~Enma~

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En esos momentos agradecía las clases de actuación a las que su mano de derecha le obligó a asistir con la excusa de que un buen jefe de la mafia tenía que saber actuar calmado siempre, aunque por dentro se estuviera muriendo de los nervios o en ese caso de la tristeza e impotencia.

Entender cómo funcionaba el cerebro de Dino era algo imposible, y más tomando en cuenta lo que le había dicho, o sea ¿qué clase de tonto tenía que ser para invitarlo a su boda aun sabiendo sobre sus sentimientos hacia él? Luego le pediría a Adelheid que le dijese a Reborn que entrenara al Cavallone con la excusa de que es muy inútil, sería cruel, sí, pero era algo necesario para su salud mental y además sería como una venganza directamente indirecta...

Pasar tiempo con Reborn y Adelheid le estaba dejando secuelas.

Y pensaran... ¿por qué el pequeño y tierno jefe de los Simon tiene tantos deseos de venganza? Pues la respuesta es fácil, Dino Cavallone. Mejor volvamos al pasado y expliquemos todo mejor.

La historia comienza tres meses antes de la boda, Enma conversaba tranquilamente con el décimo Cavallone en la terraza de su habitación, y observando las estrellas, juntó todo el valor del que era poseedor en esos momentos para decirle lo siguiente:

—Di-Dino-san —tartamudeó con un leve sonrojo, el mayor le miró con una leve sonrisa—. Eh... qui-quiero decirle algo.

—¿Qué sucede, Enma? —la pregunta de Dino solo aumentó el sonrojo del menor.

—Es que... Emm... Yo le quería decir que... —intentó decir nervioso— ¡Te Amo, Dino-san! —exclamó cerrando los ojos con fuerza, causando que no pudiera ver la expresión de lastima del mayor.

—Yo... Lo siento, Enma, no puedo corresponder tus sentimientos —dicho eso, salió de la habitación y llamó a Romario para que le llevara a su mansión, quería darle su tiempo al pelirrojo.

Enma solo se quedó en silencio observando como un coche negro se marchaba con el rubio y la mano derecha de este adentro. Se hubiera puesto a llorar si no fuera porque en ese momento entró Julie a la habitación preguntándole alguna estupidez que le hizo reír y olvidar momentáneamente lo ocurrido.

Lo siguiente que le sucedió fue enterarse de que Hibari Kyoya estaba embarazado —lo cual le sorprendió de sobremanera, pues nunca pensó que ese carnívoro fuera un doncel—. Él no tenía la super intuición de los Vongola, pero sospechaba quién era el padre del bebe y esperaba con todo su corazón que estuviese equivocado.

La tercera desgracia fue cuando su castaño amigo le aseguró sus sospechas, Dino Cavallone era el padre del hijo de Hibari Kyoya. Tsuna le había invitado a una reunión con Bermuda, a la cual terminó aceptando ir para quitarse todo el estrés. Al final el Vongola terminó con dos costillas rotas, tres huesos partidos, una pierna rota y cortes por todo el cuerpo, mientras que el Simon terminó con tres costillas partidas, dos huesos rotos, una fisura en el hombro derecho y el brazo izquierdo roto además de cortes por todo el cuerpo.

Adelheid le regaño por ser tan imprudente, y al igual que Tsuna, fue encerrado en su oficina durante 48 horas para firmar papeles sin poder escapar. Además, les prohibieron comer sus preciadas tortas durante dos semanas. Oficialmente, juntar a Adelheid y Reborn no es buena idea y menos cuando ellos son las víctimas.

Su cuarta desgracia fue cuando Dino le pidió/obligó estar presente en la boda y ser padrino de esta, pero Enma se negó a lo segundo diciendo un par de excusas tontas y ofreciendo a su amigo castaño para ser el padrino, luego sintió pena de él al saber que Reborn le obligó a aceptar, pero nunca mencionó nada por miedo a que Tsuna se quisiera vengar, ya que cuando se enojaba se notaba que era hijo del mejor hitman del mundo.

Volviendo al presente, Enma sonreía falsamente ocultando cualquier otro sentimiento que tuviese en esos momentos, después de felicitar a los recién casados se vio arrastrado por su mejor amigo y escuchó como decía un par de escusas raras y que tenía trabajo entre otras cosas. Salieron del lugar en silencio —el castaño arrastrando al pelirrojo— y llegaron a una pequeña casa de madera, donde después de entrar, decidió hablar por primera vez.

—¿Qué sucede, Tsuna-kun? —el castaño le miró con una pequeña sonrisa triste.

—Enma-kun... Puedes desahogarte si quieres, conozco tus sentimientos por Dino y sé que te sientes terrible así que... desahógate. ¿Sí? —dijo el cielo, y la tierra no pudo evitar que sus ojos se llenaran de lágrimas.

—Tú... *Snif* también... *Snif* deberías desa... *Snif* desahogarte... Tsu-Tsuna-kun *Snif* —sugirió mientras se dejaba abrazar por su compañero.

—Sí, *Snif* pero mi forma *Snif* de desahogarme te dejaría *Snif* con varios huesos rotos —comentó sintiendo como sus ojos se humedecían, ambos rieron un poco. Después de un buen rato llorando y desahogándose, ambos cayeron en los brazos de Morfeo en un mismo sillón y abrazados.

Cuando Enma despertó se sonrojó casi al punto de competir con su propio cabello al notar sus posiciones; el Simon estaba acostado encima del Vongola y este tenía uno de sus brazos alrededor de su cadera impidiéndole salir de esa posición. Intentó moverse, pero le fue imposible así que optó por despertar al castaño.

—Tsuna-kun... Tsuna-kun —llamó moviéndolo un poco, acción que fue completamente inútil. La tierra recorrió la habitación con la mirada, notando la existencia de un reloj que marcaba las 11:34 AM— Tsuna-kun... Despierta, son las once y media pasadas.

Y como si hubiera presionado el botón de encendido, el castaño se levantó de un salto causando la caída de ambos jefes al piso, pero como su suerte era increíblemente mala, terminaron en la siguiente posición; Enma acostado en el piso con Tsuna encima de él. El oji-rubí rápidamente se convirtió en un tomate viviente, mientras que el de orbes color miel entró en una especie de shock... Y para complicar aún más la situación, Takeshi, Julie y Hayato entraron a la cabaña preocupados por sus respectivos jefes encontrándose con esa escena... Pero ahí no se acaba la mala suerte del par de Dames, detrás de los tres guardianes entraron Reborn y Adelheid que rápidamente separaron a los menores y con un necesitan más entrenamiento terminaron de matar a los pobres chicos.

Después de ese momento, Tsuna y Enma se veían todos los sábados para comer pasteles y hablar de todo tipo de cosas. Al final el castaño decidió reformar la antigua mansión de Hibari y dejarla para los Simon, quienes iban muy seguido y se quedaban un par de noches allí.

Esa noche —cuatro meses después de la boda—, el cielo y la tierra estaban acostados en el tejado de la mansión, observando las hermosas estrellas y hablando de cosas triviales, hasta que el castaño llamó la atención del oji-rubí.

—Enma-kun —el nombrado observó como la cara del Vongola se pintaba de un rojo que le hacía ver tierno, según el pelirrojo.

—¿Qué sucede, Tsuna-kun?

—Yo... Quiero decirte algo —sus miradas se conectaron causando un leve sonrojo en el Simon.

—¿Q-Qué es?

—Enma-kun, tú... Tú me gustas, ¿qui-quieres ser m-mi novio? —el castaño se convirtió en un tomate viviente, mientras que el rostro de Enma era un poema. Desde la noche después de la boda empezó a sentir algo hacia su amigo, pero no fue hasta hace un mes atrás que se dio cuenta que era amor y desde entonces había soñado incontables veces con ese día, el día en el que Tsuna se le declarase— ¿E-Enma-kun?

—Sí, tú también me gustas, Tsuna-kun, quiero ser tu novio —le respondió con una sonrisa.

—¿En serio? ¿Realmente quieres? —preguntó emocionado.

—Sí —Tsuna besó torpemente a SU pelirrojo y este le correspondió de manera aún más torpe, pues era su primer beso. 

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[editado]

Y aquí está la segunda parte de este Two-Shot 

¿Qué les pareció?¿Les gustó o les dio cáncer leer esto?¿Me merezco un voto/comentario? ^^

Bueno, si la señora imaginación decide venir a mi cabecita puede que haga algún extra como ya mencioné antes xD

Sin nada más que agregar...

Ciao Ciao

Enamorado gracias a una traición [KHR!]Where stories live. Discover now