiento, haré que desees morir.

Al ver los ojos de Seokjin, SoonDeok sintió que su respiración se cortara, es como si el chico estuviese ahogándola con solo verla, el aire se puso tenso y vio la pequeña sonrisa dibujada en el rostro de Seokjin, parecía haber perdido la cabeza.

-¿Qué eres?

-Jungkook solía llamarme Tiānshǐ, pero no soy un ángel. Deberías adivinar, SoonDeok, mi cara no es familiar.

SoonDeok recordaba ese rostro, fue el hombre que la salvó de ahogarse en el río cuando tenía cinco años.

-No puede ser- dijo sorprendida- Tu cara sigue siendo la misma, fue hace más de diez años.

-Te di una nueva oportunidad y a cambio de eso decidiste hacerle la vida imposible a las personas, abusaste de Yoongi y asesinaste a mis hermanos. Tu ambición te va a llevar a un final trágico y no tienes como redimirte, has cometido demasiados pecados.

-Es imposible, no puedes ser un inmortal.

-Yo te di una nueva vida, yo acogí a Jungkook en mi familia y lo crié como mi hermano. Estuve en Silla desde su fundación y aún antes de eso.

-Debes estar bromeando, tú...

-Has hecho enojar al Todopoderoso y has hecho enojar a un ser inmortal, eres patética, SoonDeok.

Antes que pudiese responder, Namjoon entró a la habitación anunciándole a la princesa que debía salir a la coronación. SoonDeok estaba aterrada y salió prácticamente corriendo de la habitación de Seokjin. Namjoon cerró la puerta y se sentó frente a él.

-¿Sabe lo que eres?-preguntó

Seokjin asintió, sus ojos habían cambiado a los ojos bondadosos que lo caracterizaban. Tocó el rostro de Namjoon y sonrió.

-¿Sabe que Jungkook también lo es?

Seokjin negó,se levantó de su lugar para asearse y vestirse. Caminó junto a Namjoon hacia el lugar de la coronación. Todo el pueblo estaba expectante, durante la ceremonia SoonDeok no podía apartar sus ojos de Seokjin quien sonreía complacido, la bruja estaba a punto de caer.