Final alternativo

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PARA SIEMPRE


-Tu eras mi único deseo...- volví a susurrar, dejándolo ir junto con los recuerdos de que alguna vez, mi deseo se había concedido.

En el funeral de Hoseok no hubieron lágrimas amargas ni personas arrepentidas... todos estaban ahí para despedir al chico de la sonrisa eterna, con sus corazones convertidos en flores gracias a el.

Su madre me abrazó, rompiéndome aún más.

Los chicos estaban ahí, dejando bellos y brillantes girasoles en donde yacía su cuerpo enterrado.

No había mucha gente, y su partida no causó un gran escándalo... pero la gente que estaba ahí ése día, lo amaba en serio. Con todo su ser.

La gente eventualmente comenzó a desaparecer de aquel lugar, quedábamos sólo los chicos y la madre de Hoseok, la cual, estaba por partir también.

-Alice...- me llamó con tranquilidad, yo me acerqué a ella. Aún dolía como el infierno.

-¿Qué pasa?- pregunté con mi voz ronca de tanto llorar

La mujer abrió su bolso negro, y sacó de el una libreta azul... la libreta azul y misteriosa de Hoseok.

-¿Qué es eso?- pregunté llenándome de duda, de miedo, de inseguridad y dolor. Los recuerdos pesaban demasiado.

-Es un diario... Hoseok lo ha tenido desde hace tiempo, y...antes de que llegaras ese día, me ha pedido que te lo de-

Mis piernas temblaron a punto de caer al suelo, y mi mente no lograba asimilar del todo lo que sucedía. Mis manos con cautela y torpeza tomaron el diario de manera temblorosa.

Miré destruida a su madre, la cual, sólo pudo sonreír con comprensión.

-El te amaba, el te amaba de verdad...- dijo su madre, como si aquellas palabras fueran parte del mensaje de Hoseok.

...

El tiempo cura las heridas, eso es lo que siempre me habían dicho... pero ésta herida...ésta herida no desaparecía, sólo se hacía más grande, más profunda, más dolorosa y punzante.

Cada rincón de mi habitación, de mi casa, del mundo... cada parte que existía, suplicaba por la presencia de alguien que jamás podría volver. Las paredes lloraban desgarradas, extrañando nuestras pláticas nocturnas. Las sábanas agonizaban extrañando nuestras noches juntos, abrazándonos, protegiéndonos,amándonos.... yo lo extrañaba... siempre, para todo, a cada momento...

Nuestros recuerdos giraban sin cesar en mi cabeza, incrédulos de la realidad, con la esperanza de que un día, la puerta de la habitación fuera tocada, y al abrirla estuviera Hoseok, esperando con sus brazos abiertos a nuestro encuentro... sueños vanos y perdidos entre deseos que jamás alcanzaron a nadie más allá de mi.

Los días tristes y solitarios pasaron, cada día más difícil de sobrellevar que el otro.

No quería ver a nadie, quería estar sola... no quería preocupar a la gente, pero mi dolor era inevitable.

Por aquel mes que pasó, no fui capaz de comer como se debía, el apetito simplemente no llegaba, era reemplazado por nauseas. Salí escasas veces de casa y no respondí las llamadas de nadie, no abrí mis ventanas y no arreglé nada de mi aspecto. No tendí la cama ni recogí mi ropa... me estaba dejando podrir por fuera de la misma forma en la que ya me había podrido por dentro.

Sin el, ya no habían motivos para luchar.

Miré al diario que estaba escondido en el mueble junto a mi cama, al cual le tenía un miedo indescriptible sin ningún motivo aparente.

My wish (Fanfic Hoseok)Where stories live. Discover now