Capítulo 21

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Termine la llamada, simplemente no podía creer que mi madre estuviera en el hospital, ni siquiera deje que mi padre me explicara la situación. Sé que mi madre tiene un cuerpo débil, pero ahora mismo me estoy imaginando lo peor; mi madre simplemente no puede estar en el hospital, la mujer que más amo en el mundo no puede estar en un estado crítico.

Mi cabeza daba vueltas. Mi madre, la mujer que siempre me daba una sonrisa cuando me levantaba, la que me daba consejos, la mujer que me ama, ella no puede irse aun.

Salí de mi casa dirigiéndome a algún bar cercano quería desahogar mis penas en alcohol, no quería seguir pensando, solo en este momento quería desaparecer y no haber sabido nada de ello. Mi ser más amado, mi madre no quiero que muera.

Un, dos, tres copas de tequila pasan por mi garganta raspándola a su paso. Cuatro, cinco, seis más no alivia, es más seguía pensando en ello ¡esto no sirve! Eran las cuatro de la tarde, pague lo que bebí y salí del lugar a despejar mi mente y el alcohol.

Caminaba sin rumbo por la calles de Tokio, solo miraba resplandecer las luces de los locales, aunque mi mente estaba en mi madre estaba consciente de que es lo veía y olía. Estoy devastado, triste, quiero verte mamá, pero tengo miedo.

- ¿Natsu-san? – alguien llamo de tras de mí no reconocí su voz estaba en el borde del abismo en mis pensamientos.

Gire y mire esos ojos chocolates cerca de mí, parpadee varias veces para ver si era ella y sí. Lucy está enfrente de mí con una mirada preocupada, mire a su costado y esta Gray preocupado a pesar de su mirada fría. Los quede observando y tome por sorpresa el abrazo de Lucy.

- ¿Qué ocurrió Natsu-san? ¿Por qué llora? – pregunto angustiada.

Me desplome en esos brazos y me acurruque en su pecho buscando abrigo ella, lo comprendió y me abrazo más fuerte.

- ¿Qué pasa hombre? – escuche a decir Gray.

- ¿Puedes parar un taxi? – le pregunto a Gray.

- Está bien – dijo.

No dejaba de llorarse que estaba haciendo un espectáculo en plena calle, parecía un niño cuando le quitan su juguete favorito. Pero Lucy estaba aquí consolándome.

- Déjame ayudarte – dijo Gray - el taxi está esperándolo.

- Ok – respondió Lucy.

Gray quiso zafarme de los brazos de Lucy, pero me negué a soltarla. Lucy me ayudo.

- Está bien Natsu-san, tome mi mano. Gray lo ayudara – me acaricio el cabello.

Hice lo que dijo y tome su mano, nos acercamos al taxi y entre junto con Lucy. Gray iba a subir pero Lucy lo detuvo.

- Lo siento Gray yo llevare a Natsu-san a su casa ¿le puedes avisar a Erza-san? – el la miro molesto.

- Yo también quiero ir – Lucy negó – prometiste estar conmigo hoy – reclamo.

- Lo sé, pero en este momento Natsu-san me necesita, lo siento amor mío – dijo apenada.

- Está bien, él es más importante – dijo seco, no pude ver la expresión de Lucy.

- No...

- Vete – dijo frio y cerró la puerta del taxi.

El conductor pregunto la dirección, Lucy se la dio y el taxi arranco. Estaba preocupado por la pequeña discusión que tuvieron hace un momento, Luce sonrió para que no me preocupara. De nuevo le he causado problemas a Lucy y encima de eso está lo de mi madre. Ya me había calmado un poco con respecto a ese asunto.

Vivir el presente.Where stories live. Discover now